Sin duda, Roberto Sandoval está convertido en el gobernador constructor, obras materiales de envergadura se han realizado durante dos años y tres meses de su administración en gran parte del territorio de Nayarit.
Ha hecho mucho más obra pública que cada uno de los tres gobiernos estatales anteriores, muestra de su orgullo es la construcción en este 2013 del Auditorio de la Gente, con diseño único en toda la nación.
La auditoría al gasto público del Órgano de Fiscalización Superior determinó que en la materia de obra pública hay millonario daño a la hacienda pública, sobre todo por pago de obras sin realizar, entre otras muchas corruptelas. Sin embargo, el mandatario estatal sostiene al frente de la SOP a Gianni Ramírez, quien es su alter ego.
Al comienzo de su tercer año de gobierno, Roberto Sandoval sentenció que las prioridades para 2014 serán la construcción del canal Centenario, agroparque, presa Las Cruces, autopista Jala-Bahía de Banderas y puerto y muelle de San Blas.
En el terreno político como que este año por finalizar no le ha ido mejor, las manifestaciones de rechazo y exigencias por parte de integrantes de diversos sectores de Nayarit, marcadamente antorchistas, maestros y burócratas, fueron alrededor de 40, cuando menos tres al mes.
Sus operadores políticos han dado muestras de ineficacia en el tratamiento de la mayoría de estas demostraciones colectivas, razón por la que han persistido en su presencia frente a palacio de gobierno en busca de solución definitiva a sus demandas, parte de las cuales no tienen pertenencia al ámbito estatal. Sin embargo, el hartazgo social se incrementa.
El gobernador Sandoval en 2013 conservó sin cambios a los titulares de la Secretaría General de Gobierno, Hacienda, Obras Públicas, Planeación y Fiscalía General, mientras que en dependencias a las que concede segunda importancia los relevos y enroques estuvieron a la orden del día. Destaca la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER, hoy con otro nombre) que lleva cinco cambios de titular, y así sucesivamente.
Mantener paz pública ha sido uno de sus méritos más alabados por los nayaritas, desde el 2012 reina la tranquilidad al desaparecer de golpe y porrazo los enfrentamientos a balazos en la vía pública con cantidad de muertos en focalizados sitios de la entidad, con mayor incidencia en la capital nayarita. Sin embargo, hasta nuestros días todavía se registran asesinatos selectivos.
Pero en la conciencia ciudadana existe fundada la idea que paz y tranquilidad públicas se lograron gracias a que una banda del crimen organizado a punta de balazos echó fuera de territorio nayarita a sus contrincantes, y no precisamente se debe una política integral de seguridad del gobierno de la gente desde la Fiscalía General del Estado.
Nayarit es territorio zeta, aquí todo el mundo lo dice y confirman organizaciones especializadas en asuntos de narcotráfico. Hacen suponer que el Fiscal Edgar Veytia aprovechó esta circunstancia para negociar hasta llegar a un pacto con los dueños de plaza. El microtráfico de drogas es más que evidente.
Un acontecimiento cercano a mí: existe en la colonia un “picadero” en una casa de barrio a donde acude cantidad de jóvenes, mujeres y hombres incluidos menores de edad. Además de allí vender y consumidor drogas tienen sexo. Es un trajinar hasta en la madrugada. Vecinos afectados solicitaron la intervención de la nayarita (el común de la gente así nombra a la Policía Nayarit), pero se niega a intervenir. En confidencia los propios policías sostienen que esos negocios de las tienditas las controla el Fiscal Veytia.
Impera la corrupción entre los cuerpos policíacos, son extremadamente corruptos. La detención arbitraria, la tortura, la incomunicación y la extorsión están a la orden del día. El Fiscal Veytia actúa con doble cara, doble moral, ante los medios de comunicación se presenta como el funcionario altruista, dispuesto a dar la vida si es necesario por la seguridad de los nayaritas, mientras al interior de su dependencia con los detenidos se muestra como vil sanguinario, es decir, cruel y feroz. Pero Veytia es capaz de trasgredir hasta los derechos que la ley le confiere porque sabe que el gobernador Roberto Sandoval ha delegado en él las facultades más amplias.
La corrupción es un problema que afecta gravemente la legitimidad de la democracia, distorsiona el sistema económico y constituye un factor de desintegración social, de allí que el gobernador Roberto Sandoval debe fijar muy bien su atención en lo que ocurre en las entrañas mismas de la Fiscalía General de Nayarit, si es que no existe connivencia.
En el transcurso del presente año el gobernante nayarita viajó al extranjero, principalmente a Europa y Estados Unidos. En enero estuvo en España para participar en la Feria Internacional de Turismo, regresó a este país a mediados de año acompañado de funcionarios de su gobierno y diputados, pero la gira abarcó Holanda. Se trató de conocer experiencias en materia de turismo, desarrollo portuario y agropecuario.
Con intenciones similares el gobernador de Nayarit visitó en gira de trabajo sitios de Estados Unidos como California, Iowa y Nueva York, entre otros, pero fueron demasiado comentadas sus asistencias en San Antonio y Las Vegas para presenciar peleas de El Canelo Álvarez, boxeador jalisciense al que Roberto Sandoval ha apoyado desde sus inicios en el deporte de las orejas de coliflor y que el mismo mandatario considera parte de su familia cuando menos desde hace diez años.
Con claroscuros en sus primeros dos años de administración, tampoco podemos dudar que Roberto Sandoval Castañeda ha entregado el mayor de sus esfuerzos y lo mejor de sus capacidades en beneficio de la gente. Es decir, en verdad busca cambios que es preciso lograr para corregir el desequilibrio económico y social, y de esa manera los nayaritas arribar a condiciones de vida más justas. Lograrlo no es nada fácil.
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