Molestia de algunos choferes por el descuento a estudiantes y adultos mayores
Sergio Mejía Cano
21 de Julio de 2023
El pasado lunes 17 del presenta, en el portal de internet de “elsoldenayarit.mx”, salió una nota referente a que el conductor de un camión del servicio de transporte urbano, de la ruta “Progreso 4”, le había negado la bajada a un estudiante, supuestamente por haber pagado su pasaje con una credencial ya vencida, por lo que no abrió las puertas de la unidad a su cargo no permitiendo que este estudiante bajara en las inmediaciones de la colonia Mololoa.
Es probable que dicha credencial de estudiante no haya estado vencida, sino que el meollo del asunto es preguntarse por qué a muchos choferes del transporte público les molesta que tanto estudiantes como adultos de la tercera edad paguen la mitad del costo del pasaje.
¿En qué les afecta a los conductores de camiones y combis que haya gente que por ley paga la mitad del costo del pasaje? En todo caso quienes más se podrían molestar podrían ser los permisionarios del transporte público; pero, ¿los choferes qué tienen qué ver en esto de los descuentos al precio del pasaje por ley?
Claro que hay quienes afirman que el descuento a los estudiantes no es por ley, sino una concesión por acuerdo de las autoridades de vialidad y los permisionarios; tal vez sea así, pero el descuento a los adultos mayores de 60 años de edad, sí es porque así lo determina la Ley de la Senectud. También se dice que “siempre y cuando presenten la credencial que les otorga el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) y, en este caso, también a los estudiantes se les pide que para gozar del descuento del 50 por ciento que presenten su credencial, y se podría decir que es una obligación tanto para los estudiantes como los adultos mayores: presentar su credencial al momento de pagar su pasaje.
Hay algunos conductores del transporte público que no solicitan la credencial a los adultos mayores debido a la apariencia; sin embargo, los hay también que, a pesar de que es evidente que un adulto mayor ya rebasa los 60 años y hasta más, que aun así exigen que presenten su credencial.
En el caso de los estudiantes el problema estriba en que tanto conductores como permisionarios aducen no hacer el descuento por ser temporada vacacional y he aquí lo torcido del asunto, pues las vacaciones no son por culpa de los estudiantes sino debido a los planes de estudio, por lo que la vigencia del descuento se debe de respetar en vacaciones como en tiempo de clases en las escuelas.
Volviendo a la molestia que les genera a muchos choferes del transporte urbano por tener que hacer el descuento a estudiantes y adultos mayores, se intuye que algo muy de fondo hay en este asunto, porque si un conductor de servicio recibe su sueldo y tal vez comisión por la venta de boletos, entonces ¿por qué les molesta tener que hacer descuentos? Pues posiblemente porque puede haber manoteo en las monedas, ya que no se entiende de otra manera esa molestia.
Es bueno recordar cuando alguna vez se sugirió que el pago en el transporte urbano se hiciera mediante una tarjeta de prepago, ¿y qué pasó? Fueron los choferes de dicho transporte quienes se inconformaron inmediatamente, ¿por qué o para qué? Se supone que a los choferes ni les va ni les viene cómo tenga que pagar el usuario por abordar un camión o una combi. Incluso aquella vez que se hizo aquella sugerencia de la tarjeta de prepago para el transporte urbano, muchos de los camiones mostraban la leyenda a ambos costados de las unidades “NO A LA TARJETA DE PREPAGO”.
Pero tal vez esta negativa no era por el usuario que tal vez no pudiera tener efectivo para adquirir una de esas tarjetas de prepago, no, sino porque los choferes dejarían de recibir dinero contante y sonante. Así que es evidente que la molestia se debiera precisamente a eso: a ya no tener acceso a dinero en efectivo y ya no poder manotear monedas.
En la ciudad de Guadalajara, Jalisco, los conductores del transporte urbano ya no reciben dinero en efectivo. Al tren ligero se accede mediante tarjeta de prepago o pagando en una máquina un “univiaje”; en el Macrobús igual o pagando en los torniquetes a la entrada de las estaciones y, en el Peribús se ingresa mediante tarjeta de prepago, sin embargo, aquí ha habido protestas precisamente porque hay gente que nada más requiere de un solo viaje y de todos modos tiene que adquirir tarjeta.
Y las rutas del transporte tradicional, cuentan con máquinas tragamonedas y de identificación de tarjeta, en donde el pasaje deposita sus monedas o pone su tarjeta en el lector.
Sea pues. Vale.
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