“El Cocodrilo Gigante”
Rocío Alegría Treviño (Cielo)
26 de Diciembre de 2022
Era un día de fiesta, el alcalde del lugar anunciaba las Fiestas del Pantano, el día pintaba de colores maravillosos, soleado con un fresco aire que soplaba ligeramente, las nubes danzaban armoniosamente con el viento formando mil figuras, eran espléndidas blancas y níveas; los pájaros se posaban de flor en flor, de árbol en árbol, pues alrededor de ese enorme pantano había miles de árboles frondosos, todo era bello, los niños chapoteaban en las partes menos hondas, aunque había muchísimos cocodrilos, tenían lugares protegidos por mallas resistentes, ya que los niños gozaban de la frescura del agua, alrededor de ese pantano existían varios restaurantes y bares que se llenaban en esos días, por las noches la luz se reflejaban en el agua, aunada a ello, los plateados rayos de la luna; todo ese ambiente era mágico, pero era demasiado peligroso acercarse donde no había protecciones, pues los cocodrilos eran verdaderos asesinos.
Las personas estaban acostumbrados a verlos, sus casas tenían fuertes rejas a la entrada para evitar los ataques de cocodrilos, sin embargo los cuidaban, alimentaban y eran felices de poder observarlos, existía un mirador fuertemente protegido a donde los turistas acudían con frecuencia para verlos en su hábitat, se paseaban por el pantano felizmente, se dejaban ver, a veces salían de él y siempre había personas vigilando; aunque en realidad eran muy peligroso, pues había miles de ellos, el pantano era inmenso e imposible de protegerlo todo.
De pronto comenzaron a desaparecer personas, se les buscaba y no las encontraban, la preocupación llegó al lugar, era extraño habían estado así por años y nunca habían sido atacado por los cocodrilos, eran cuidadosos y sabían del peligro existente, por ello al no encontrar ni los cadáveres mutilados pensaban que algo malo sucedía.
Un joven investigador que estaba de paso, comenzó a notar cosas raras, él buscaba a las personas que traficaban con animales y comenzó a investigar y poner mucha atención a los sucesos.
Los paseos se hacían en lanchas rápidas y ligeras, pues los cocodrilos de esa manera no tendrían tiempo de atacar. Había fiesta en un barco grande, muy fuerte; pero aun así una de las personas que iban en el barco con sus pequeños les decía que no se alejaran mucho de la orilla, pues en lo más hondo salían los cocodrilos más grandes.
De pronto el barco se sacude y tambalea, a punto de ser volcado; la joven señora abraza a sus hijos y les pide que regresen, sin embargo los jóvenes le dicen que no hay nada que temer, que tal vez chocaron con algo, pero de pronto uno de ellos se acerca a la orilla de la parte más baja para asomarse a ver qué es lo que sucedió, cuando del agua sale un espantoso cocodrilo inmensamente grande, abre su horrible boca y lo arrastra hasta el agua dejando teñida de rojo el agua, todos los que iban en el barco gritan aterradoramente. Tratan de sacar al barco de ahí, pero las aspas están atoradas en las hierbas y lianas del pantano.
No saben qué hacer, están muy alejados del pueblo, tratan de comunicarse por radio y dar la alarma, pero acá con el bullicio de la fiesta el encargado del radio se descuida para ver el bello desfile, la música suena en las calles y muchas personas desfilan haciendo malabares, piruetas y otros bailando. El cocodrilo regresa al barco, lo empuja, es tan grande que nadie jamás había visto uno sí, su piel parecía hecha de metal de tan gruesas sus escamas; es cuando comienzan a notar que casi no hay cocodrilos y que éstos huyen hacia las orillas, espantados por el monstruoso animal.
En el barco siguen intentando comunicarse, el encargado de la vigilancia, está absorto viendo el desfile sin hacer caso de la radio y como la gente reía, disfrutaba de todo, el desfile, los juegos mecánicos, los puestos de comida; las rifas, en fin, había de todo, así que no hace caso de nada.
Desesperados ante lo que están viviendo comienzan a gritar, pero estaban tan lejos, que nadie los escuchaba, sin embargo, había gente que observaba todo silenciosamente, el agente de investigación los observaba; eran desconocidos, preguntó si alguien los conocía y resultó que nunca los habían visto por ahí o en lugares o aldeas cercanas, eran personas muy altas y delgadas vestían apropiadamente, pero su piel era demasiado pálida, sus ojos grandes y rasgados, estaban viendo lo que acontecía en aquél barco, ellos lo veían todo a través de la mente, estaban de paso, pues venían de otras galaxia a tratar de entender la vida de los humanos. Con solo concentrarse veían todo lo que ocurría allá muy adentro del pantano, la gente angustiada y asustada porque el tremendo cocodrilo, amenazaba voltear el barco y engullirlos a todos, era un caos, los niños gritaban de miedo, no sabían qué hacer, mientras el barco se ladeaba peligrosamente hacia el agua.
El Agente de Investigación pensó que se trataba de los Traficantes de animales y comienza a vigilarlos, ellos sin darse cuenta, se transportan de inmediato con solo pensarlo al lugar donde peligraba la vida de las personas.
