Carta abierta a los regidores de Tepic

C. Adriana Haro Oliveros

C. Francisca Herrera Pánuco

C. Andrea Cibrián Pérez

C. Marina Rentería

C. Magaly Hermosillo

C. Esther Mota Rodríguez

C. Perla Larios

C. Yuliana Vázquez

C. Itziar Ramos

C. Luis Ricardo Sánchez M.

C. Juan Zambrano Parra

C. Víctor Hugo Alvarado

C. Jaime Cervantes

C. Iván Petrovich

C. Marco Antonio Martínez

C. Rigoberto Bello

Servir a la sociedad de la que uno forma parte, desde cualquier trinchera, será siempre un motivo para sentirnos orgullosos. Hacerlo desde un espacio de representación popular, además, conlleva una enorme carga de responsabilidad.

 En poco más de dos años de ejercicio constitucional de este Ayuntamiento, a los tepiqueños nos ha quedado claro que las decisiones de este gobierno no se toman en la oficina de Geraldine Ponce, por quien votaron los ciudadanos en 2021, sino en el despacho de Alejandro Galván, a quien ella le entregó el poder obedeciendo a su corazón tal vez, pero traicionando la confianza de más de 80 mil personas que depositaron en ella la responsabilidad de conducir el destino del municipio durante un trienio. 

Es por ello por lo que no le escribo a la presidenta o a su más cercano asesor. Hacerlo no sólo constituiría una pérdida de tiempo, sino un acto iluso de mi parte. Les escribo a ustedes por dos razones: por la naturaleza de su encargo, son ustedes los regidores el vínculo más cercano que tenemos como sociedad con el Ayuntamiento. Se supone que son quienes mejor pulso tienen del ánimo social, aunque no siempre lo admitan.

Les escribo también porque es notorio que, pese a los cuestionables resultados de la mayoría, buscarán un espacio en la boleta electoral del próximo año y espero, de corazón, que la votación de mañana no sea vista por ustedes como una forma de hacerse de recursos para sus futuros proyectos políticos.

Los ciudadanos somos, en buena medida, los responsables de la forma incorrecta en la que se ha entendido la responsabilidad de nuestros servidores públicos. Piensan muchos que un buen regidor es el que dona dulces para las posadas o regalos para el festejo del 10 de mayo, que es el que “canaliza” las gestiones que le plantean los presidentes de acción ciudadana, aún cuando tienen las facultades que les otorga la ley para exigir el cumplimiento de estas ante los diferentes directores. Atender la gestión está bien, desde luego, pero considero que de nada nos sirve un funcionario que viene a nuestra colonia a tomarse una sesión fotográfica para obtener likes donando un foco, si en cabildo votan decisiones que nos afectan a todos los ciudadanos. Estar de acuerdo con un presupuesto de egresos municipal que destina casi 10 millones de pesos anuales para convenios con medios de comunicación que minimicen el malestar ciudadano y le laven la cara a la presidenta municipal, el pago de millón y medio de pesos para un es

pectáculo musical con motivo del día de las madres, pago de asesorías inexistentes, entre muchas otras erogaciones absurdas, constituyen una distracción del presupuesto que se ve reflejado en la prestación de servicios públicos y en la voracidad de la política recaudatoria de esta administración. 

El Ayuntamiento al que ustedes pertenecen es uno de los más corruptos de la historia del municipio. Personajes como Héctor “El Toro” González, Polo Domínguez, Roberto Sandoval y Ney González palidecen respecto a lo que ha ocurrido en este Gobierno que sonríe. Y en todo hemos visto cómo la mayoría de ustedes han sido, en el mejor de los casos, omisos, cuando no cómplices. Las regidoras de oposición a veces brindan destellos de esperanza, votando contra acciones que perjudican al municipio, otras veces se escudan detrás de tibias abstenciones. 

Frente a la posibilidad de que le sea aprobado a la familia Galván-Ponce el dictamen que autorizaría al gobierno municipal para adquirir deuda pública, debo pedirles, como estoy seguro de que muchos ciudadanos lo harán también, que su voto sea en contra. No se puede aprobar una medida tan trascendental cuando no se cuenta con una justificación bien fundamentada que la avale. 80 millones de pesos representan aproximadamente el 6% de los ingresos propios proyectados para el ejercicio 2024 y no tenemos los ciudadanos por qué permitir que ese recurso vaya a parar al proyecto político de la familia que gobierna Tepic.

Cuando vayan a entrar en la sesión de cabildo programada para mañana, no piensen en sus cuentas bancarias, ni en sus próximas campañas, piensen en los ciudadanos que les abrieron las puertas de sus casas en 2021 y que decidieron confiar en ustedes. Hace 15 días, muchos de ustedes lo hicieron bien sacando del orden del día ese dictamen por considerarlo poco socializado, no esperamos menos en esta ocasión, donde tampoco se ha puesto a consideración de los ciudadanos.

Esperamos de ustedes que nos demuestren que los rumores que dicen que esta nueva votación obedece a que ya aseguraron el voto de la mayoría, unos mediante sobornos, otros mediante coacciones. Que la historia se los reconozca o se los demande, según sea el sentido de su voto. 

A nosotros, como tepiqueños, nos toca estar atentos del desarrollo de dicha sesión.