“Sí aspiro ser rector de la Universidad Autónoma de Nayarit”, expresa contundente Humberto Lomelí Payán no sin antes reflexionar y soltar con cuidado cada una de sus palabras.
Sorpresa refleja en el rostro al escuchar la pregunta si aspira ser rector algún día, pues surge en el transcurso de aterciopelada entrevista en la que se daba gallo informando lo realizado a más de un año de su asunción a la dirección de la Unidad Académica de Derecho, así como su proyecto a corto plazo.
La pregunta se sintió fuera de lugar. Más sin embargo, Lomelí Payán asimiló el “golpe” al mencionar que “todo profesor de tiempo completo que reúna los requisitos aspira ser rector. Por supuesto que aspiro a continuar los trabajos de Juan López Salazar, Omar Wicab, (Francisco Javier) Castellón Fonseca, es decir, de todos los grandes rectores que ha tenido la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN)”.
“Si en un momento dado los sectores y el consejo general universitario así lo deciden, estoy convencido que haría un gran papel, igual como lo haré de director de la Unidad Académica de Derecho”.
Es tanta la confianza en sí, que Lomelí Payán afirma estar capacitado para ser rector, pero pondera que la dirección de la universidad no sería unipersonal sino que sabría rodearse de un equipo de trabajo tan capaz que llevaría a la UAN a una etapa superior de desarrollo.
De 1995 al año 2000, Huberto Lomelí Payán cubrió el periodo como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit, entonces tenía 22 años de edad. Soslaya que ser presidente de la FEUAN sea sinónimo de porro. “Hay muchas versiones inverosímiles que se tejen alrededor de la comunidad universitaria y en la propia sociedad nayarita”, dice.
A la vez sostiene le tocó en suerte estar en tiempo y momento adecuados como presidente de la FEUAN. “Yo no podría haber sido antes de mi antecesor Julio Mondragón, porque en ese preciso instante se requería en la federación a una persona de carácter como él”.
Lomelí Payán como presidente de la FEUAN manifiesta haber Integrado a su alrededor un equipo de trabajo sólido, la mayoría de los cuales hoy son doctorados en diferentes especialidades cursados en el extranjero. No pretende pecar de modesto, pero tampoco de vanagloriar lo realizado por él al mando de la federación de estudiantes. Si se le compara con un edificio, indica que sus antecesores colocaron cimientos para erigir, a él le correspondió enjarrar y pintar una vez construido.
Digo que él da lustre, lava la imagen de los ex presidentes de la FEUAN considerados como porros, porque además de haber cursado un posgrado en estudios latinoamericanos con especialidad en relaciones internacionales en la Universidad de California, mejor conocida como UCLA, en Los Ángeles, logró la dirección de la Unidad Académica de Derecho de la UAN, elevado cargo académico no alcanzado por ninguno de quienes fueron dirigentes de la federación de estudiantes.
“Siempre he creído que lo más fácil que hay en la vida es estudiar, la más difícil es trabajar. Cuando uno descubre que estudiar es algo sencillo y que lo practica de manera continua y permanente, se da uno cuenta que si, por ejemplo, a mi me pagaran por estudiar lo haría toda la vida. Si tú me distingues con eso, pues he trascendido en la academia”.
¿Tienen suficiente tiempo para estudiar a la vez dirigir la federación?
-Yo creo que sí. Como todo en la vida es cuestión de administración. La administración de nuestro tiempo es fundamental y creo que para todo debemos tener tiempo: para la familia, para el trabajo, para el estudio, para el ocio, para el descanso…todo es cuestión de administrarse, es como el dinero, si uno sabe administrarse alcanza para todo.
Humberto Lomelí Payán fue el sexto presidente de la FEUAN. Pregunto si como tal la oportunidad es grande como para en el bolsillo traer cantidades interesantes de dinero, beber buenos vinos y hacerse acompañar de hermosas mujeres, entre otras muchos “logros” al amparo del poder estudiantil.