Cuando los ve desaparecer el Agente, se sorprende y se va a buscarlos, el animal daba coletazos en el agua enojado porque no podía voltear el barco, era grande y resistente, aunque ya le había hecho algunos hoyos y el gua comenzaba a meterse, llegan estos seres de otro planeta que eran desapercibidos en una lancha especial, parecía como una plataforma plateada, pero muy resistente, solo traía unos cuantos asientos y a las orillas absolutamente nada, viajaba velozmente, las personas del barco se sintieron aliviados al verlos acercarse, mientras el Agente de Investigación habla con el Comisario y lo convence de que esas personas son maleantes, se dan a la tarea de buscarlos.
Mientras tanto la fiesta estaba en su apogeo sin darse cuenta de la batalla que se libraba en el centro del pantano.
El cocodrilo al escuchar el ruido, se dirige hacia esa plataforma pensando voltearlos y tragarlos, la veía fácil. Al hacerlo, sobre de ellos se detiene una inmensa nave, era realmente mágica, parecía sacada de un cuento de ciencia ficción. Sostenida en el cielo a baja altura había gente dentro de ella, tenía unas ventanas sumamente grandes ovaladas y luces de colores, se veían ahí personas altas y delgadas; los del barco estaban tan fascinados que olvidaron un momento el terror que habían vivido.
No podían creer lo que veían. Ellos atraen al cocodrilo, arrojan al agua, unos trozos de carne que habían comprado para ello, el cocodrilo se acerca a ellos y se traga la carne, misma que traía un cable invisible para todos, al hacerlo, los de la nave lo jalan hacia ellos, abriendo una puerta grande, totalmente de fierro, al ir saliendo el animal del Pantano, llegan el Comisario y el Agente, los señala y le dice: ¿Se da cuenta? . . .Esos son los maleantes que andan robando animales y llevárselos a vender a otros Países, los venden muy caros, sacándolos a escondidas y están acabando con nuestra fauna. . .
El Comisario le cree y les hablan por medio de una bocina, pidiéndoles se alejen del cocodrilo, pero cuando voltean hacia arriba. . . ¡Se asombran y quedan mudos, pasmados. . .!
¿Qué es eso? . . . Se preguntan al unísono. . . Están boquiabiertos, la nave está suspendida en el aire, muda y silenciosa, van atrayendo hacia ellos el cocodrilo de tamaño colosal que se sacude violentamente, están sorprendidos ante el tamaño de ese animal, jamás habían visto uno de ese tamaño, en eso llega un joven y les comenta, que él tuvo suerte de salir vivo, que ese animal estaba en una cueva dentro del pantano, que cazaba lo que pasaba por ahí pues se había quedado atorado y no podía salir, pero cobró fuerza y escapó, ahora había crecido de más y era tremendamente asesino.
Los seres que viajaban en esa plataforma totalmente resistente, ayudan de manera especial a que el cocodrilo ascienda sin problemas y lo suben a la nave. En eso, al abrir su horrible boca, arroja parte del cuerpo del joven que iba conduciendo ese barco, ahora atorado entre las lianas y bejucos del pantano.
Gritan todos de horror, las partes del pobre joven aun ensangrentadas cayeron pesadamente al lago, nada se podía hacer ya, estaba despedazado, el cocodrilo es metido en una cámara especial y le inyectaron algo para que se quedase quieto, todo eso se veía a través de los grandes ventanales ovalados.
El Comisario y el Agente de Investigación no saben qué hacer, entonces ellos se acercan al barco, uno de ellos baja al agua y desata las aspas del barco y lo libera, mientras algunos pequeños cocodrilos se acercan ante el olor de la sangre que emana del despedazado cuerpo del joven, ellos se inmutan ante ello, liberan al barco y saludando se alejan poco a poco de ahí.
La nave baja un poco más, suelta una escalerilla y suben uno a uno, la plataforma es absorbida por el aparato y queda adherida a la parte baja de la nave, como si fuese parte de ella.
Suben todos, se cierra la puerta, las ventanas son cubiertas también y dando giros y con las luces encendidas brillantemente, se alejan ante la admiración y perplejidad de todos.
La nave se pasea por todo el pantano, la gente al verlos brinca de alegría sin saber que fueron salvados por ellos de una inminente desgracia, ese animal era difícil de cazar, estaban fascinados, ellos giran suben y bajan saludando a la gente, el Comisario y el Agente se limitan a saludar, se dan cuenta que ellos solo llegaron para ayudar; los cocodrilos nuevamente comienzan a aparecer y a ser parte del espectáculo de ese lugar.
En eso llegan tristes los del barco por haber perdido a ese joven y ahí se dan cuenta de todas las personas desaparecidas que fueron tragadas por ese animal. Piensan que, si se apareciera otro igual, cómo podrían hacer para salvarse, eso seres sabrá Dios de dónde eran y cuando regresarían.
Todos los ven marcharse hasta perderse en el infinito, dejando en ellos un suspiro ante la magnitud del evento, jamás habían visto algo parecido.
Regresan a la fiesta, pero llenos de nostalgia, por las personas que murieron y por los extraños seres que vinieron a salvarlos de ese monstruo pero que les deja tantas preguntas, tantas inquietudes, todos se miran unos a otros y se alejan a entretenerse y disipar sus ideas.
Mientras allá en el Cielo, el cocodrilo es puesto a investigación en una cámara especial, estaban asombrados de la magnitud de ese animal y de lo sanguinario, ellos eran seres de luz, comulgaban con el amor y tratarían de averiguar por qué existía tanta maldad. Regresarían pronto a la tierra, cosa que nadie más que ellos sabían.
Y colorín colorado, este cuento, se ha terminado.
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