La reforma al INFONAVIT pisa callos empresariales y sindicales

Al parecer la reforma al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT), ha levantado ámpula entre algunos sectores empresariales y sindicatos, ¿por qué? Pues tal vez por afectar sus intereses, ya que es bueno recordar cómo pasado un tiempo desde la creación de este instituto, las deudas de los trabajadores prácticamente se volvieron impagables o eternas, además de una serie de requisitos para que los trabajadores pudieran tener acceso a un crédito para vivienda.

Si bien se dice coloquialmente que todo tiempo pasado fue mejor y, aunque otras voces afirman que no es así, sino que lo mejor está por llegar, hoy en día en cierta forma la vida se ha complicado más que antes. Se entiende que ahora hay más habitantes en nuestro país, sin embargo, el sistema de vida ha cambiado radicalmente en muchos aspectos, sobre todo en lo laboral y, desde luego, para tener un techo propio en dónde guarecerse.

En estos días es más difícil que alguien encuentre un trabajo estable y para toda la vida y que llegue algún día en que se jubile o que al menos le llegue el tiempo de lograr una pensión debido a las reformas al Sector Salud que hicieron palpablemente cada día más lejos la posibilidad de tener la cotización necesaria para lograr esa pensión. Claro que salvo la mayoría de los burócratas, siempre y cuando alcancen su base mediante el sindicato que los represente ya sea a nivel federal, estatal o municipal, porque quienes no tienen su base ni están sindicalizados, pocas esperanzas tienen de lograr un trabajo estable dentro de la burocracia y menos llegar a ser pensionados, aunque lleguen a estar trabajando hasta más de 20 años en un estado o municipio, pero bajo un contrato mensual o bajo nómina sin generar ningún tipo de derechos laborales y, obviamente, sin la posibilidad de llegar a tener un crédito para vivienda en el INFONAVIT.

Pero, ¿por qué algunos empresarios y sindicatos se oponen a esta reforma al INFONAVIT? Según algunas publicaciones que han circulado en medios de información y portales de internet, el malestar de los empresarios que se oponen a esta reforma se debe a que el mismo instituto de vivienda construirá las casas-habitación con más amplitud y espacios, tal y como se entregaron las primeras y segundas casas a partir de 1972, así como construirlas en lugares más accesibles y con todos los servicios y no como se llegaron a construir en el pasado reciente en donde casi no cabían los muebles por lo reducido de las recamaras, salas, cocinas y baños; sin servicios de agua y drenaje y luz y, además, muy lejos de los centros de trabajo de quienes les habían sido asignadas esas viviendas fuera de toda norma de humanidad.

Y tal vez la molestia de los sindicatos que también se oponen a la reforma de vivienda, se deba a que muchos de estos sindicatos, si no es que todos, se hicieron con el derecho de seleccionar a los trabajadores a los que se les otorgarían los créditos, sin la posibilidad de que ese derecho lo tuvieran los trabajadores disidentes de las dirigencias sindicales o los trabajadores considerados por incómodos por protestar contra los abusos patronales tolerados por esas dirigencias sindicales.

La primera entrega de casas por parte del INFONAVIT en Guadalajara, Jalisco, fue en la colonia Miravalle, al sur de la zona conurbada de esta ciudad, colonia que ahora abarca una zona del municipio de Tlaquepaque y otra de la Perla Tapatía. Estas casas, que sí eran casas, ya que eran de dos plantas y con cochera, se entregaron mediante un sorteo sin mirar edad, sexo, religión, preferencia sexual o color de piel de los beneficiados; casas de las que la mayoría a los diez y 15 años ya se habían pagado en su totalidad. La segunda entrega fue, como en la colonia El Mirador, al norte de la ciudad de Tepic, Nayarit, de una sola planta, pero con tres recámaras y su cochera; sin embargo, la tercera entrega en ambas ciudades, Guadalajara y Tepic, fueron casas dúplex, es decir, abajo una familia y arriba otra. Ya posteriormente llegaron los edificios de cuatro pisos, cuyos apartamentos son muy reducidos de todo a todo, contando con una especie de pequeño patio nada más a quienes les había tocado la planta baja, porque a los habitantes de los pisos de arriba, nada más un cubículo para que les entrara la luz del día.

En todos los casos posteriores a la primera y segunda entrega, los requisitos aumentaron considerablemente mediante puntos y sabe qué más, así como créditos caros y eternos.

Sea pues. Vale.