-Hay cosas que son ciertas, otras que definitivamente se magnimizan. Se dan ciertas facilidades, y no precisamente en cuanto a los dineros, sino a las posibilidades que se dan por ser presidente de la federación de estudiantes. Y sí hay ofertas, hay diferentes cuestiones por el propio poder político que se tiene, que no es ajeno a cualquier otro grupo, pero creo que es más lo que se magnimiza que lo que realmente es. Se tiene un poder no por ser la FEUAN sino por ser la Universidad Autónoma de Nayarit, que es un ente de cambio, de desarrollo para el Estado y que la sociedad así lo percibe, y en alguna forma hay la fe y la esperanza en que la FEUAN, SETUAN o SPAUAN formen parte de ese cambio de que tanto estamos necesitados los nayaritas y México. En ocasiones toma uno ventaja de la atracción, de la edad, de todo, para aparecer como algo mucho muy especial, pero no deja de ser un presidente de la FEUAN un integrante de la misma, un universitario, pues una persona más de esta sociedad nayarita.
Aunque Humberto Lomelí Payán nació en San Luis Río Colorado, Sonora, sostiene que la mayor parte de su vida ha transcurrido en Tepic. Estudió la primaria en la escuela Maestro Rafael Ramírez, secundaria en la ETI 1, Preparatoria en la Uno de la UAN y profesional en la Escuela Superior de Derecho de la UAN.
Cuando pregunto a Lomelí Payán cuál es su fundamental razón para justificar la existencia de la FEUAN, responde que todos los sectores que conforman la UAN necesitan un gran liderazgo que aglutine intereses, en el caso particular del sector estudiantil. Sostiene que de no ser así la comunidad estudiantil y hasta el propio consejo general universitario jalaría para diferentes rumbos, pues el hecho que la universidad mantenga su autonomía radica en gran medida en la fortaleza de los sectores, en la representación auténtica y legítima de los sectores universitarios. “No sólo justifico la existencia de la FEUAN sino la creo necesaria para desarrollar una universidad como la que avizora nuestro rector Juan López Salazar, una universidad internacional, como creo que pronto pronto la tendremos en toda su magnitud”.
Humberto Lomelí Payán asumió la dirección de la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Nayarit el 12 de julio de 2012 para un periodo de seis años.
Fue a través de examen de oposición o por influencia, inquirir sobre el tema el entrevistado adelanta que la legislación universitaria tiene una manera muy específica de designar a los directores, es decir, siempre será determinante la decisión del rector, más cuando el consejo de escuela propone un solo candidato.
“En el caso nuestro de inicio se presentaron cuatro alternativas, de las cuales el consejo escolar debe presentar máximo una terna. Al final llegamos dos, su servidor con 18 votos a favor por cinco de otro de los contendientes (Alfonso Nambo Caldera). El rector se decidió por tu servidor, pero tiene la facultad de designar al perdedor, de esa manera llegamos.
“He dicho que he sido electo por mayoría de votos del consejo escolar, pero también fui designado por el rector López Salazar, quien hizo uso de su facultad.
En este proceso de elección participaron Alfonso Nambo Caldera, Celso Valderrama, María Martha Martínez y Humberto Lomelí Payán.
A más de un año de haber tomado las riendas como director de la Unidad Académica de Derecho, Lomelí Payán ya fue testigo del egreso de la primera generación de abogados durante su administración.
El reportero de la gente pregunta cuál es su proyecto fundamental como director para la Escuela de Derecho.
Responde: “Tenemos diferentes propósitos participando por vías objetivas. Por ejemplo, tenemos dos programas de posgrados dentro de los PNPC (Programas Nacionales de Posgrados de Calidad) que son operados por Brasil, una cosa no fácil de hacer.
“Ello no representa erogación económica para la unidad académica ni para la universidad, pero concede reconocimiento nacional e internacional, lo que quiere decir que al programa puede entrar cualquier estudiante del país, incluso ser sujeto de beca federal.
“Pensamos que esta es la vía a seguir sobre la visión del rector Juan López Salazar de internacionalizar la UAN. Tenemos que posesionarla en el padrón internacional que ofrece la Secretaría de Educación Pública a través de CONACYT, particularmente la Unidad Académica de Derecho ya aparece en ese padrón.
