Rutilio Nava Rojas, íntegro personaje de la historia nayarita
Oscar González Bonilla
06 de Junio de 2023
Pese a la alternativa de sucesos prósperos y adversos, la ideología de izquierda es el espectro político que mantuvo con firmeza durante toda su vida. Expulsión como maestro de una institución educativa confesional y amenaza de muerte, entre muchos otros percances que no doblegaron su férrea voluntad por defender la igualdad social.
El profesor normalista Rutilio Nava Rojas es actualmente una persona que en su haber suma 94 años de edad. Ello es condición para que su físico contenga apreciable merma. Camina apoyado en andadera, confiesa que su vista es deficiente, mientras que la sordera está en su apogeo. Sin embargo, se expresa con la lucidez de ideas que le transmite su prodigioso cerebro.
Nava Rojas, entrevistado en el cuarto de estudio que acondicionó en su domicilio particular de la colonia H. Casas de la capital nayarita, trae a la memoria recuerdos de su paso por la actividad de la enseñanza que inició en 1950, su participación dentro del sindicato magisterial, pero además al reportero de la gente dio a saber, en enorme plática que se prolongó más de tres horas y media, de su participación política como militante de los partidos Popular Socialista, del Pueblo Mexicano, Socialista Unificado de México y de la Revolución Socialista.
Él nació en Bellavista, municipio de Tepic, el 4 de junio de 1929. Sus padres fueron Francisca Rojas Rivera y Espiridión Nava Rojas. Este último, un adolescente, partícipe en el movimiento de huelga del 20 de marzo de 1905 que encabezaron los hermanos Pedro y Enrique G. Elías, en el que protagonismo tuvieron mujeres durante la exigencia de mejores condiciones de trabajo, aumento salarial y reducción a extenuantes jornadas de producción en la fábrica de hilados y tejidos de Bellavista.
Narra el profesor Rutilio que tendría él como catorce años edad, una vez egresado de la escuela primaria Artículo 123, cuando el director de la misma, Elías Guzmán, llevó, tanto a Nava Rojas como a Miguel García Rodríguez y Marcelino Nava, este último familiar del declarante, a la Escuela Normal Rural de Xalisco. Fueron testigos del encuentro entre directores, viejos conocidos, Evaristo Hinojoza Guerrero y Elías Guzmán, por tanto, cómo estos se saludaron con efusivo abrazo. Fue entonces que el profesor Guzmán dijo: “Te traigo a estos muchachos para que les hagas prueba (examen de admisión) para ver si se quedan aquí”. La contestación fue: “Porque tú los traes, no necesito hacer prueba, los vamos a inscribir de inmediato”. Allí, en la Normal de Xalisco, Rutilio Nava Rojas cursó instrucción secundaria y dio comienzo estudios profesionales que culminó en la Escuela Normal Urbana del Instituto del Estado.
Rutilio Nava Rojas emprende inicial actividad magisterial en 1950 en la escuela primaria Francisco I. Madero, institución en la capital nayarita que ese entonces ya tenía como directora a la maestra Ramona Ceceña, quien permaneció en el cargo durante muchos años más. Cuenta el profesor Rutilio que el nombre de la maestra Ramona Ceceña apareció en el mural del Poder Legislativo local junto con más nayaritas ilustres. Aunque hubo quienes protestaron porque la maestra no tenía, según los inconformes, méritos suficientes para ser ubicada en el cuadro de honor, pero se sabe que fue el entonces gobernador de Nayarit, Celso H. Delgado Ramírez, quien impuso tal determinación. Celso cursó educación primaria en la escuela Francisco I. Madero, siendo directora Ramona Ceceña.
