Siempre habrá acarreos de gente
Sergio Mejía Cano
15 de Enero de 2025
En el libro “Regina”, del escritor mexicano, Antonio Velasco Piña, que trata sobre el movimiento del 2 de octubre de 1968 (no se olvida), en uno de sus capítulos el escritor dice que el día que se llegue a llenar el zócalo de la capital mexicana con 350 mil personas, ese día se habrá de solidificar el verdadero cambio en nuestro país, claro que palabras más, palabras menos, pero se da a entender que el cambio será para bien y de una vez y para siempre.
Se entiende que es un libro con base en hechos reales junto con ficción y desde luego, novelado, y claro que ya en otras ocasiones se ha visto atiborrada la Plaza de la Constitución en la hoy Ciudad de México y, de acuerdo a los entendidos de las mediciones sobre asistentes, se dice que en un metro cuadrado podrían caber hasta tres personas, así que, de acuerdo a lo que mide dicha plaza del zócalo capitalino es por lo que sacan la proporción de asistentes, cifras que por lo regular quedan en el limbo de la certeza, pues se ha dicho hasta de millones de asistentes en diversas situaciones. Sin embargo, ahora, con motivo del informe sobre los 100 primeros días del gobierno de la presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, se habla de una cifra específica que va de acuerdo a lo escrito por Velasco Piña en su obra de las más leídas: Regina.
Obviamente que esta cantidad de asistentes ha dado pie para que varios comunicadores y lectores de noticias, así como algunos youtuberos de inmediato hablaran de que hubo acarreos, que hubo muchos acarreados. Y ante esto, algunos analistas y conocedores de los acarreos han dicho que esto no debería sorprender a nadie, pues los acarreos de gente a mítines, plantones y manifestaciones de todo tipo han sido, son y seguirán siendo una realidad muy palpable; sobre todo, organizados por líderes sindicales que quieren quedar bien con los gobernantes en turno.
¿Quién en Nayarit no recuerda aquellos tiempos cuando doña Águeda Galicia Jiménez estaba en todo su apogeo como lideresa del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM), en que en mítines y manifestaciones predominaban los agremiados a este sindicato y más, por ser, aparte del sindicato del Magisterio, el más representativo, ya que al carecer la capital nayarita y los demás municipios en sí de industria, la clase trabajadora en Nayarit se basa más en el magisterio, los comerciantes y los trabajadores y empleados del estado y los municipios.
En cuanto al SUTSEM, se llegó a decir por parte de algunos trabajadores de ambos sexos que eran citados a determinada hora y en específico lugar y que tenían que pasar lista de asistencia so pena de ser castigados con una sanción de tres días sin goce de sueldo en caso de no asistir; esta acción que significaba un acarreo forzado, pues asistían o asistían los trabajadores para no ser castigados en detrimento de su salario. Se entiende que, como para todo hay gente, los hubo y tal vez los hay que no necesitan ser acarreados por obligación, sino que asisten con mucho gusto, así esté lloviendo o haya un Sol en todo su esplendor.
Pero volviendo a la asistencia de miles de personas al zócalo capitalino para ver y oír a la presidenta de México, queda claro que tal vez sí hubo muchos acarreados, sin embargo, también hubo asistentes de buena fe y por propio gusto, pues de acuerdo a comentarios de gente de otras entidades, así como imágenes en fotos y videos de este acto en la Plaza de la Constitución en la Ciudad de México, se organizaron caravanas para asistir a este evento en donde se pidió la cooperación para pagar el transporte de ida y regreso y, en algunos casos, hasta para pernoctar debido a la lejanía de su procedencia, no así de entidades del entorno a la capital mexicana como Tlaxcala y Puebla, que son casos de los que me consta por unos parientes que residen en estos estados, quienes comentaron lo de la coperacha, pero que regresaron el mismo día debido a la cercanía de estos dos estados de la Ciudad de México.
Y a propósito de caravanas y cooperación para viajar a la Ciudad de México, también en la perla tapatía hizo aire, pues algunos conocidos y familiares comentan que se organizaron para acudir a oír y ver a Claudia Sheinbaum, así como posterior a evento, hacer un paseo turístico y vuelta para atrás. Claro que entre estos conocidos y familiares hay algunos que, si no soportaban a AMLO, tampoco soportan a la doctora, Claudia Sheinbaum; pero como se dice otra vez: para todo hay gente, por lo que no fueron.
Sea pues. Vale.
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