“Ese es uno, consolidar los PNPC, pero por otra lado el propósito es rescatar lo que es la identidad universitaria para la Unidad Académica de Derecho. Para ello hemos iniciado diferentes programas desde dentro de la propia unidad. Por ejemplo, desde hace algún tiempo se tiene concebido viernes social, o sea, que no hay clases, tenemos que hacer con efectividad que el viernes sea en actividad académica igual que un lunes. Estamos trabajando fuerte, porque cambiar la concepción de viernes social no solo es del profesor sino también del alumno.
“Por otro lado, es nuestro ideal contar con una infraestructura que permita uno se sienta identificado, que se sienta agusto de llegar a la Unidad Académica de Derecho no solamente como profesor, alumno o trabajador. A falta de dinero, porque no tenemos el recurso en no pocas ocasiones, recurrimos a la imaginación. Empezamos una campaña de donaciones, sólo por citar un ejemplo el lema de una silla por derecho, es decir la entrega de mil pesos por una silla, aunque ésta cueste más.
“Las donaciones han sido detonante para universidades públicas de nuestro país, no se diga para la UCLA de Estados Unidos que a pesar de múltiples ingresos locales como federales, su principal ingreso lo representan las donaciones precisamente.
“Yo creo que la Universidad Autónoma de Nayarit hoy es una institución educativa fuerte, confiable, en la que la sociedad nayarita puede depositar en la misma un peso y saber que no va a parar, por ejemplo, al bolsillo del director de la Unidad Académica de Derecho sino que se destinará para el desarrollo de la propia unidad. Generamos este tipo de actividades que permitan la posibilidad de tener una escuela digna.
Lomelí Payán explica sobre la integración de un equipo que se especializará en bajar recursos de la Federación para la UAN y en concreto para Derecho, por él es sabido que allá existe un caudal de recursos para educación, sólo es cuestión de saber su trámite. Dijo estar dispuesto a hacer alianza con empresas dedicadas de forma especial al trámite de allegar recursos a las instituciones. “No tengo ningún empacho en dedicar un porcentaje a la persona o empresa que tenga a bien bajar un recurso cuantitativo para la Unidad Académica de Derecho”.
“Trabajamos en diferentes vertientes, que espero den resultados en corto plazo. Pero lo principal es consolidar la relación interinstitucional que a un año de gestión nos ha arrojado resultados fenomenales. Por ejemplo, el gobierno del Estado nos ha adjudicado un curso de capacitación para jueces, policías y ministerios y defensores públicos en los que se nos paga directamente de la Federación un millón 800 mil pesos, cantidad de la cual nuestra escuela se quedará con 500 mil pesos que se invertirán en computadoras, aire acondicionado, es decir, en mejorar la infraestructura escolar.
“También el Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado impulsarán una maestría que ofrecerá la Unidad Académica de Derecho en Medios Alternos en Función de Conflictos que será pagada por ambas instituciones con beneficio directo a nuestro plantel. Esa relación interinstitucional será clave en el detonante para posesionarnos, no como la mejor unidad académica de Derecho en Nayarit, porque ya lo somos, sino para consolidar nuestra supremacía académica en la región y nacional.
La escuela de Derecho tiene poco más de mil 500 alumnos que “la convierten en el programa de licenciatura de mayor cobertura en Nayarit, no existe una escuela con mayor número de estudiantes en un solo programa”. Entre contratados y de base tiene 70 como planta de catedráticos.
Humberto Lomelí Payán está enteramente convencido que la UAN está íntimamente ligada al desarrollo del Estado de Nayarit. Basa su argumento en que no hay institución promotora del desarrollo de la entidad donde no haya un egresado de la universidad nayarita. Piensa que la relación de compromiso Estado-Universidad debe entrelazarse con mayor fuerza, tomando en cuenta que son las instituciones de educación superior, principalmente la máxima casa de estudios, las que inciden en el desarrollo de nuestra entidad.
A petición de parte, Lomelí Payán considera que puede haber corrupción y hasta actos de autoritarismo, “sin embargo, si en alguna institución la sociedad puede depositar confianza plena es precisamente la Universidad Autónoma de Nayarit”.
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