¡La peste ha llegado a Tebas…la UAN!
Luis Alberto Bravo Mora
05 de Febrero de 2023
“No se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho.”
-Aristóteles.
Así como la tragedia más importante de Sófocles: “Edipo rey”, de cuando al inicio de la misma señala: “¡La peste ha llegado a Tebas!”, así vive el “aquí y ahora”, la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN). Día a día, en los tiempos presentes, grita aterrada la comunidad universitaria: “¡la peste ha llegado a la UAN!”, y en el ánimo de poner orden por parte de la hoy Rectora, es el desorden lo que impera por todos los rincones. Y así como los griegos acudían al oráculo para obtener un rumbo, una señal, hoy se acude al Gobernador, y cual oráculo desde su ‘pódium’, señala fuertemente los yerros cometidos y lo que se tiene que hacer a la voz de “¡ya!”, dejando a la máxima autoridad universitaria con el ojo pelón y asustada. No hay día en el que no acuda al oráculo y salga de allí con más dudas e incertidumbre que cómo llegó. Están cayendo los líderes, otros más ya están en la mira, otros huyendo, y varios acuden a los templos tan solo a orar con el miedo de que la peste, la maldición o la justicia los pueda alcanzar.
Y así como en el clásico texto teatral de la tragedia griega, la profecía se está cumpliendo, y la sangre está corriendo por los pasillos y corredores de la UAN, y no aparece por ninguna parte la fuerza de los sindicatos o de los estudiantes defendiendo a la FEUAN. Todos miran y hasta con cierto gusto la caída lenta y tortuosa de todos aquellos que por años mantuvieron secuestrada la Universidad y, no, no señores, no veremos estudiantes marchar por su “alma máter”; no veremos trabajadores tomando instalaciones ni mucho menos maestros indignados y en huelga por lo que está pasando con la UAN; hoy el “oráculo-rector” sigue tomando decisiones y no hay nadie que lo pare, una sola alma que proteste, porque todos saben que era necesario y justo, era un grito de auxilio que la misma Universidad lo exigía; al final es la misma familia real (universitaria) la que ha puesto en marcha la profecía y la caída de la UAN como la conocíamos.
Hoy la torre de rectoría actúa como la gran esfinge en la tragedia, y pareciera que la actual rectora resolvió el enigma que pendía de la misma “corrupción”, esa fue la respuesta. Hoy el sindicato de maestros funciona como el coro de la tragedia donde todo lo ve y todo lo canta, es la protagonista quién más sufre pues jamás se había sentido tan sola. Cada día que pasa le cuesta más trabajo subir al oráculo, porque cada consulta le cuesta un pedazo de poder de lo que hasta hace apenas un año era aún la poderosa UAN llena de cinismo y corrupción, campo libre para que los lideres hicieran a placer lo que se les viniera en gana. ¿Cuánto tiempo falta para ver el gran final de la tragedia? ¿Se sacará los ojos para no ver el resultado de su gestión? O, ¿acaso en verdad estaremos no en una tragedia y la historia sea totalmente diferente con un héroe al frente de la UAN tomando el valor de hacer lo que ya era justo y necesario; ¿es acaso esto una epopeya protagonizada por un héroe de tacón y Prada en la mano, pero no por esto menos valiente?
En lo personal quisiera el canto de un poema a la proeza de la rectora, pero los hechos hablan por sí solos y hoy son tantos los errores cometidos, abusos, y una cuenta tan larga de atropellos, que solo una revolución será capaz de liquidar dicha factura; pero como decía mi abuela Dios no cumple antojos ni endereza jorobados, así que esto pinta más por el rumbo de la tragedia de Sófocles, y el primer ojo ya salió: administrativamente se ha perdido la “Autonomía Universitaria”, hoy aparece un nuevo patrón tan solo llamado “Universidad de Nayarit”. ¿Quién lo hizo? ¿Quién lo ordenó? ¿Acaso el oráculo-rector? O, ¿fue iniciativa de la nueva máxima autoridad universitaria? Por lo pronto la batalla legal apenas inicia: un grupo de maestros se han lanzado a los tribunales y ahora sí se tomarán las calles, puesto que: “¡La peste ha llegado a la UAN!”.
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