El FMI no da una
Octavio Camelo Romero
08 de octubre de 2013
El Fondo Monetario Internacional fue creado después de la segunda guerra mundial como Institución Supranacional para regular los flujos internacionales de capital y las políticas monetarias de los países del planeta. Hace algunos ayeres dijimos que sería dirigido por la francesa Christine Lagarde quien asumiría el cargo de Directora Gerente del FMI y a la vez, de Presidenta del Directorio Ejecutivo por un periodo de 5 años.
Y señalamos en aquel entonces que el FMI estaba constituido por 187 países miembros y por 24 sillas en el Directorio Ejecutivo. De esas sillas únicamente USA, el Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, China, Rusia y Arabia Saudita tienen silla individual, esto es, no la comparten con nadie. Señalamos que esos ocho países constituían el "G 8" de las finanzas mundiales. Las sillas dependen del peso económico de los países y representan un peso específico en la votación ponderada. USA retiene un 17% del poder del voto y el bloque europeo un 35%. Juntos hacen más del 50% de los votos. Sin embargo la presencia de China y Rusia no es despreciable. En las pasadas crisis mundiales China ha jugado importantes papeles ya sea como mercado para dar salida a los inventarios mercantiles paralizados por falta de consumo, o bien como área de inversión para aquellos capitales improductivos o también como financiera aportando al mundo de dinero fácil y barato. Y Rusia además de su estatus económico se ha desempeñado como garante de la estabilidad mundial y salva guarda de los intereses del capitalismo mundial, como lo ha puesto en evidencia en los conflictos de medio oriente, de Siria, etc.
No es difícil darnos cuenta de que la Sra. Lagarde representa los intereses de la Comunidad Económica Europea y de los grandes capitales del mundo. Se propone fomentar el dominio del capital financiero internacional. Más no obstante sus pretensiones, el capitalismo mundial todavía no supera sus crisis.
Barack Obama hasta el momento no ha logrado reactivar la economía de USA. La zona euro está convulsionándose. Japón no atina a incrementar su crecimiento económico. Desde luego que la estrategia de Obama de generar empleos para fortalecer el consumo interno de EE.UU y con él reactivar la economía, es correcta. Sin embargo no lo apoyan decididamente los conservadores de su país, que son coincidentes con las políticas del FMI. El impulso a la robótica se traducirá en una tecnificación, en un abatimiento de costos unitarios pero también en más despidos de trabajadores por ser estos sustituidos por la robótica. Países como China han demostrado con hechos los beneficios de las políticas opuestas a las políticas impuestas por el FMI a ciertas naciones como Grecia, España, Italia, México, etc. De seguir por ese comino neoliberal seguramente no tardarán las revueltas populares.
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