Pepillo Espinoza fue quien inicialmente se reunió dizque con veintiún permisionarios del transporte público de Nayarit para entablar negociaciones respecto al tema de las tarifas.
Aún titular de la Secretaría General de Gobierno, Pepillo Espinoza, con base en grandes dotes de negociador comunes a él, logró convencer a los permisionarios (la mayoría favorecidos por el gobierno) de no aumentar el costo del pasaje en el servicio de transporte urbano en los cuatro meses que restan del presente año. ¿Por qué tan poquito tiempo?
Otro gran logro anunciado con bombo y platillo en los medios de comunicación es rebajar el precio unitario de siete a seis pesos en el servicio Premier. Todo “gracias al gobierno de la gente que trabaja por la economía de las familias”. ¡Habrase visto!
No alcanzo a comprender si al Pepillo Espinoza los permisionarios le vieron la cara, o si el funcionario nos la vio a los usuarios, o si actuó por consigna (usted amigo lector ya sabe de parte de quien) a través de retruécanos para alcanzar un objetivo, pero el asunto provocó un merequetengue de risa loca.
Fui uno de los sorprendidos cuando Pepillo Espinoza habló de no incrementar la tarifa sino bajarla en el servicio Premier, inexistente hasta antes de la reunión con los permisionarios, más bien se tomó como referencia el Premier de los últimos años del gobierno de Ney González, servicio que permisionarios foráneos dieron en Tepic desde las instalaciones del CONALEP, al norte de la ciudad, por la avenida México hasta el sitio conocido como Las Banderas del bulevar Tepic-Xalisco, mismo que los permisionarios locales echaron fuera por medio de demanda judicial.
En lo personal reconozco al novedoso servicio de aquel entonces como de primera, comparado al de tercera de años ofrecido por los acaspenistas locales sin verdadera vocación de servicio al público. Ese servicio Premier fue con cómodas unidades, aire acondicionado, paraba en el lugar exacto donde solicitaban bajar y los conductores además de bien vestidos usaban corbata. Pero al paso del tiempo chafeó, ya no hubo aire acondicionado y los choferes fueron sustituidos por macuarros de aquí. Seguramente los dueños advirtieron serían retirados de esta plaza.
Soy usuario del servicio de transporte urbano, hace meses se introdujeron a las diversas rutas cantidad de unidades nuevas, adquiridas por permisionarios a crédito por mediación del gobierno de la gente, desde entonces en estos camiones el precio unitario fue de cinco pesos, con su respectivo descuento a estudiantes y ancianos.
Doy fe de que esa tarifa en los nuevos camiones se mantuvo hasta antes de la reunión de Pepillo Espinoza con 21 permisionarios en las rutas Llanitos-Mololoa, Mololoa-Llanitos, Progreso 3, 4 y 5, así como Valles-Los Fresnos R-24, todas estas unidades de los diferentes puntos de la ciudad por donde transitan me traen a la unidad habitacional Infonavit El Mirador, donde vivo.
Inmediatamente de la autorización impositiva de seis pesos solo en las unidades con calca de servicio Premier, permisionarios muy vivillos al siguiente días amanecieron cobrando ese precio unitario sin importar sus camiones sean chatarra. El aumento de precio era para las unidades nuevas desde hace meses adquiridas por permisionarios a crédito con aval del gobierno de la gente, dotadas con aire acondicionado (mentira, más bien achiflonado) y televisión (una he visto con pantalla de plasma para transmisión de anuncios comerciales, nada más) para comodidad del usuario.
Los permisionarios le vieron la cara al Pepillo Espinoza, quien fue precisado a armar un operativo para frenar la mala intención de afectar la economía de las familias. Cuando el asunto escapó de las manos del secretario general de Gobierno entró al quite el gobernador Roberto Sandoval para aportar lo correspondiente a esta farsa.
Ejemplo del desmadre provocado por el titular de la Secretaría General de Gobierno en el servicio urbano, es que en días recientes al abordar camión de la ruta Mololoa advertía en el parabrisas el logotipo color rojo de servicio Premier, por tanto preparé el pago de seis pesos, pero el conductor me regresó un peso. También tuve necesidad de trepar a una unidad de las que dentro de la ciudad cubren la ruta Tepic-Ahuacate, a cuyo operador entregué cinco pesos y de inmediato me dijo son seis, ni modo a apechugar. Los usuarios estamos pues a lo que dispongan los choferes sobre el precio a la tarifa, por lo cual no es remoto que a fuerza de la costumbre quede establecido el pago generalizado de seis pesos.
Parafraseo aquí a Pica Lica, menos conocido como Sergio Lino Ramírez Barba, “es lo ver…de del zacate, nos la dejaron Ir-ineo Cervantes”.
Fue esta una burda maniobra para incrementar la tarifa, una vil engañifa a los usuarios por parte de la autoridad estatal al decidir impositiva manera unilateral sin el estudio técnico correspondiente, solo para cumplimentar la exigencia de los permisionarios que a crédito adquirieron 200 unidades nuevas hace meses, quienes ahora argumentaron agobio para pagar mensualidades de 28 mil pesos.
Con base en esta experiencia no sería casual que el gobierno de la gente apruebe el año próximo otra alza a la tarifa del servicio de transporte urbano, tan necesario para muchos de nosotros los pobres. Sin embargo, existe el alivio de que mucho se pensará para hacerlo, ya que 2014 es año electoral. Son elecciones intermedias, cuyo resultado muchos lo señalan como calificación al gobierno de Roberto Sandoval.
Queda especificado lo que bien señala Marco Vinicio Jaime, joven opinador político en medios, “está científicamente comprobado que el gobierno de la gente dice una cosa y hace otra”.
Hasta la vista beiby.
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