Los librepensadores no se dejan manejar ni manipular
Sergio Mejía Cano
26 de Septiembre de 2024
Ahora que se ha corrido la noticia de que la aún presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo no invitó al rey de España, Felipe VI, se han desatado voces a favor y en contra de esta determinación. En mi ámbito de conocidos, amigos y familiares han surgido voces que dicen que no queda duda de que Claudia está siguiendo nada más lo que le ordena el todavía presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Y en este tono en algunos medios de información, así como en las redes sociales se ha tildado a la doctora Sheinbaum Pardo de que será un títere manejable y fácil de manipular por AMLO; lo asombroso es que lo mismo piensan algunos de mis allegados. Sin embargo, lo más probable es que no sea así, pues de acuerdo a lo que se ha documentado en partes de la biografía de Claudia, se dice que desde niña ha sido educada como libre pensadora, de tener siempre presente la consciencia de la lucha social, de la razón y de la justicia, de no abusar de los más débiles, etcétera.
Una cosa es que la doctora Claudia diga que seguirá con el legado que deja AMLO y otra es que esto signifique sumisión y estar al mande usted del presidente saliente, como si fuera a haber un Maximato estilo Plutarco Elías Calles, a quien históricamente se le ha ligado con la imposición de al menos cuatro presidentes de la República, incluso al tata don Lázaro Cárdenas del Río; sin embargo, este último puso en su lugar al autollamado jefe máximo de la Revolución, mandándolo al exilio, aunque este no será el caso de Sheinbaum y AMLO, pues según él mismo ha dicho constantemente que se retirará de toda vida política y que se irá a su rancho en Palenque, Chiapas, incluso recientemente anunció su renuncia al partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), partido político que, junto con otras personas ayudó a fundar, incluida la misma Claudia Sheinbaum Pardo.
Algo que caracteriza a los librepensadores es que no permiten ser manejados ni manipulados por nada ni por nadie más que el bienestar social, de respetar todo tipo de pensamiento y creencias, de vivir y dejar vivir en el entendido de que cada quien es responsable de sus propios actos y decisiones; y es más, en una de sus conferencias matutinas cuando le preguntaron a AMLO si le iba a dar consejos o sugerencias a la doctora Claudia, AMLO respondió que tal vez algunas precisiones en cuanto a los pendientes que pudieran quedar sin resolver tanto en cuestión de finanzas o de cualquier otra cosa referente a la sucesión y, en cuanto a consejos o sugerencias, el mismo AMLO dijo enfáticamente que no, porque ella, Claudia Sheinbaum, no lo permitiría.
Y esto es precisamente el meollo del asunto: un libre pensador, en este caso libre pensadora, jamás permitiría que alguien le diera órdenes fuera de lo que dicta nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ni permitiría qué hacer o qué decir; escuchar sugerencias respecto a un mejor proyecto del que se tiene ideado, quizás, pero no aceptar a ciegas sugerencias y consejos fuera de orden.
En cuanto que alguien piense que al no invitar la doctora Claudia Sheinbaum al rey Felipe VI a su toma de posesión, pues ella misma ya lo ha aclarado recientemente al decir ente loe medios que esto no significa rompimiento de relaciones con España, sino únicamente lo que se pide es respeto. Y esto tal vez debido a al desdén que ha mostrado y demostrado el rey de España al ni siquiera tener un mínimo de educación para responder la carta que una vez envió AMLO solicitando a España pedir perdón a México por las atrocidades que cometieron los españoles al invadir esta parte del Continente Americano.
Se entiende claramente que los españoles y los mexicanos de hoy no son los mismos de los siglos XV, XVI, XVII, XVIII y XIX; sin embargo, como la historia la hacen los vencedores, tal vez a los españoles de ahora les siguen diciendo que históricamente los españoles llegaron a América a civilizar a sus habitantes, a educarlos, a quietarles el salvajismo, etcétera; pero quizás omiten decirles a los españoles actuales que se llevó a cabo un genocidio, que se destruyeron grandes culturas, así como edificios y ciudades que en su momento sorprendieron enormemente a los invasores, incluso a muchos de ellos que habían conocido grandes ciudades europeas de aquel entonces.
Pero el rey Felipe VI no se dignó siquiera en responder la carta que le envió AMLO, dando claras muestras de que en su interior posiblemente siga considerando a los mexicanos como seres inferiores.
Sea pues. Vale.
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