Inquietud y desazón en la costa sur de Nayarit
Sergio Mejía Cano
10 de Diciembre de 2024
Cierta vez oí decir a una persona que todas las grandes extensiones de terrenos consideradas como propiedad privada eran producto de despojos a sus originales propietarios, pues antes de la invasión europea a lo que ahora es nuestro país no existía la propiedad privada tal y como la conocemos hoy en día, sino que las fronteras las delimitaban los idiomas y los usos y costumbres de aquellos antiguos pueblos originarios.
Este comentario se originó precisamente cuando se publicó en varios medios de comunicación que las pirámides de Palenque tenían propietario, así que surgió la pregunta de cómo se había hecho dueño ese o esos supuestos propietarios de la zona de Palenque, Chiapas, siendo que se supone que son propiedad de la Nación Mexicana; sin embargo, tal vez así como se habían comenzado a privatizar las playas en ambas costas de nuestro país, posiblemente así habían vendido los terrenos de las zonas arqueológicas no nada más de Palenque, sino de todas las demás, por lo que no nos debería causar sorpresa en caso de que alguien salga presumiendo las escrituras de las pirámides de Teotihuacan.
Pero para no ir a aquellos tiempos prehispánicos, tenemos el ejemplo de los ahora grandes emporios turísticos que predominan en las costas mexicanas, emporios que desde luego, algunos surgieron con el pretexto de la expropiación por causa de utilidad pública, una causa que, por lo que se ve de inmediato, esa utilidad pública no se vio por ninguna parte más que en los propietarios hoteleros y, obviamente, de algunos políticos de altos vuelos; pero del pueblo en sí, nada de nadad de utilidad pública, al contrario, pues los antiguos propietarios a los que les expropiaron sus terrenos que les pertenecían ancestralmente, se vieron en la necesidad de tener que emigrar o en algunos caso, pasar a ser trabajadores en esos grandes hoteles construidos en donde desde siempre habían vivido, pescado y disfrutado de una vida sana por generaciones hasta que les cayó el chahuistle, por el pecado de tener sus antiguos pueblos de pescadores en lugares de hermosas playas.
A principios de este siglo XXI un comerciante que se surtía en el Mercado de Abastos en la capital nayarita, me comentó que uno de sus compadres se despertó con la sorpresa de que un terreno que tenía cercano al Mar, en la costa sur de Nayarit, lo habían cercado con malla ciclónica. Que tenía cuatro trabajadores que le daban mantenimiento a ese terreno y que una mañana llegó uno de estos trabajadores a comunicarle que habían alambrado su terreno y que había gente armada que no los dejaron a entrar a limpiar. Al hacerse presente en ese lugar, vio que había unos policías que le dijeron que ellos no sabían nada, que los habían mandado a cuidar que nadie entrara.
Entonces se dirigió a la cabecera municipal a investigar qué había pasado, aunque primeramente había hablado con el síndico del ejido, quien fue el que lo mandó a la presidencia municipal; ahí le dijeron que todo lo tenía que arreglar en Palacio de Gobierno de Tepic, que de allá venía todo. Como su compadre vio y sintió mucha presión, prefirió un mal arreglo que, a un buen pleito, y tan, tan. Fin del asunto.
Coincidentemente me encuentro a este comerciante en el Centro Histórico de Tepic, me comenta que tiene un problema con un terreno que tiene en la costa sur de Nayarit, que fue al Palacio de Gobierno y que de ahí lo habían mandado a la Fiscalía del estado, en donde le dijeron que su terreno había sido “señalado” con irregularidades, por lo que trajo las pruebas de la legalidad de la posesión con la que ya tiene más de 30 años y que cuenta con las escrituras ante notario público, que puede demostrar cómo y a quién se lo compró, que todo está legal y que jamás había tenido problemas. Ambos recordamos aquella plática en el mercado de abastos de Tepic a principios de este siglo, diciendo que su compadre también pudo demostrar su propiedad, pero como su terreno estaba más cercano al Mar que el de él, pues no pudo hacer nada en aquellos aciagos días.
Comentó este comerciante que existe una gran inquietud entre varios de sus vecinos que tienen terrenos cercanos al suyo, pues la mayoría ha recibido requerimientos para que se presenten ante Catastro para verificar sus propiedades; esa desazón los ha hecho organizarse para mandar una carta abierta para llamar la atención de la presidenta, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, para que tome cartas en el asunto y que mande a la SEMARNAT, a la SEDATU a ver qué está pasando.
Sea pues. Vale.
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