2 de octubre sí se olvida, por algunos
Francisco Cruz Angulo
04 de octubre de 2013
El pasado 02 de octubre fue día de duelo nacional decretado por el Congreso de la Unión en el 2011 durante el Gobierno de Felipe Calderón.
Desde hace 45 años los líderes históricos del movimiento estudiantil de 1968 encabezan una marcha por las principales avenidas de la Ciudad de México, desde la plaza de Tlatelolco (donde ocurrió la masacre estudiantil) hasta el Zócalo capitalino. El pasado miércoles culminó en el Ángel de la Independencia debido a que el Zócalo es hoy centro de acopio de alimentos destinados a los miles de damnificados que dejaron los ciclones “Manuel” e “Ingrid”.
Lamentablemente durante el recorrido un grupo de encapuchados que se autodefinen como anarquistas realizaron acciones vandálicas destruyendo y saqueando tiendas y utilizando bombas molotov, y con tubos y piedras arremetieron en contra de la policía capitalina que resguardaba el transitar de la marcha. De esta embestida vandálica fueron heridos más de 30 policías y se detuvieron alrededor de 50 jóvenes en plena flagrancia delictuosa.
A esa marcha conmemorativa se han sumado en los últimos años grupos que utilizan ese acto para exigir demandas al gobierno que nada tienen que ver con las históricas luchas estudiantiles que en aquel año era la libertad de expresión y manifestación, acceso a los medios de comunicación para manifestar sus demandas y diálogo abierto con el Presidente de la República, es decir, ampliar las libertades ciudadanas.
Aquellos tiempos eran de un gobierno antidemocrático y represivo en donde el poder presidencial tenía sometido a todas las instituciones del estado y era impensable que el Congreso de la Unión y los partidos político fueran un contra peso al poder presidencial.
Parece que los jóvenes de hoy no tienen memoria ni valoran que gracias a esas manifestaciones estudiantiles y populares, que llevaron a la muerte y a la cárcel a miles de ellos tenemos hoy en día instituciones democráticas pese a que algunos no lo reconozcan. Señalemos algunos de nuestros avances democráticos:
1. El poder presidencial tiene un fuerte contrapeso en el Congreso de la Unión en donde ningún partido político tiene la mayoría calificada.
2. Tenemos elecciones muy competitivas en todos los estados de la república. Ya no existe un partido hegemónico como lo fue durante 70 años el PRI.
3. Existen órganos electorales ciudadanizados y con cierta autonomía frente al poder gubernamental.
4. Existe una robusta comisión nacional de Derechos Humanos que protege los derechos ciudadanos ante los atropellos de cualquier autoridad.
5. Existen partidos político más consolidados que obligan al poder ejecutivo a definir las prioridades de la agenda nacional y a negociarlas en la ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de cada año fiscal.
6. A partir de esta relación de iguales se ha logrado crear instituciones que obligan al estado a transparentar la información gubernamental y los recursos públicos por medio del IFAI y la nueva Ley de Regulación y Adquisición de Deuda Pública en Estados y Municipios.
7. Otro de los avances democráticos que ha logrado la lucha popular es las aperturas a la mayoría de los medios de comunicación, tanto electrónicos como impresos, salvo algunas excepciones. Hoy más bien lo que prevalece es la auto mordaza.
8. Hoy todo mundo puede manifestarse en las calles y decir lo que quiera sin que haya represión sangrienta en contra de los manifestantes. Al contrario los manifestante tengan o no razón en sus demandas son escuchados y los grupo policiacos algunas veces hasta golpeados y humillados por las turbas callejeras. Claro esto no quiere decir que son blancas palomitas cuando se manejan en la penumbra. Estos hechos los vemos todos los días en las manifestaciones en la Ciudad de México, por ejemplo la actitud controvertible que asumen los profesores afiliados a la CNTE y al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) que a cualquier precio pretenden que se dé marcha atrás a decisiones del Congreso de la Unión como en la recién aprobada reforma Educativa.
Me dio risa y hasta lastima cuando escuché en la pasada marcha del 2 de octubre consigna de la vieja izquierda comunista de la década de los 60´cuando exigían a gritos “queremos diálogo, no represión”; “no queremos reformas, queremos la revolución”, lo que indica la ausencia de ideas y demandas que exige la nueva realidad en que vivimos. Estos jóvenes se quedaron en el pasado y carecen de memoria histórica.
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