Reflexión sobre el Área de Ciencias Sociales y Humanidades (debate)
César Ricardo Luque Santana
08 de octubre de 2013
En memoria de Hugo Zemelman
En el siguiente escrito doy continuidad a mi participación en el panel de reflexión sobre el Área de Ciencias Sociales y Humanidades (ACSyH) realizado el lunes 30 de septiembre y que publiqué aquí mismo el viernes 4 de octubre. Luego de las ponencias se dio un breve pero importante debate entre los panelistas tocándome cerrar la discusión, donde aproveché para retomar algunos puntos que me quedaron en el tintero, así como las otras ponencias que escuché con atención y los comentarios del debate que me antecedieron.
Dentro de los temas que retomé, fue la REFORMA que hicimos al PLAN DE ESTUDIOS original que como mencioné en su momento, nos sirvió para enmendar un error curricular que habíamos venido arrastrando y que habíamos subsanando de algún modo pero que por un buen tiempo fue una piedra en el zapato. Sin embargo, el cambio fundamental fue en el diseño curricular donde procuramos que hubiera menos saturación de unidades de aprendizaje, más tiempo para la investigación de los estudiantes en los últimos semestres de cara a sus tesis, la ampliación de un semestre más para darles a los estudiantes mejores condiciones de estudio (menos asignaturas por semestre en forma decreciente), una mejora significativa en las salidas terminales manteniendo filosofía de la ciencia e incorporando filosofía de la cultura, ética contemporánea, filosofía política y filosofía práctica (divulgación filosófica), trasladando la formación pedagógica y didáctica (que venía siendo una salida terminal)a la parte obligatoria del plan de estudios, entre otros cambios significativos.
Mencioné brevemente los factores que vienen incidiendo negativamente para la ACREDITACIÓN de la carrera pues como dije en su momento, seguimos presos del inmediatismo y rebasados por un exceso de actividades que nos han limitado a hacer investigación de manera más intensa tomando en cuenta que existen los perfiles académicos para esas tareas y para que empecemos a buscar acceder a los perfiles de profesores de calidad o Promep y del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), situación que en parte se ha visto obstaculizada por la ausencia de requisitos ajenos a la academia, por ejemplo, la mayoría de las basificaciones de nuestros compañeros han sido muy recientes, aunado a que invariablemente y sin tomar en cuenta perfiles y trayectorias, se les han dado las categorías laborales más bajas y por ende las peor pagadas. Sumado a estas dificultades ha hecho falta una REVISTA ARBITRADA del Área que permita a nuestros investigadores tener una opción propia para publicar, entre otros problemas que sin duda pronto habrán de superarse.
Enfaticé que las actividades de DIVULGACIÓN, ya sean institucionales o a título personal, carecen de valor para la administración en términos de puntos para las becas y otros estímulos, no obstante que se supone que la extensión universitaria es una de las funciones sustantivas de la universidad. Desde luego que no se trata de avalar cualquier cosa sino de establecer parámetros o requisitos para que tengan un valor científico en el plano de la divulgación. Hay asimismo una diversidad de actividades o manifestaciones como los blogs, páginas webs, artículos periodísticos, plataformas para los estudiantes (como el que tiene el maestro Marcos Olvera de Ciencia Política) o la creación de materiales didácticos en cd´s o disponibles en Internet (en su página personal) como los que hace el maestro José Luis Olimón en filosofía, los cuales son de una enorme calidad. En estos últimos casos, se trata de la famosas TIC´s o Tecnologías de Informática Computacional que se usan como recursos didácticos directos, pero que en algunos casos también pueden ser utilizados para un público más amplio.
En cuanto a la propuesta del PAPEL DE LA FILOSOFÍA COMO VERTEBRADOR del resto de las licenciaturas del Área, se aclaró que en modo alguno se reclama un privilegio especial, pues a un panelista le metió un poco de ruido esa idea. Se insistió simplemente que las ciencias particulares necesitan un componente filosófico que les dé una visión de conjunto (para evitar que la especialización las reduzca a un uso meramente instrumentalista) y que la necesidad de autorreflexión permanente de toda ciencia particular requiere del empleo de la metateoría. En otras palabras, no estamos diciendo que necesiten filósofos pero sí que necesitan filosofía del mismo modo que la filosofía requiere de la ciencia porque hoy más que nunca ambas se necesitan mutuamente.
Independientemente de esta relación, hubo varias voces que coincidieron en que habría que ahondar los vínculos internos o INTERDISCIPLINARIEDAD entre las distintas carreras en proyectos conjuntos de docencia, investigación y extensión para salir verdadera y definitivamente del modelo napoleónico y con ello de los excesos disciplinarios, si bien habría que tener cuidado con deformar las disciplinas clásicas con híbridos que romperían su identidad. Sin duda este último punto de la interdisciplinariedad fue el que más se comentó, aclarando que no se está diciendo que no existen vínculos entre las diversas licenciaturas, sino que debiera potenciarse y enriquecerse. Espero que pronto estemos ahondando en este tema y que podamos partir de un diagnóstico de cómo sean dado históricamente las relaciones entre los programas del ACSyH y como se están dando en el presente.
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