Fascismo mexicano en puerta
Octavio Camelo Romero
09 de octubre de 2013
Las represiones gubernamentales a los movimientos contestatarios no son nuevas ni se van a terminar en este sexenio. Todavía retumban los reclamos de cuando los normalistas guerrerenses protestaban por el cierre de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” para imponer a Eugenio Hernández García como director del plantel no obstante de haber sido señalado de anti-pedagogo y represor. También de la demanda de ampliación de la matrícula a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Y más resuenan los ruidos de las metrallas accionadas contra los estudiantes normalistas.
La Normal Rural de Ayotzinapa es un centro educativo para mestizos e indígenas. Sus alumnos y recién egresados se caracterizan por tener una capacitación pedagógica y disciplinar de alta calidad, por ser conscientes de la situación del pueblo mexicano y por sentir lo que la mayoría de los marginados sienten. Los nayaritas no somos ajenos a la Normal Rural de Ayotzinapa Guerrero. Nuestro ex-gobernador Roberto Gómez Reyes fue de esos normalistas inquietos y luchadores. Hizo lo que muchos utilizaron en su contra cuando el "pueblo" lo llevó a la gubernatura de Nayarit: Arreo la Bandera Nacional para en su lugar izar la bandera "rojinegra" de una huelga que tenían. Y para aquel entonces esa acción era "descomunal". Sin embargo y no obstante que las vías democráticas estaban clausuradas por los artículos 145 y 145 bis, no llegó el agua al río. Hoy por mucho menos que eso disparan contra los muchachos de ambos lados como queriendo matarlos como en Tlatelolco mataron a los universitarios en 1968.
Para justificar la represión se montaron varios escenarios. En uno de ellos aparecen supuestos estudiantes con granadas, fusiles de asalto AK-47 y armas cortas de grueso calibre.
La administración pública pasada fincó responsabilidades a los alumnos por el fracaso educativo mexicano. El alumno tiene ciertos comportamientos porque los ha aprehendido en la Colonia, en el Barrio, en la Familia, en la Escuela, en el Salón de clases, etc. En ningún momento es responsabilidad del alumno, en todo caso es responsabilidad del Gobierno y de su fracaso educativo. Si se trata de reprimir, los primeros que deberían ser reprimidos serían los altos funcionarios tanto de la SEP como del SNTE. Y de "allí pa'bajo". En otras esferas habría que enjuiciar a Ernesto Zedillo Ponce de León, a Josefina Vázquez Mota y a todos los que han pasado por la Secretaría de Educación en los niveles de alta responsabilidad.
Hoy se culpa al magisterio de ese fracaso educativo y bajo la idea de un régimen despótico y autoritario, se pretende reprimir a quienes no se disciplinen a los burócratas en el poder temporal, aplicándoles un examen para quien no lo pase, sea promovido al desempleo. Esa amenaza se elevó a rango constitucional. Sin embargo tan pronto surgieron los movimientos magisteriales en contra de eso que llaman “Reforma Educativa”, se implementaron varios escenarios para reprimir a los manifestantes. Uno muy visto desde antaño fue el de infiltrar en las marchas a jóvenes “halcones” para provocar y agredir a la policía con el propósito de justificar la represión de las “fuerzas del orden”. De esa manera los maestros son restringidos en sus derechos de manifestación, son golpeados sus dirigentes y resultan los policías los héroes de la película. Y en esta acción represiva están involucrados el PRD, el PAN y el PRI, o mejor dicho, los partidos políticos del “Pacto por México”.
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