La Güipa//PEPE ESPINOZA CONTRA MANUEL COTA
Oscar González Bonilla

 

¡Qué contraste fortuito que más bien parece una burla! Manuel Humberto Cota Jiménez y José Trinidad Espinoza Vargas navegan en el mismo barco priista. Aquel como presidente del comité directivo estatal, y este como secretario de organización del mismo.

Siendo Manuel Humberto presidente municipal de Tepic (2005-2008), Pepe Espinoza, como es mejor conocido por sus amigos, lanzó la terrible acusación periodística de que un hijo del entonces alcalde, por cierto del mismo nombre, en la ciudad de Tepic atropelló y dio muerte a una persona que supuestamente abandonó a su infortunio.

Cota Jiménez confesó en aquel tiempo a este escribano, que esa falsa versión del director del Diario Consensos es lo que más le ha dolido en toda su carrera política. Y es que el señalamiento fue directo a lo que el actual diputado federal considera sagrado: la familia. “Manny”, junto con la joven Christian y Frederick “Fredy”, integra la triada que el presidente del PRI de Nayarit ha procreado con la señora Amparo Vélez, su esposa.

Su enfado era tan grande, que Manuel Cota dijo que iría a los tribunales de justicia por tal de que la infamia lanzada a la opinión pública por Pepe Espinoza fuera avalada con pruebas y testigos. Ignoro si lo hizo el alcalde de aquel entonces, o si en lo privado las partes llegaron a buen arreglo. Después, nada se supo del acontecimiento difamatorio que enfrentó a dos buenos amigos.

La malhadada publicación tuvo su origen en que rabioso Pepe Espinoza porque le retrasaban o el ayuntamiento de Tepic negaba  pagar facturas de su Diario Consensos, (seguramente exigía la prebenda a partir de un convenio de publicidad entre las dos entidades) hizo acopio de la mentira del tamaño del mundo que afectó sobre manera los sentimientos de Manuel Humberto. También caló hondo en el joven de escasos 18 años de edad, pues la acusación de homicida imprudencial no era para menos.

Hoy la ironía de las circunstancias políticas los coloca en el mismo casillero. Cota Jiménez como presidente del partido que amenaza naufragar por la pésima conducción, personaje emergente que para todo el mundo priista sobresale por su elevada capacidad de tejer fino cuando las controversias internas entre grupos están a la orden del día, motivadas por la selección de candidatos a cargos de elección popular.

Mientras tanto, Pepe Espinoza como secretario de Organización se incorpora al comité directivo estatal dizque para fortalecer actividades del mismo. Forma parte del equipo de Roberto Sandoval, candidato del PRI a gobernador de Nayarit, cuya misión es el desarrollo de una efectiva campaña de proselitismo que culmine con el triunfo electoral del tricolor en los comicios del domingo 3 de julio próximo.

Ante la crítica mordaz de aquel infortunado suceso que trató de capitalizar, Pepe Espinoza hoy con desparpajo argumenta: “eso es cosa del pasado, ni Manuel ni yo vemos el pasado, sólo el presente y el futuro” ¿Sabrá Manuel Cota que están hablando por él? Le da el trato de un asunto que no tiene la mayor importancia. Ya lo pasado pasado. Habrase visto tal desfachatez.

Manuel Humberto Cota Jiménez será tan cristiano para sufrir y enseguida perdonar. Son cosas que jamás se olvidan. Ojalá y este detalle, que pretenden aparecer de la menor insignificancia, no vaya ir a formar parte del cúmulo de acontecimientos adversos que hacen pensar a los ciudadanos nayaritas que el PRI logrará una estrepitosa derrota en las elecciones de julio venidero.

Pero al mismo tiempo pareciera que en aras del objetivo superior de que el PRI gane las votaciones, Manuel Cota y Pepe Espinoza hicieron un alto en el camino del desacuerdo. Marcharán unidos, aunque después de alcanzada la meta regrese cada uno a su posición de discordia. Quién sabe.

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