Oscar González Bonilla
01 de Julio de 2024
Está no solamente satisfecho, sino orgulloso en grado sumo, del desarrollo de su actividad en el servicio educativo. Es el profesor Andres García Alvarez, quien prolongados años de su vida magisterial registro alternativa de sucesos prosperos y adversos.
Ingresó a la Normal Urbana a la temprana edad de quince años, pero más ambicionaba cursar carrera militar, o bien, educación física. Para ese efecto debería trasladarse a la hoy Ciudad de México, por tanto, en su mente calculó la imposibilidad económica familiar. Su padre, Manuel García, se desempeñaba como agente de la policía municipal en Tepic, mientras que su madre, María Álvarez, dedicada estaba al cuidado y crianza de seis hijos.
Andrés García Álvarez, es tepiqueño; recuerda que nació por la calle León entre avenida Allende y Abasolo. En escuelas de la periferia hizo estudios. Por ejemplo, preescolar en ´Estefanía Castañeda´ que tenía como directora a Carmen Tarango, primaria en la ´Francisco I. Madero´ con la maestra Ramona Ceceña como directora y la secundaria en el Instituto del Estado que dirigía el maestro Luis Batista Ortega. En esta última tuvo como compañeros de estudios a Celso Humberto Delgado Ramírez, Salvador Sánchez Vázquez y muchos más.
Como única posibilidad visualizó emprender estudios para maestro de educación primaria. La dirección de la Normal Urbana, en esa época, estaba bajo la responsabilidad de Enrique Hernández Zavalza, y alumnos recibían cátedra de José Trinidad Alcántar Maldonado, Raúl Rea Carbajal, Sabino Hernández Téllez, entre otros.
Al egresar muy joven de la Normal, en aquellos tiempos se cursaba en tres años, Andrés García Álvarez se topó con el problema de conseguir plaza, junto con 150 egresados. Acordaron ir con el gobernador Julián Gascón Mercado para proponerle les diera la oportunidad de dar clases gratuitas a personas adultas, lo cual al Ejecutivo le pareció excelente idea. Fue así como surgieron las dos primeras escuelas nocturnas para trabajadores. Para tal fin ocuparon espacios escolares en los edificios de la Gabriel Leyva y Amado Fletes, donde impartían clases de primero a sexto grado de las seis de la tarde a las nueve de la noche. Mediante el titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado, José Amador Gil, el gobernador acordó entregar una compensación a los decididos maestros. ´La recibimos con gusto´.
“Nuestro propósito fue siempre ser maestros federales. Y abrumados por esa aspiración hicimos viajes a México. Después de insistir, se nos abrieron las puertas de la Secretaría de Educación Pública, pero sólo para unos cuantos maestros nayaritas. En lo particular, a mí, me otorgaron plaza de maestro federal en escuela primaria de la Huasteca Veracruzana, en el poblado nombrado Úrsulo Galván, municipio de Álamo, al norte de la entidad”, describe Andrés García Álvarez, cómodamente arrellanado en sillón de la oficina de la secundaria 55 “Prisciliano Sánchez” en Tepic, de la cual actualmente, pese a su luenga actividad magisterial de 57 años, es el director.
A pesar de encontrar en Veracruz inmejorables condiciones de trabajo, en su mente estuvo presente siempre la idea de regresar a su terruño querido. Fue por allá en la cercanía del año 1968 cuando acuden al profesor Federico González Gallo, quien en esa época era integrante distinguido del comité del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación -SNTE-, y mediante su intervención un grupo de 40 maestros nayaritas, diseminados en distintos puntos del territorio nacional, logra incorporarse al desempeño del servicio educativo en Nayarit.
Como maestro de primaria, Andrés García Álvarez fue designado para laborar en Guadalupe Victoria, municipio de San Blas. Luego entregó aprendizajes en la escuela primaria de La Palma, poblado también del antedicho municipio. Es motivante su recuerdo en este lugar, puesto que contribuyó a la fundación de la secundaria por cooperación nombrada Francisco Villa. Por tanto, alternaba como director de la primaria y de la secundaria.
Para lograr su propósito de ser catedrático en escuela secundaria, Andrés García Álvarez estudió en la Normal Superior la especialidad en Historia de México y Universal.
En esa institución, para su asombro, se encontró compañeros de estudio como Liberato Montenegro Villa, Braulio Pérez Valdivia, Antonio Camarena Camarena, José Guadalupe Ríos Espinoza, Aurelio Guzmán Banda y otros, de quienes, a través de su compañía, adquirió grandes enseñanzas. ´Porque ellos ya eran maestros hechos y derechos, solo que también cursaban estudios de especialidad´.
Terminó la especialidad en Historia, pero continuaba su trabajo en primaria. Fue en 1971 cuando le asignaron plaza en secundaria federal del ejido San Felipe Aztatán, municipio de Tecuala. En esta cabecera municipal fundó, junto con maestros como Alejandro Lara Morán, Enrique Figueroa Romero, Carlos Llanos a quien apodaban ´El Country´ y el inspector Gonzalo Rodríguez Pacheco, fundaron un grupo vespertino de primaria. ´De los seis años que permanecí en ese municipio guardo muy buenos recuerdos, porque hicimos una labor social muy importante, como en todas las comunidades donde trabajamos´.
En 1976, Andrés García Álvarez fue enviado a Tepic. Su participación como maestro de secundaria fue en la número 10 “Presidente Cárdenas” que tenía como directora a la maestra Consuelo Ladrón de Guevara Quintero.
El maestro García Álvarez se estrenó en las lides sindicales del magisterio. Su primer encargo fue secretario general de la delegación sindical de la secundaria federal 10. Como delegado participó en congreso de la sección XX del SNTE para cambio de comité ejecutivo, del cual tocó en suerte ser parte durante los periodos de Rubén Alvarado Cendejas, J. Guadalupe Sánchez Jaime y Jesús Espinoza Sánchez.
Se integró a la corriente mayoritaria sindical de la sección XX que lideró Liberato Montenegro Villa. En el equipo que tomó el poder del sindicato, se hallaban el propio Liberato, Braulio Pérez Valdivia, Antonio Camarena y Francisco Alegría Rosas.
En política, correspondió ser regidor del trigésimo ayuntamiento, cuando el presidente municipal fue Braulio Pérez Valdivia, en el segundo periodo de gobierno de Emilio M. González (1984-1987).
Su historial de actividad es prolijo. Sólo agregaré que Andrés García Álvarez estudió maestría en Pedagogía, y Licenciatura en Derecho en la UAN. Incursionó en la masonería como miembro del Centro Cultural Nayarita. Fue director general del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Nayarit (Abasolo entre avenida México y Zacatecas) y Escuela de Trabajo Social. Allí también funcionaba la Preparatoria Del Nayar.
Durante 14 años fue catedrático de la Normal Superior de Nayarit. Como docente fue director de la secundaria 13 ´Nazario Hernández Escanio´. Presidente de la Comisión Mixta de Escalafón (segundo periodo del gobernador Antonio Echevarría Domínguez (2003-2005) y Coordinador Estatal de los Comités Municipales de Educación, entre otros.