Lo prohibido llama más la atención
Sergio Mejía Cano
08 de Abril de 2024
No cabe duda de que cada día vamos más para atrás en cuestión de la libertad de expresión. La oposición y demás adversarios del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ya han logrado que elimine o modifique determinadas conferencias matutinas; pero ahora pretenden que se prohíba la venta de su más reciente libro cuyo título es “Gracias”, dizque porque su contenido va en contra de la veda electoral.
El problema es que este libro apareció días antes de que comenzara dicha veda; sin embargo, lo que va a pasar o ya está pasando es que tal vez se haya incrementado la venta de este libro en cuestión, pues es muy sabido que lo prohibido llama más la atención; tal y como sucedió como cuando el entonces secretario de Hacienda en el sexenio de Vicente Fox Quesada (2000-2006), Carlos Abascal Carranza, protestó enérgicamente porque en el colegio de una de sus hijas les habían sugerido leer pasajes de la novela “Aura”, del escritor mexicano Carlos Fuentes. Así que por el mitote que armó este señor y se dice que también originó que suspendieran a la maestra que había sugerido la lectura de este libro, hizo que prácticamente se agotara en las librerías esta publicación.
Respecto al libro de AMLO que pretenden sus adversarios que se prohíba, ¿qué es lo que se podría hacer en este caso? Ni modo que lo modifique o borre lo que no les gusta a dichos adversarios; podría ser que se suspendiera la venta hasta pasando los comicios electorales, pero el hecho es que hasta que esto posiblemente suceda que, a la mejor no pasa del puro ruido mediático, este libro ya salió a la venta desde hace tiempo y, debido a este argüende que han hecho los detractores de AMLO, quizás ya hasta se haya agotado esta edición; así que lástima Margarito, ya no hay marcha atrás.
Ahora bien, según ha comentado el mismo AMLO, este libro contiene datos históricos, así como su lucha social desde que inició su vida política y, ya como presidente señala sus iniciativas de ley, programas sociales, etcétera, cosas de las que ya está enterado la mayor parte de la ciudadanía; no nada más los que ya leyeron este libro o que ya lo tienen en su posesión, sino por ciudadanos que ven y oyen las conferencias matutinas pasadas y recientes o por quienes interesados en lo que pasa en el país se informa en toda clase de medios informativos, así como en las redes sociales ya sea que hablen bien o mal de la actual administración, porque ni modo que la gente del entorno en donde se han hecho las recientes obras por parte del gobierno federal no estén conscientes de ello al verlas y comprobar que no son elefantes blancos tal y como lo afirma la oposición.
En cuanto a que lo prohibido llama más la atención, es bueno recordar lo que sucedió en el año 2002 cuando se pretendió que no se exhibiera la película “El crimen del padre Amaro”, supuestamente por atentar contra las creencias religiosas y más, porque bajo el manto de la Virgen la pareja protagonista de esta película tenía relaciones sexuales, además de otras situaciones que se decía, ofendía a la Iglesia Católica, así como a sus feligreses. ¿Y qué pasó con todo el ruido mediático? Pues que hubo largas filas en los cines para ver dicha película, haciendo que su proyección se alargara en cartelera por varias semanas.
Todavía hasta mediados de los años 60 del siglo pasado, por lo menos en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en la mayoría de los templos católicos había un pizarrón al que la gente le decía “Índex”, en donde se indicaba a los feligreses qué libros no leer y, según mis ancestros, hasta libros de historia y de la Revolución Mexicana eran los prohibidos en aquellos años. Una tía abuela mía llegó a comentar que en vez de no leer esos libros que prohibía la Iglesia, los compraba y le sirvió para abrir los ojos respecto a muchas cosas. Un claro ejemplo de que lo prohibido llama más la atención de la gente; obvio, que de la gente a la que gana más la curiosidad y no a las personas pasivas que se conforman con lo que les dicen u ordenas en su templo.
Pero como se dice coloquialmente: cada quién, ya que hoy en día que están en campaña política la mayoría de los candidatos a puestos de elección popular, se han desatado las campañas sucias principalmente en contra de los candidatos identificados con la cuarta transformación, campañas en las que infortunadamente hay gente que se deja llevar y cree en las infamias que ahí se dicen, siendo que no son más que lo que hacían los políticos en los pasados sexenios.
Sea pues. Vale.
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