A ver si ahora sí se hace justicia, por el bien de nuestro país

La nota que anda de boca en boca en la mayoría de los mexicanos de ambos sexos, es de que, posiblemente ahora sí se investigue a fondo al expresidente Enrique Peña Nieto, al detectársele, por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), transferencias financieras internacionales y nacionales con dinero de procedencia ilícita. Y si bien, el titular de la UIF, Pablo Gómez Álvarez, no mencionó el nombre del expresidente, la mayoría de los medios informativos, así como gran parte de la ciudadanía en general, de inmediato intuyó que se trataba de Peña Nieto.

En la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el economista Pablo Gómez, dio una amplia referencia del porqué denunció al expresidente, pues se detectaron varias transacciones millonarias, tanto en pesos como en dólares y euros, señaló que ahora corresponde a la Fiscalía General de la República (FGR), la investigación correspondiente abriendo una carpeta de investigación, para así, llegar al fondo de esto.

Lo malo de esto, es que, de acuerdo al escepticismo crónico que padecemos muchos mexicanos y mexicanas, se piensa que posiblemente de puro ruido mediático no pase y, que Peña Nieto siga tan campante dándose una vida de pachá en el continente europeo, sobre todo en España, en donde se dice, ha adquirido una residencia en un barrio exclusivo y selectivo para pura gente pudiente.

Aunque también existe la posibilidad de que ahora, en el último tercio del mandato de AMLO, el presidente comience a jalar la piola y así empiece a atraer a la justicia a todos esos personajes tan señalados por la ciudadanía, pues la mayoría de la población, está convencida de que tanto los expresidentes de la República, como varios políticos y funcionarios de varias dependencias gubernamentales del pasado inmediato tienen cola y así, reforzar su mandato y darle a entender a la población que, si en los primeros años de su encargo pareció que no hacía nada, ya casi al último comenzará la cacería de todos aquellos que por ahora piensan que todo cambió para que todo siga igual.

Y tal vez por lo mismo, no nada más sea Enrique Peña Nieto el investigado, sino que posiblemente las investigaciones de extiendan hacia los otros expresidentes de Carlos Salinas de Gortari a Peña Nieto, pues todos ellos tienen grandes señalamientos que, tal vez algunos de ellos sean leyendas populares; pero en sí, existe la posibilidad de que estos ahora expresidentes sí tengan una larga cola para ser investigados y, en su caso, hasta encarcelados. Todo será al tiempo. Y, si no pasa nada y todo queda igual como hasta hoy en día, mucha gente se decepcionará a tal grado que, ya jamás volverá a creer en ningún político; aunque como por lo regular sucede y suele pasar: habrá ilusos que seguirán creyendo en el canto de las sirenas, pues es bueno recordar que para todo hay gente y, los ilusos y quienes se engañas a sí mismos, siempre los habrá, eso sin duda.

En caso de que se llegara al fondo de lo que se investigará a Peña Nieto, desde luego que sentaría un precedente de gran trascendencia en nuestro país en caso de que se llegara a declarar culpable a Enrique Peña, ya que, en nuestra depauperada Nación, ha sido prácticamente imposible que, oficialmente se declare a un expresidente culpable de algo; si bien hay infinidad de señalamientos, al final de cuentas no ha sucedido nada, hasta el momento. Por eso que, en caso de que Peña Nieto llegara al menos a ser llamado a cuentas, desde luego que se prendería una luz de esperanza en la mayor parte de los ávidos mexicanos y mexicanas todas ellas y ellos de justicia; aunque habrá algunos que querrían venganza por haber saqueado las arcas nacionales y puesto en venta al país.

Y, volviendo al escepticismo crónico que padecemos muchos mexicanos, este se debe a que se tiene la percepción de que, de los presidentes hacia abajo de sus colaboradores, muchos de ellos pensaron en aquello de que “no pido que me den, sino que me pongan donde hay”. Y esto debido a que  no se conoce a ningún expresidente o funcionario o a cualquiera que haya estado en el servicio público que, después de terminar su cargo, haya pasado a vivir en la inopia; antes al contrario, la mayoría de ellos, si no es que todos, de inmediato cambiaron su estatus de vida radicalmente, pues todos salen prácticamente millonarios y con un tren de vida enviable para muchos mexicanos y mexicanas; he ahí el caso emblemático precisamente de Enrique Peña Nieto y varios, muchos más.

Sea pues. Vale.