Capacitar campesinos nayaritas para la exportación
Oscar González Bonilla
26 de Enero de 2023
El ingeniero César Valenzuela Hernández en la exportación agrícola a Estados Unidos encuentra alternativa para los económicamente depauperados productores nayaritas, quienes su difícil situación cada día va en desliz, caso palpable en la actualidad son los productores de caña, abastecedores del ingenio de Puga, empresa declarada en bancarrota.
El egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN) tiene fe en que el gobierno estatal, que preside el doctor en medicina humana Miguel Ángel Navarro Quintero, asuma la responsabilidad de ejercer actividades de capacitación para aquellos productores agrícolas nayaritas con deseos de incursionar, primordialmente, en la plantación de hortalizas para exportación.
La venta a los consumidores de Estados Unidos es un filón de oro, pero se hace necesario que el campesino de Nayarit sea inducido por expertos en materia agrícola, que estos bien pueden ser de la localidad o de las diferentes regiones del país, considera en su expresión César Valenzuela, quien nació en el poblado Carrillo Puerto, municipio de Compostela.
El entrevistado hizo alusión al conocimiento que adquirió en el estado de Puebla a donde acudió al llamado de compañeros de estudios profesionales y en las actividades políticas al interior de organizaciones campesinas. César Valenzuela pudo saber en la práctica la manera en que campesinos poblanos están lo debidamente organizados en unión de exportadores de cilantro y hortalizas, organización de la que recibió invitación para integrarse en sus quehaceres.
Pero además el ingeniero nayarita se interiorizó, con vista en el propio surco, sobre la producción de legumbres y el estricto control sanitario que vence las disposiciones que impone el comprador en Estados Unidos, puesto que se produce para alimentación humana. “Se evita que lleven contaminantes, que sea un producto sano”.
Las parcelas son de un máximo de dos hectáreas. Las mujeres que se desempeñan en labores propias de la cosecha por obligación tienen que “amarrarse el cabello, no deben andar con el greñero suelto. Para cosechar deben lavarse las manos. No pueden hacer del baño en la parcela. Para eso los compañeros de la unión de exportadores en camionetas llevan lavamanos y sanitarios portátiles. Es estricta la prohibición de perros o caballos dentro de la parcela sembrada de hortalizas”.
“El producto es lavado a conciencia en la zona de empaque. Lo meten en cajas y enseguida en tráileres y son sometidas a un sistema conocido como per enfriado. Arriba de las cajas, llenas de productos vegetales, les ponen láminas con hielo. Luego son trasladados, primeramente, a Nuevo Laredo. Es una economía muy sana la que tienen los poblanos productores de hortalizas. Es una tremenda fuerza económica”.
Pero el ingeniero César Valenzuela entusiasmado cuenta al reportero de la gente sus vivencias en relación al proceso productivo que conoció.
De entrada, dice que estuvo en la región de Tehuacán, Tecamachalco, entre otros municipios donde se han establecido cantidad de agroindustrias dedicadas a la exportación y venta nacional de “yerbas”: cilantro, perejil, nopal, brócoli y betabel. Entre 19 productos más. Son hasta 100 tráiler los que trasladan estos productos para su venta a Estados Unidos.
“El campesino productor cuenta con una, o dos hectáreas. Riega con agua de pozo o venero porque la exportación exige utilizar agua limpia para evitar la contaminación de bacterias, puesto que las “yerbas” son para consumo humano. El canal “Alejandro Gascón Mercado” (antes Centenario) no cumple ese requisito inevitable. Es agua puerca.
Las agroindustrias manejan los productos con base en riguroso control de higiene. Sin embargo, el gobierno de los Estados Unidos por medio de la dependencia encargada tiene permanente supervisión de sanidad en el empaquetado de las “yerbas”.
“Lo extraordinario de esto es que los campesinos poblanos hicieron la reconversión de siembra, es decir, en lugar de maíz siembran “yerbas”, como ellos les dicen a los productos que ahora exportan, con tan buenos resultados económicos que la región se ha beneficiado con la aportación de dólares, pero además cada productor de una o dos hectáreas es poseedor de vivienda de calidad, camioneta del año y buena alimentación para su familia. Son ejemplo a seguir”.
La conjunción de agricultores con empresarios privados ha dado buenos resultados en el proceso comercial de la exportación. Sus contactos en Estados Unidos les han respondido a las mil maravillas, lo que redundará en más beneficio para el Estado de Puebla porque el dólar ha elevado a casi 20 pesos su cotización frente al peso, no se diga de sus compradores en nuestro país.
Aunque advierte que a los productores agrícolas nayaritas hace falta cultura sobre el tema de exportación, Valenzuela Hernández es empeñoso al indicar que de rigor es la participación de los gobiernos federal y estatal en la aplicación de sistemas de capacitación. “Es urgente su intervención en Nayarit”.
“Es de suma necesario que la situación de los compañeros campesinos deba cambiar, de tal manera que en el trabajo de producción agrícola para exportación hagamos las cosas bien hechas.
“Los gobiernos deben aplicar en programas de capacitación el legado de Lázaro Cárdenas: organización, sensibilización y concientización. Hacer sentir a nuestros campesinos del alto valor de la conciencia social, saber que son hermanos. Si no hay conciencia social, sobreviene el fracaso”.
Comentarios