Posibles inversiones que no fructificaron en Nayarit
Sergio Mejía Cano
13 de Mayo de 2024
Si bien se dice que no es ético escribir sobre asuntos personales en una columna de opinión, en ocasiones es necesario para dar el enfoque de lo que se trata de explicar.
En mi vida activa como empleado ferroviario en la categoría de conductor de trenes, al estar cubriendo una vacante en una corrida de trenes de carga, de Mazatlán, Sinaloa a Tepic, Nayarit y viceversa, el 27 de febrero de 1995 soy llamado para salir trabajando en un tren extra a la 01:40 horas. Era un tren especial con flete perecedero, pues nada más se transportaban dos plataformas con dos tanques refrigeradores con producto lácteo, es decir, según el conocimiento o guía de embarque, decía que el contenido era leche.
Acompañaban a la tripulación un oficial de la empresa Ferrocarriles Nacionales de México y un agente especial de la misma empresa, perteneciente a un departamento de la empresa ferroviaria que atendía cualquier asunto que se pudiera presentar a los trenes en su recorrido; estos agentes especiales eran los que se hacían cargo de atender cualquier tipo de contingencia que pudiera ocurrir en donde ocurriera.
De acuerdo a las instrucciones generales de la empresa ferroviaria, los trenes manejando flete perecedero podrían asumir la velocidad de los trenes de carga, es decir, a 90 kilómetros por hora, siempre y cuando el equipo rodante contara con muñones a rodamiento, es decir, de los modernos que no ocupaban lubricación cada determinado tiempo; pero con la salvedad de que en los tramos restringidos por tramos curvos o peligrosos, estos trenes de carga perecedera tenían que asumir la velocidad de los trenes de carga. Sin embargo, como eran pocos estos tramos, casi todo el recorrido de Mazatlán a Tepic se realizó a la velocidad de trenes de carga.
En todo el recorrido tuvimos nada más una demora de 15 minutos en estación Corte, entre estación Roseta y Mango, ya en Nayarit, al tener que esperar a un tren de carga rumbo norte. Así que arribamos a la capital nayarita a las 07:40 horas, haciendo un recorrido de 06:00 horas en todo el trayecto.
El oficial de la empresa ferroviaria que nos acompañaba en este viaje comentó que era un recorrido de prueba debido a que se pretendía establecer una planta lechera en Tepic, Nayarit, por lo que se estaba probando el tiempo de recorrido desde la frontera norte de Nogales, Sonora a Tepic, por lo que, si esto era viable, entonces quizás no habría problema alguno con los inversionistas que tenían en la mira establecer esa industria lechera en la capital nayarita.
Sin embargo, al parecer todo quedó en puro proyecto, porque después se supo que a esas plataformas cargando tanques con leche, se les había hecho seguir más al sur, supuestamente porque el entonces gobierno del estado de Nayarit, les había puesto muchas trabas burocráticas a los posibles inversionistas que pretendían establecer en Tepic una planta de productos lácteos. Así que no faltaron antiguos ferroviarios que esto era ya común, pues anteriormente una planta armadora de automóviles también se quiso poner en Nayarit, pero que, por lo mismo, por trámites burocráticos y posibles moches, los inversionistas se decepcionaron de tal modo que mejor se fueron a otra entidad.
Posteriormente se rumoreó que lo mismo había pasado con una planta cervecera que pretendía establecerse en la capital nayarita o en algún otro municipio, pero que no fue posible, precisamente debido a esos trámites burocráticos y no ponerse de acuerdo con los gobiernos de aquel entonces. Eso que lo que corrió como rumor, aunque jamás se aclaró el asunto del todo.
Según personas versadas en cuestiones de inversión en Nayarit, muchas de estas inversiones no se han dado posiblemente por ver poca fructificación al invertir a gran escala en esta entidad, debido a estar Nayarit aprisionado con dos entidades gigantes en comparación con la capital nayarita o sus municipios, pues Nayarit está encerrado entre Jalisco y Sinaloa, pues Jalisco es una entidad altamente industrial, por lo que a lo largo del tiempo ha acaparado muchas de las inversiones industriales. Y si bien el estado de Sinaloa es más bien considerado como uno de los grandes graneros de México, al igual como el estado de Sonora, la mayoría de los inversionistas prefieren Jalisco o Sinaloa, para invertir.
Además, también tuvo mucho en la década del 2010 la inseguridad que se presentó en Tepic, cuando aquellas terribles balaceras; pero ahora se dice que la inversión la están impidiendo la regularización de los terrenos.
Sea pues. Vale.
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