Chisgarabís
Oscar González Bonilla
27 de Febrero de 2024
PERIODISTAS CABEZONES
La invitación a conferencia de prensa, como muchas otras, fue abierta a través de grupo de whats app (qué dices) para presentación formal en sociedad del movimiento “Nosotros”, capítulo Nayarit, razón por la que consideré no iba a aventurar, sino que con plena seguridad sería aceptado.
A uno de los salones del hotel Fray Junípero en Tepic llegué con anticipación a la hora de la cita (9:00 horas). Fui recibido de abrazo por Carlos Rea y enseguida por Raúl Alamillo, ambos docentes de la Unidad Académica de Ciencias Políticas y Sociales de la UAN. Enseguida noté que el grupo de organizadores batallaba para poner en sintonía la computadora con la imagen proyectada en la pared.
Poquito antes del arranque al pequeño salón llegó buen número de compañeros periodistas. Como es costumbre, la batería de cámaras de video con sus respectivos operarios se colocó en primer plano, distancia tan corta que hasta pueden meterse en la mente del conferenciante. Pero además la audiencia estaba compuesta por representantes de organizaciones de la sociedad civil, movimientos sociales y colectivos ciudadanos, la sillería era mayormente ocupada por éstos.
Con cinco personajes instalados en la mesa del presídium dio comienzo la conferencia. Raúl Alamillo Gutiérrez fue el de la voz cantante. Gozoso explicaba que “Nosotros” ha sido presentado en 20 estados del país, siendo su epicentro en la Ciudad de México bajo el patrocinio del Dr. Mauricio Merino, es un movimiento nacional político ciudadano pero apartidista empeñado en la aplicación efectiva de la ley, en la defensa de los derechos humanos, buen uso de programas sociales del gobierno, impartición de justicia, eficiencia en los servicios públicos, contra la corrupción e impunidad en el servicio público y el cargo político, etcétera, etcétera, etcétera.
Fluía la exposición, cuando de repente una voz entre la audiencia exigió el retiro de la fila de camarógrafos porque impedía “ver y escuchar al compañero”. Se oyó que esa persona estaba encabronada. Muy a pesar que Alamillo hizo análisis de la razón técnica y ofreció disculpa por lo que consideró un exabrupto, los camarógrafos abandonaron el lugar.
El reportero audaz Rafael González Castillo y su servidor, que nos encontrábamos en primera fila, decidimos solidarizarnos con los compañeros amonestados. Al salir dije a los asistentes: estamos muy cabezones, por tanto, les impedimos ver al presídium. Emprendimos la retirada, pues ya antes Rafael me había comentado al oído: “Esto es (la conferencia) para intelectuales.
Suele ocurrir que en ocasiones citan a conferencia de prensa, pero los asientos son ocupados casi en su totalidad por simpatizantes. No hay conciencia del protagónico papel que en ese acto juegan los representantes de los medios de comunicación. No hay moral.
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