Tigre de papel
Oscar González Bonilla
08 de julio de 2013
¿Enloqueció Edgar Veytia? Se pregunta con gran titular en su primera plana el periódico Censura, cuyo director general es nuestro gran amigo Elías Maldonado Oronia, uno de los muchos elementos inicialmente forjados en Diario del Pacífico, matutino que por primera vez apareció al público en marzo de 1973.
Surge la expresión mediática luego que el Fiscal General del Estado de Nayarit mandó que le hicieran un corrido, según versión de Maldonado Oronia. A la letra y música, interpretadas por cantante y banda anónimos, se editaron imágenes para transformarse en video que a pasto recorrió internet, mientras que en redes sociales el rechazo fue unánime.
Naturalmente en el video en cuestión el mayor número de imágenes corresponde a Edgar Veytia y su policía. Funcionario del gobierno de la gente comparado con un prócer, casi casi un héroe, por regresar a Nayarit la paz y tranquilidad, perdidas durante el gobierno de Ney González (2005-2011) a consecuencia de ineficiente seguridad pública y corrupción de las fuerzas policiales, que permitieron acciones violentas a sus anchas por parte de grupos del narco y enfrentamientos a tiros en plena vía pública de las ciudades.
El colmo es un diario que se edita a colores, como lo señalaba Edgar Arellano Ontiveros, director del periódico Express que en paz descanse, para referirse al que se imprime por la avenida Independencia en Tepic, que en repetidas ocasiones en sus caricaturas de portada aparece Edgar Veytia con testículos que casi le arrastran al suelo, colosales. Alguien por allí tiene fijación por lo cojones.
Bueno, pues el corrido a Edgar Veytia lleva como sugestivo título “El Milagro”. Algunas de sus estrofas dicen:
Un milagro ocupaba esta tierra, que del cielo mandara el señor/Edgar Veytia se llama el milagro, que la tranquilidad regresó,/arriesgando la vida ha logrado que la gente se sienta mejor,/presumiendo un estado tranquilo y por eso doy gracias a dios./Mucho se habla de este hombre valiente, que llegó como Procurador,/como un héroe lo mira la gente, porque aplica la ley sin temor./Es temor de cualquier delincuente, Edgar Veytia se llama el señor./Se los juro jamás había visto, eso sí se los puedo asegurar,/licenciado con pistola al cinto y buenísimo pa’ disparar,/con un cuerno y el rostro sereno de una noche allá en El Pedregal.
Se han alzado voces que piden a Edgar Veytia como próximo gobernador de Nayarit. Ello asemeja aquella estúpida acción de fanáticos al futbol que cuando triunfa la selección mexicana, salen a la calle y en el medallón de su coche escriben pidiendo a equis jugador para presidente de la república.
Edgar Veytia, de quien ciudadanos norteamericanos que acudieron a las oficinas de la hoy fiscalía a presentar denuncia se sorprendieron al ver al funcionario portar pistola al cinto, es un tigre de papel frente al sanguinario procurador de justicia en el gobierno del coronel Rogelio Flores Curiel, doctor en derecho Jesús Antonio Sam López, quien en su despacho público jamás hizo alarde de pistolero, pero sí gustaba torturar a detenidos y aplicar el método de ojo por ojo.
Procuradores como Raúl Luna Vázquez, José Luis López Ramírez, Rodolfo León León, Juan Manuel Ulloa, Francisco Javier Romero González “El Colemán, Sigfrido de la Torre Miramontes “El Piro”, Juan Ramón Sánchez Leal, Marco Antonio Carrillo Rincón, Jorge Armando Bañuelos, Héctor Manuel Béjar Fonseca, Oscar Humberto Herrera López y Javier Germán Rodríguez Jiménez utilizaron como arma sus elevados conocimientos en materia jurídica para darle prestigio a la impartición de justicia.
Al fiscal estatal se le reconoce valor en una acción para enfrentar situación de peligro, aquella en que fue muy cerca de su casa en Tepic emboscado por sicarios que atentaron contra su vida, pero que afortunadamente resultó ileso por el auxilio oportuno de sus policías.
La supuesta enorme valentía de Edgar Veytia ha permeado en el imaginario colectivo, pues se piensa y se llega a asegurar fue quien logró la tranquilidad y paz a Nayarit, lo cual es falso, más bien a su persona favoreció el acontecimiento de que en la disputa de la plaza un grupo de narcos triunfó ante sus contrincantes, y se terminó la violencia que mata. El narco menudeo actualmente se halla en todo su esplendor.
En la Fiscalía General de Nayarit, de la cual Edgar Veytia tomó posesión el 18 de febrero último, privan acciones de corrupción, permea el favoritismo hacia abogados amigos para que hagan pingües negocios, la impunidad está a la orden del día. El Fiscal Veytia atemoriza abogados no afines, es común su actitud grosera y prepotente, en algunos asuntos trata a los actores con gritos y palabras altisonantes que producen intimidación. De todo ello el fiscal se regodea y en los medios aparece como blanca palomita, benefactor de los desvalidos, cuando hay versiones en la misma fiscalía que el titular no está al margen de la corrupción.
Elías Maldonado, experto en el psicoanálisis expone: “Ante los ojos de la gente, los megalómanos se aman a sí mismos en forma profunda. No obstante en el fondo ese amor esconde el odio que sienten hacia su propio complejo de inferioridad, el cual se empeñan en ocultar y negar. Analizan y cuidan su imagen, actitud y vestimenta, para asegurarse que todo corresponda a las cualidades de un ser superior. Se sienten investidos de una misión especial y grandiosa para la humanidad o al menos la comunidad donde se desenvuelven”.
¡Dios nos libre!
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