Si te vas, pues que te vaya bien
Sergio Mejía Cano
13 de Septiembre de 2023
La actitud que ha asumido el excanciller Marcelo Ebrard Casaubón no tiene nada que ver en lo absoluto con su desempeño como secretario de Relaciones Exteriores, en donde dio muestras de ser un diplomático de primera línea sin serlo en realidad, debido a que según se ha documentado no tenía ninguna experiencia en este ramo. Por eso ahora extraña que se esté comportando como un niño caprichoso y no estar consciente plenamente de que en realidad ya no hay nada qué hacer más que puro ruido mediático y nada más.
Entre los analistas de los temas políticos y, sobre todo, en cuestión de política exterior coinciden en que el paso de Ebrard Casaubón por Relaciones Exteriores estuvo a la altura de las circunstancias y más, por el problema de los migrantes de Centro y Sudamérica, por lo que se dice que fue un gran apoyo el que recibió el presidente Andrés Manuel López Obrador por parte de Marcelo Ebrard en estas cuestiones tan delicadas, al atemperar en lo posible que el problema no explotara por el trato infame que se decía se les llegó a dará los migrantes no nada más en la frontera sur de nuestro país, sino también en el extremo norte.
En sí, Marcelo Ebrard como canciller tuvo muy pocos detractores debido a que no daba pie para que se le criticara por no encontrarle algo de relevancia en su cargo; si bien algunas anomalías en varios consulados por quejas de maltrato a los mexicanos que se acercaban a estos consulados y no eran atendidos con un trato digno; sin embargo, se entiende que Ebrard no podía estar en todos lados y, aunque diera instrucciones o se enfocara en estos consulados con quejas, tal vez nada más le decían que se portarían bien y los cónsules y sus empleados seguían en las mismas.
Y ahora hasta resulta que amaga con que, si no le hacen caso de recomponer el asunto con el que fue electa como coordinadora de la cuarta transformación, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, se irá del partido Morena, en donde según se sabe, no estuvo afiliado a este partido político sino hasta recientemente; pero ya a estas alturas, ¿a quién o quiénes les interesa si Marcelo se va o permanece en Morena? Ya muchos de sus seguidores se la están pensando seriamente en seguir apoyándolo y seguirlo en su aventura de pataleo o permanecer en Morena para buscar algo que les beneficie más y no caer en un posible ostracismo político como ya se vislumbra que le sucederá a Ebrard si no se alinea o aplica la vieja máxima que se llegó a aplicar en el PRI de tragar sapos sin hacer gestos, disciplinarse y así, esperar mejores tiempos. Y esto, debido a que ya se sabe que un priista no deja de ser priista o como dijo en su momento la señora Tatiana Clouthier Carrillo aun siendo panista: “a todos los mexicanos nos sale de pronto el priista que todos llevamos dentro”.
Según varios observadores y analistas políticos, la señora Clouthier Carrillo tuvo mucha razón con esta frase debido a que los mexicanos, después de la Revolución Mexicana nacidos hasta 2012, vivimos en una hegemonía priista hasta en los dos sexenios panistas que resultaron igual o peor que los mismos priistas, ¿por qué? Pues precisamente porque fuimos educados en un sistema en donde nada más el otrora partido aplanadora rifaba, por lo que de alguna y otra forma, el priismo permeó en todos los mexicanos, hasta en quienes se dicen apartidistas, apolíticos, de creencias o no creencias de todo tipo; todos, de alguna forma fuimos influenciados en cierto sentido por esa hegemonía priista de más de 80 años y aun hoy en día en que seguimos en manos de priistas aunque no lo queramos ver así.
Así que volviendo a Marcelo Ebrard, más le convendría tragar sapos sin hacer gestos si quiere seguir mamando del presupuesto y más, sin tener problemas de alguna especie, porque si bien no tuvo detractores pesados durante su desempeño como canciller, ya han comenzado a aparecer o decir algunas personas que Marcelo Ebrard Casaubón tiene algunas cosas pendientes por lo menos desde el año de 1992 por algunas anomalías prediales en Santa Fe y, ya también se comenzó a recordar el problema con la línea 12 del Sistema de Transporte Metropolitano (metro), así como algo que lo hizo exiliarse durante algún tiempo en Europa; en fin, de que le van a salir detractores es obvio que ya comenzaron y no nada más externos, sino hasta del interior de Morena; pero que los detractores externos aprovecharán para agarrarse de ahí y hacerle la vida pesada al también llamado en el bajo mundo como el carnal Marcelo.
Sea pues. Vale.
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