Royal Prestige, la única…

Jamás durante mi alargada vida había sufrido tan amarga, indeseable y aterradora experiencia con alguna empresa como la denominada Royal Prestige, dedicada esta a la venta de utensilios de cocina.

Me sugirieron la compra, porque un familiar se beneficiaría al otorgarle comisión cuando se efectuara la transacción comercial. Fue así que en mi propio domicilio particular un agente de Royal Prestige nos dio exhibición de la supuesta calidad de los enseres.

Luego de la perorata, convencidos, decidimos la adquisición de cuatro cazuelas que vinieron a engrosar la cantidad de utensilios de cocina nuestros. El vendedor, representante de Royal Prestige, en el acto manuscrito llenó las hojas color verde que comprometen la compra-venta.

Quedó establecido en el documento que el costo de las cuatro cazuelas de Royal Prestige era de 35 mil pesos, mismo que deberíamos cubrir en abonos fáciles, mensualmente, de poquito más de mil 800 pesos.

Transcurrió el tiempo y sin dilación se cubrían con efectividad las mensualidades. Ni siquiera hubo retraso de un abono, siempre estuvimos atentos al pago puntual. Sin embargo, cuando terminamos de cubrir los 35 mil pesos de las cuatro cazuelas, la “prestigiosa” Royal Prestige nos salió con que deberíamos liquidar 17 mil pesos más por supuesto financiamiento, lo cual no se establece en ninguna parte del documento firmado.

Si hubiésemos sabido de tal agandalle, seguro es que a Royal Prestige lo mandamos a inflar burros por el pivote (por no decir otra cosa más grosera) con todo y sus cuatro cazuelas, dizque fabricadas con material de altísima calidad. ¡17 mil pesos más! Es decir, la suma total sería de 52 mil pesos. Vil atraco de Royal Prestige, empresa, al parecer, en manos de “fifís”.

Tal pareciera que Royal Prestige está sumamente más interesada en la aplicación de medidas coercitivas a quienes nos caracterizamos por ser puntuales en los pagos de adeudo, muy a pesar que nos estemos muriendo de hambre. La exigencia constante es que cumplas.

Desde mayo anterior, fecha en que pagué los 35 mil pesos por las cuatro cazuelas, he recibido infinidad de comunicados, conminándome al pago de abonos atrasados respecto a los 17 mil pesos de adeudo que me inventaron, y para lo cual me externan facilidades. De Royal Prestige he recibido centenares de notificaciones de cobro que van vía llamadas telefónicas, correo electrónico y correo ordinario (ya de poco uso, porque el avance tecnológico lo supera). Para colmo, hasta mi domicilio particular en Tepic asistió una representante de nombre Gabriela Chacón. Por fortuna yo en ese momento no estaba en casa, la atendió mi esposa, sin llegar a ningún acuerdo, pues mi familiar argumentó no tener endeudamiento alguno con Royal Prestige.

Los documentos en cuestión recibidos, las versiones por escrito son de distintas maneras. En la mayoría está la amenaza de por medio. La intimidación se plasma cuando aseguran que mi nombre será enviado al buró de crédito, o bien, actuarán en mi contra al abrir un proceso legal. A ninguno de estos comunicados he dado respuesta, mi silencio ha permanecido desde mayo, fecha en que finiquité totalmente el adeudo de 35 mil pesos por cuatro cazuelas.

Royal Prestige me dice en sus mensajes que están muy preocupados por el silencio que he mantenido durante más de dos meses. Sin embargo, me hace una enorme exposición de bancos y otros medios a donde puedo recurrir para ponerme al corriente del adeudo de 17 mil pesos.

Pero he mantenido la boca cerrada porque he procedido a mi defensa legal, pues me parece una injusticia, arbitrariedad, abuso, la pretensión de la “prestigiosa” Royal Prestige, cuya sede es en Zapopan, Jalisco.