Solidaridad con la gente a través de “alas”
Octavio Camelo Romero
30 de agosto de 2013
Era domingo, día de asueto, día dedicado a estar con la familia cuando no, a salir a pasear con ella a algún lugar de esos que existen en Nayarit pero desconocidos hasta para los nayaritas. Nos disponíamos a ir al “Mercado de Abastos” de la colonia Santa Teresita a comprar fruta para la semana. Allí se localizan frutos frescos de bajo precio. En ciertas ocasiones te dan “gato por liebre” pero es cuestión de no distraerte cuando te despachan. Todos los comerciantes de productos perecederos tratan de vender las frutas vencidas o a punto de vencerse. Son magos con las manos, te desparecen los frutos frescos y te aparecen los “echados a perder”. Seguramente serían muy eficaces como políticos del sistema sobre todo para eso de las “negociaciones” con la CNTE. Ya habíamos subido al vehículo que nos trasladaría al Mercado cuando entra una llamada a mi celular. Era uno de mis hijos que me informaba que su “carro” se había detenido por la autopista antes de llegar a la caseta de Santa María del Oro. Al parecer se trataba de una “desbielada del motor”. Después supimos que la “bomba del aceite” al dejar de funcionar había provocado el percance. Mi hijo había dicho que esperaba una grúa del servicio de la autopista para arrastrar su automóvil hasta la caseta. Y que de allí lo movería un remolque de “Alas con la Gente”. Al percatarnos de semejante infortunio modificamos el “plan de vuelo” y en lugar del “Mercado de Abasto” decidimos dirigirnos a la caseta de Santa María del Oro. Llegamos de pasada a la súper-tienda “Soriana”, esa que está en el lugar donde estaba la “Cigarrera La Moderna”, la cual daba ocupación directa a miles de familias nayaritas e impactaba positivamente al ingreso de miles de familias productoras de tabaco y a la economía de la entidad. Gracias a las políticas públicas neoliberales de la federación y del estado se han cerrado las fuentes de empleo y los puestos de trabajo. En la súper-tienda compramos algo de comida para mi hijo y su esposa que hasta ese momento no habían probado alimento. Una vez en la caseta, supimos que el remolque de “Alas con la Gente” ya estaba en camino con destino al lugar donde nos encontrábamos. Nos pusimos alegres porque todavía “no se ocultaba el sol”, sus rayos inundaban los verdes montes y amortiguaban un frio viento que soplaba. Sin embargo de pronto y sin avisar se puso “Tláloc” a trabajar y nos envió un rocío con agua de congelador. Pasaron los minutos y las horas, la lluvia y el remolque no llegaba. Mi nuera haciendo uso de su pensamiento deductivo concluyó que la tardanza se debía seguramente al espíritu solidario de quienes otorgan el servicio de “Alas con la Gente”. Ya nos había cubierto el manto negro de la noche cuando vemos venir la camioneta con las torretas encendidas. Se anunciaba la llegada del esperado remolque. Y nos preparamos para montar el automóvil en dicho remolque. Después de batallar un poco, todo quedó en su lugar para trasladarnos a Tepic. Decidimos transitar por la autopista para mayor seguridad. No hubo incidentes, llegamos a ciudad industrial y tuvimos que ingresar a sus calles porque el puente lo estaban reconstruyendo. Pasamos por la ciudad de la salud y tomamos el boulevard “Luis Donaldo Colosio” para dar vuelta en la avenida inteligente que comunica con la Insurgentes a la altura de la estación de bomberos. En ese trayecto comprobamos la hipótesis de mi nuera. Los servidores de “Alas” son solidarios con todos los que a su paso se encuentren en dificultades con sus vehículos. Un joven se había quedado sin gasolina y nos paramos a asistirlo con gasolina. Y supimos que en el trayecto de Tepic al crucero de Santa María del Oro los jóvenes de la camioneta de “Alas con la Gente” disfrutaron de servir a los necesitados de su servicio. Un verdadero ejemplo de solidaridad. Y a propósito, les comunico que Arturo Zúñiga mejor conocido por el “Guacho” está en un hospital de Guadalajara esperando le hagan una intervención quirúrgica en el cráneo para extirparle un tumor cerebral. Sus amigos, conocidos y no amigos pueden depositar en Banorte en su cuenta 0654842607 para solventar algunos gastos. Sigamos el paradigma de “Alas con la Gente”.
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