Muy largo es el peregrinar del profesor Rutilio en el quehacer de la enseñanza. Durante casi doce años, el profesor Nava Rojas ocupó cargos de dirección en escuelas primarias de Puerta de Mangos, municipio de Santiago Ixcuintla; en la localidad llamada Mezcal (extensión agrícola del ejido de Mexcaltitán) también de este último municipio, en el propio Mexcaltitán y en Tuxpan. Destacó su actividad magisterial en el medio rural de Nayarit.
Luego dio el brinco a la instrucción secundaria federal. Desde 1964 llegó a Ahualulco de Mercado, Jalisco; luego a Mazatlán, Sinaloa; pasando por instituciones educativas del ramo en Villa Hidalgo, municipio de Santiago Ixcuintla; Ixtlán del Río y hasta 1989 en la secundaria general número 13 de Tepic, Nayarit.
Con relato ameno y lenguaje coloquial, el profesor Rutilio Nava Rojas describe como en cada uno de los lugares tuvo acontecimientos diversos que marcaron su vida magisterial. Fue su quehacer azaroso, es decir, que tuvo abundantes percances, riesgos, contratiempos y dificultades.
Comenta que su maestra de primaria fue Enriqueta Lara. Recuerda que el local de la tienda de raya de la fábrica textil de Bellavista fue acondicionado como aula escolar. Fue ella quien consideró como enorme defecto que el pequeño Rutilio escribiera con la mano izquierda, era zurdo, pues. La maestra lo forzó a que lo hiciera con la derecha, pero sentía una sensación muy desigual. “Con la izquierda fluía la escritura, con la derecha era una situación obligada, muy en contra de mi voluntad. La rechacé, definitivamente”.
Luego entonces, cuando cursaba el último año en la Normal Urbana se fundó el Colegio Colón, ubicado en un edificio de las calles León y Zapata en Tepic. En esa institución le dieron oportunidad de impartir enseñanza al grupo de sexto. Sostiene que antes del inicio de clases, los alumnos de primaria y secundaria eran sometidos a oración religiosa, católica, por supuesto. Pero cuando la dirección escolar se enteró que al maestro Nava Rojas le incomodaba la predica por su depurado ateísmo, y que se pronunciaba por la educación laica, fue despedido al término del año lectivo. El inspector escolar Enrique Hernández Zavalza intervino a su favor para ser reubicado en la escuela primaria Francisco I. Madero.
Tiene fresco en la memoria el recuerdo sobre pleito entre dos compañeros de kínder (en ese tiempo no se denominaba así a la instrucción preescolar), uno de los cuales con una navaja de rasurar de la marca Gillette al contrincante le provocó herida de graves proporciones en una de sus mejillas. El agresor tuvo el consabido castigo.
Así como fue significativa su participación sindical al interior del magisterio, el profesor Rutilio Nava Rojas tuvo destacada intervención como militante partidista, desempeño por el cual obtuvo diputación plurinominal, cargo que durante tres años cumplió con la dignidad de izquierda. Junto con Eduardo Saucedo Fuentes y José de Jesús Benítez Osuna (qepd), entre otros, integró la XX legislatura que cubrió el periodo 1981-1984.
Como representante de casilla del Partido Popular Socialista le correspondió presenciar que una partida militar los despojó de la urna, donde se depositaron los votos de la contienda electoral de 1975 entre los candidatos a gobernador de Nayarit, el Coronel Rogelio Flores Curiel (PRI) y Alejandro Gascón Mercado (PPS). “Fuimos testigos de un fraude bárbaro, despojaron del triunfo a Alejandro”.
El profesor Rutilio Nava Rojas es autor de cuatro libros, mismos que llevan los títulos siguientes: Bellavista, Crónicas con Ecos Proletarios, Los Obreros de Bellavista Precursores de la Revolución en el Territorio de Tepic, En Contra del Cacique de la Sección XX del SNTE y Un Maestro Rural. Este último es referente a la biografía de José Santos González Gallo, quien encabezó corriente política al interior de la Sección 20 del SNTE, de la que fue promotor incansable el profesor Rutilio Nava Rojas.
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