La posibilidad se vuelve reto
Octavio Camelo Romero
07 de noviembre de 2013
Nayarit se ha convertido en una entidad estratégica para la autosuficiencia alimentaria y para combatir el hambre. Los 9 mil millones de pesos para el canal y el campo más la inversión privada o mixta que se incorporará a esa suma, dan la posibilidad a los nayaritas de mejorar sus condiciones de vida, bien como trabajadores asalariados o ya sea como asociados de los capitales mundializados. Empero se debe tener mucha claridad de que de la “posibilidad” no se sigue mecánicamente la “realidad”. La transformación “de lo posible en lo real” es circunstancial, obedece a circunstancias. Para la realización de lo probable se requieren varias condicionantes satisfechas. Si algunas de estas condiciones no se satisfacen no se puede decir que el capitalismo mundial dejará de acudir a dominar a Nayarit, porque a nivel nacional el Estado Neoliberal Mexicano casi termina la tarea de adecuar la legislación mexicana a los intereses del capital mundializado o del “capitalismo supranacional”. A lo que se puede llegar bajo la inexistencia de ciertas condicionantes es a la irrealización de la posibilidad del bienestar de los trabajadores asalariados o de la asociación de capitales nativos con los grandes capitales multinacionales. En el pasado ya se han tenido experiencias de la fuga de empresas cigarreras, cerveceras, automovilísticas, etc., por la voracidad de ciertos funcionarios.
Entre los múltiples requerimientos para el arribo del capital están por un lado la infraestructura terrestre, marítima y aérea de comunicación de los centros de producción con los centros de consumo. Si la entidad se convierte en una importante industria agroalimentaria y pecuaria del país, las vías carreteras ya se están modernizando. Empero si además del país se ve al mercado chino como posible consumidor, entonces además habrá que pensar en un puerto de mediano calado por las costas de Compostela. Y de esa manera se van ampliando los requerimientos materiales. Pero también hay un factor de inversión importante para los nayaritas, el factor “fuerza de trabajo” o mano de obra. Desde el momento de la idea del proyecto se requiere personal especializado para su elaboración. Luego viene el momento de la implementación del proyecto dentro del cual se requerirá personal para cubrir todos y cada uno de los puestos de trabajo, desde los ejecutivos hasta el modesto velador o afanador. En caso de no existir en la entidad el personal con el perfil requerido seguramente se buscará en otra entidad o en otro país. Allí se perderá la oportunidad para los nayaritas de enlistarse como asalariados o como capitalistas en funciones. Todo esto sin tomar en cuenta los requerimientos en investigación científica y tecnológica que seguramente el capital mundializado demandará.
Viendo el panorama con cierta frialdad, en Nayarit hace falta una buena dosis de profesionalismo en todos los niveles del campo educativo, desde la educación inicial hasta la educación universitaria. Si los jóvenes nayaritas no están adecuadamente formados y capacitados lo más seguro es que sus expectativas de trabajo serán muy limitadas.
Comentarios