Despenalizar o no la mota
Francisco Cruz Angulo
19 de julio de 2013
El gobierno de Peña Nieto y el de los Estados Unidos sobre dimensionaron la captura del jefe de los Zetas, Miguel Ángel Treviño Moreno (a) el “Zeta 40”. Desde el punto de vista político es un buen golpe mediático. Sin embargo en la estructura del crimen organizado está muy lejos de significar el desmembramiento de esa banda de criminales que se ha destacado por su grado de generar violencia, utilizar métodos de crueldad extrema para ejercer su poder y su capacidad de fuego.
Según los expertos en materia de seguridad interna el lugar del zeta 40 será ocupado por su hermano Omar Treviño (a) “Z-42. Los zetas sino se pulverizan como algunos dicen habrá una guerra sin cuartel con los carteles del Chapo Guzmán y los del Golfo por el control de las plazas en los estados de Veracruz, Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, entidades en donde tenían sentados sus reales los “zetas”.
Desde el punto de vista estratégico la captura del “zeta 40” confirma que el Gobierno de Peña Nieto apuntó su combate a esta banda de criminales más violentos, lo que no quiere decir que de facto se parará la ola de violencia que azota en algunos estados norteños, Jalisco, Michoacán y en los últimos meses en la zona del Valle de México.
Está comprobado que aun descabezando a cualquier cartel de inmediato es sustituido por otro criminal en la cadena de mando y a consecuencia de la lucha interna por el liderazgo se desatan pleitos internos que al no tener acuerdos por medio de la negociación surgen nuevos mini carteles que se enfrentan entre sí por los mercados de la droga. Es un cuento de nunca acabar.
Algunas de las propuestas que tiene el gobierno de Peña Nieto para enfrentar este flagelo que parece ya ser crónico es la de enfrentar a los carteles de la droga y a las bandas del crimen organizado selectivamente y en los municipios en donde están bajo su control.
Este combate se hace en dos vertientes; a saber: en lo militar-policiaco y con modernos sistemas de inteligencia y en lo social. Los ejes de la política social son el programa la Cruzada Nacional Contra el Hambre y otorgar mayores facilidades a nuestra juventud para que tengan acceso a una educación de calidad y, por supuesto la generación de empleos.
Si no se combate a fondo la pobreza miles de jóvenes seguirán siendo la reserva de las bandas del crimen organizado.
Para lograr lo anterior será necesario que el gobierno de Peña Nieto y los Gobiernos Estatales edifiquen más centros escolares; que se generen más plazas para maestros bien capacitados y que las universidades públicas abran más espacios para miles de jóvenes que son rechazados. Y junto con pegado una mejor procuración y administración de la justicia. Se ha denunciado hasta la saciedad el contubernio de los capos de la droga o de las bandas del crimen organizado con gobernadores, fiscales, jueces y magistrados, algunos le entran al negocio por las buenas o por las malas.
Otra arista de este mismo problema ya fue puesto sobre la mesa por organizaciones no gubernamentales, académicos, intelectuales y algunos políticos. Me refiero a la legalización o regulación en la producción y el consumo de la marihuana. Dentro de algunos días en el Centro Fox, se realizará un foro internacional donde acudirán especialistas en la materia.
El solo hecho que se debata esta polémica propuesta es un avance. No podemos ignorar que el principal consumidor de marihuana, Estado Unidos está dando pasos en dirección a la legalización de la marihuana con fines terapéuticos o recreativos. Los últimos estados en legalizarla fueron Colorado y Nueva York. Allá puede cualquier persona mayor de 18 años fumar un carrufo de marihuana bajo la sombra de un árbol en algún parque público sin que la policía los arreste.
En algunos 2 o 3 años en el estado de Texas, (la novena economía estatal más grande del mundo) nuestro vecino más próximo, sus habitantes votarán una enmienda constitucional de si se legaliza o no el consumo y producción de marihuana. Qué tal si la votan a favor.
¿Qué papel asumirá el estado mexicano? ¿Seguirá gastando cuantiosas sumas del erario nacional en armamento y policías para combatir el tránsito de drogas a nuestro vecino del norte en donde ya no será punitivo el consumo y producción de esa droga?
Lo mejor es tomar medidas preventivas para no pecar de ilusos.
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