El reportero es el verdadero periodista
Oscar González Bonilla
18 de Diciembre de 2024
Al concluir la lectura del libro intitulado El Yo prohibido, cuyo autor es el reconocido periodista Elías Chávez, vino a mi mente hacer necesarios comentarios que sobre el tema de la actividad reporteril son aplicados con intenso conocimiento de causa.
En el prólogo que escribe José Reveles argumenta: “Oficiante del periodismo desde hace más de medio siglo, Elías Chávez nos ofrece en estas páginas una radiografía genuina, profunda, personalísima, aunque a vuelo de pájaro, de toda una existencia profesional dedicada a perseguir las noticias, a construir con lenguaje certero las crónicas, a tejer y destejer las entrevistas, a trazar las semblanzas de personajes de la política en México con quienes logró conversar a jalones de perseverancia y con no escasa dosis de “suerte de reportero”….
Para empezar, Elías Chávez egresó de la escuela de periodismo Carlos Septién García (1963). Su quehacer profesional lo realizó en varias publicaciones nacionales, es el caso del Universal y Excélsior, hasta un día llegar a Proceso.
En lo que respecta a la Introducción se define la razón del título del libro: “Los hechos son sagrados, sostenía Vicente Leñero al advertir que la noticia debe mostrarse sin alteración y sin que el reportero incluya su opinión. Quiero información, no opiniones; necesito que el reportero me diga lo que sucede, no lo que debo pensar.
“Además de abstenerse de opinar, el reportero no es protagónico ni escribe en primera persona. El “yo” está prohibido. Un buen reportero debe pasar desapercibido, insistía Leñero. A nadie le interesa lo que tú sientas o pienses; eso déjaselo a los “opinólogos0”.
Esta es la causa por la que Elías Chávez escribe su libro para narrar vivencias en segunda persona, tú.
Elías Chávez se manifiesta absolutamente en contra de la actitud asumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha mostrado desprecio por los periodistas. Dice: Casi todas las mañanas, encaramado en la tribuna presidencial, López Obrador amenaza, insulta, difama a periodistas, y su odio constituye la orden de ¡Fuego! Para que sus seguidores disparen, en medios de comunicación -principalmente en redes sociales-, amenazas e insultos contra quienes se atreven a criticarlo y/o pensar diferente.
Los decires del presidente López Obrador son de alto riesgo para personas dedicadas de manera integral al oficio o profesión del periodismo. Lanza ataques cada vez más furiosos contra periodistas que denuncian la corrupción e ineptitud gubernamentales. Genera odio, en consecuencia, el reportero puede ser atacado, incluso estas campañas de desprestigio influyen en el comportamiento de otros funcionarios o alientan a la población a tomar la misma actitud del declarante ante la prensa.
En el periodo del actual gobierno federal han sido asesinados más de 30 periodistas, mientras que durante el primer semestre de 2020 se registraron 406 agresiones contra periodistas y medios de comunicación. En todos esos crímenes triunfa la impunidad: el 99% de los homicidios no han sido castigados, consigna el texto.
En otro apartado del libro, Elías Chávez narra cómo siendo candidato presidencial Luis Donaldo Colosio le pidió lo entrevistara, lo cual hizo y publicó en la revista Proceso. Enseguida Colosio lo llamó para agradecerle en estos términos: Acabo de leer la entrevista, gracias. En cuanto haya oportunidad quiero invitarte a bebernos unos güisquis…
“Le agradeces su amabilidad, pero bien sabes, desde siempre, que la amistad entre un político y un periodista es ficticia. Un político te dirá “amigo” mientras piense que, como reportero, puedes serle útil. Relacionarse con periodistas es parte del trabajo de un político, sobre todo cuando anda en campaña electoral”.
A instancias de varios personajes que intervinieron a favor, en 1987 se logra enmarcar dentro de la norma constitucional salario para el trabajo periodístico. La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos establece el salario de “la profesión específicamente conocida como periodista”.
Pero con o sin salario mínimo profesional, la mayoría de los reporteros mexicanos viven pobres y desamparados. Todavía ahora, muchos reporteros ni salarios tienen. A Fray Nano, cronista de béisbol y fundador de la Afición, primer diario deportivo en México, le atribuyen que, cuando un reportero le pedía trabajo y preguntaba cuánto iba a ganar, respondía: “Tendrás credencial y bateo libre”.
En algunos medios de comunicación, principalmente digitales, los colaboradores no tienen salario ni contrato laboral ni prestación alguna. Sólo tienen “credencial y bateo libre”: patente de corso para buscar botín, prosigue Elías Chávez.
Si alguien merece el título de periodista, es el reportero, decía Vicente Leñero. Sin embargo, el reportero suele ser el más vituperado, el más desprotegido y el menos prestigiado en el trabajo periodístico. Periodista es quien busca, recoge, sintetiza, jerarquiza y transmite la materia prima del periodismo: la noticia, el reportaje, la crónica, la entrevista.
Políticos, economistas, sociólogos, filósofos y muchos otros -con títulos académicos o sin ellos- dicen ser periodistas porque periódicamente colaboran con artículos de opinión, ensayos o análisis -o porque retransmiten información en redes sociales- pero su actividad fundamental no es el periodismo.
Para finalizar, la mencionada obra establece interesante anécdota:
El 7 de junio (día que se celebraba la Libertad de Expresión) de 1985, por acuerdo de asamblea de la Unión de Periodistas Democráticos, que presidía el propio Elías Chávez, se entrega el premio de periodismo a Renato Leduc.
La ceremonia se efectúa en el Palacio de Minería (en la ciudad de México). Ante un centenar de asistentes, Leduc habla de sus vivencias y da cátedra de periodismo durante 40 minutos. En la sesión de preguntas y respuestas, uno de los concurrentes pide la palabra; presuntuoso, pontifica y menciona teoría sobre periodismo. Finalmente pregunta:
- ¿Qué cualidades deben tenerse para ser buen periodista?
Antisolemne, Leduc contesta, contundente:
-Para ser buen periodista, el principal requisito es no ser pendejo.
(17 de diciembre de 2021)
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