“Engañados con la verdad”
Ulises A. Rodríguez
25 de septiembre de 2013
Alguna vez, el ex presidente Adolfo Ruíz Cortines dijo al referirse a la sucesión presidencial de 1958, en la que él heredó la presidencia a su secretario de trabajo: “Yo engañé a los mexicanos con la verdad, engañe también con la verdad a los otros personajes que querían sucederme, pues nunca oculté que mi sucesor sería el Lic. Adolfo López Mateos”.
Ruiz Cortines, el más honesto y hábil de cuantos presidentes hemos tenido, asiduo jugador de ajedrez, siempre mandó señales a quienes ambicionaban sucederlo, de que ellos eran “el verdadero tapado”, principalmente al nayarita Gilberto Flores Muñoz, en ese entonces secretario de Agricultura quien vio con un dejo de amargura que fue derrotado por López Mateos a quien le hizo no pocas barrabasadas –incluso consiguió un acta de nacimiento donde acreditaba que López Mateos era, en realidad guatemalteco, lo cual lo inhabilitaría para ejercer la presidencia- y que su amigo, del cual recibía un trato casi paternal no se atrevió a heredarle el país. Flores Muñoz se engañó con la verdad.
Lo mismo ocurre durante los últimos meses de 2013, en aras ya de la elección local intermedia de julio próximo. Roberto Sandoval engaña con la verdad a varios miembros de su equipo y lo que es peor, éstos personajes se dejan engañar solos por su propia ambición.
Durante el viejo régimen priísta, donde hablar de partido y de gobierno era lo mismo y ambos estaban supeditados a la voluntad del presidente de la república en turno, no era necesario que los gobernadores se preocuparan por nombrar a su sucesor, de eso se encargaban en “Los pinos”. Después de 1946, cuando Flores Muñoz asumió la gubernatura, éste impuso a su sucesor y al sucesor de éste –José Limón Guzmán y Francisco García Montero-, pero para ello contó con la venia del presidente; Julián Gascón fue impuesto así por López Mateos y Díaz Ordaz no vio mal la recomendación del Dr. Gascón Mercado de dejar que su secretario de gobierno, el economista Roberto Gómez Reyes gobernara Nayarit; Flores Curiel llega en el 76 a palacio de gobierno, como pago de Echeverría por su participación en el “jueves de corpus”. Emilio M. González, Celso Humberto Delgado y Rigoberto Ochoa fueron también impuestos desde los pinos. Antonio Echevarría Domínguez llega en condiciones políticas totalmente diferentes, que no tuvo la capacidad política de sobrellevar, puesto que pudo más su soberbia, sin embargo hay que decir que el estado le debe reconocer a Toño que fue él, el primer gobernador al menos en veinte años, que no llegaba con las manos manchadas de sangre y entregaba su gobierno igual, sin haber mandado matar a nadie. Fue también un administrador eficiente, que supo enderezar las finanzas del estado y acrecentar su riqueza personal paralelamente. ¿Fue honesto? No lo creo. ¿Fue mejor que sus antecesores? Sin duda alguna. Toño no pensó que se le fuera a ir el poder de las manos, nunca se preocupó por preparar cuadros que pudieran sucederlo y ese fue un error grave. Lo mismo hizo Ney, quien creyó que al meter a Raúl Mejía al senado, tenía ya a su sucesor en la incubadora. Cuando menos pensó Ney, Roberto ya era imparable en su carrera por la gubernatura –sin importar el partido que lo hubiera postulado-, un error que sin duda, no estuvo dispuesto a cometer el actual gobernador de Nayarit.
Me dice una amiga muy cercana al diputado federal Roy Gómez Olguín, que semanas antes de rendir protesta como gobernador, Roberto Sandoval le indicó a quien había sido su colaborador en el ayuntamiento de Tepic, que no lo nombraría como secretario en su nuevo gabinete, que la instrucción que le dio fue ir a “hacer talacha” en el PRI municipal y le anticipó que lo necesitaba ahí porque el próximo año, lo postularía como candidato a diputado federal por Tepic. La indicación no era solo esa, también le dijo que lo necesitaba en el congreso federal para que viniera a ser alcalde de Tepic en 2014 y después a sucederlo en la gubernatura para el 2017, de esa manera, le dijo, se mantendría el equipo. No obstante, en plena campaña electoral de Roy y al ver que no prendía la campaña de quien se denomina a sí mismo “maestro universitario”, lanza al ruedo a Gianni Ramírez, secretario de obras públicas, como “coordinador de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto en Tepic”. Un nombramiento que habilitaba a Ramírez Ocampo como eventual candidato emergente, en caso de que Roy siguiera bajo en encuestas y ante la eventualidad de que el Ing. Amado Rubio no aceptara el dinero que se le ofreció –para reponer los gastos hechos en 2011 y un poco más- a cambio de que renunciara a la candidatura del PAN a diputado federal por Tepic, como finalmente sucedió.
Apenas arribó Roy al congreso, me dicen que recibió una nueva instrucción: que ya no sería él el candidato a Tepic en 2014, así que le aconsejaron ahorrar sus dietas –así se le llama al salario de un legislador- y ya no preocuparse por su futuro político, pues ahora el delfín de Sandoval era Gianni Ramírez.
“Con el Ing. Gianni, Roberto tiene muchos intereses en común, el gobernador es socio en al menos 3 de las 4 constructoras que Gianni tiene, con prestanombres naturalmente, y que son las que ganan las licitaciones más importantes de obra pública en Nayarit, un gran número de ellas por la vía de adjudicación directa”, me comentó la misma persona. Los intereses económicos de Roberto Sandoval son los que marcan las directrices de su gobierno y de su forma de orientar políticamente a su grupo.
Mención aparte merece Carlos Saldate, el diputado local que regala casas y explota taxistas. Quien creyó que le bastaba con ser compadre de Roberto Sandoval y con hacerse un by pass gástrico -que lo dejó con enorme parecido a alguno de los personajes de Eugenio Derbez- para ser candidato a Tepic. El mismo Saldate debe saber que nunca tuvo posibilidades reales de ganar la candidatura del PRI –que se decidirá por la voluntad de Sandoval-, por ello seguramente en su discurso del sábado pasado pidió democracia en el método de selección de candidatos el próximo año.
Roberto ha jugado y los ha engañado con la verdad a todos, sabedor de sus complicidades con cada uno de ellos y que todos, sin excepción le guardan fidelidad. Ninguno, ni Roy, ni Saldate, ni tampoco Gianni tendrían los arrestos de buscar una opción distinta al PRI- Sandovalista, como forma de acceder a una candidatura en 2014. Hoy, seguramente ellos saben que el candidato de su jefe es Antonio Echevarría García. Con “Toñito”, Roberto realiza una jugada maestra ara preservar sus intereses, pues el apoyo que le da al joven empresario no es de ninguna manera gratuito. Entre ambos ha habido, desde hace meses, intercambio de piropos, al único de sus antecesores que reconoce públicamente el actual gobernador, es justamente a Antonio Echevarría Domínguez y la relación con la mamá del aspirante priísta, no es mala.
¿Podríamos especular un poco? ¿Roberto Sandoval haría a un lado a un socio tan importante como Gianni Ramírez, parte de su equipo político original, de no ser porque apareciera alguien con quien tuviera intereses políticos y económicos superiores? ¿Apoyaría Sandoval a un cuadro como Echevarría García, si éste no le hubiera garantizado ya continuidad, complicidad e impunidad en Tepic para el próximo trienio y eventualmente, durante el próximo sexenio? ¿Qué pasará con la senadora Martha Elena, la veremos en un acto del PRI apoyando a su hijo –y nadie pudiéramos culparla por eso- o acaso debemos esperar el tránsito de la bancada panista en el senado a la bancada tricolor, como parte de un acuerdo político entre el gobernador y los Echevarría?
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