¿Es MORENA o el efecto López Obrador?

Las pasadas elecciones del 2021, las de mayor relevancia en función de lo que dejaron al descubierto en el desenvolvimiento político-electoral de Morena desde su arribo al poder federal en el 2018, con Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, se constituyeron en un referente importante, en especial, por el pulso ciudadano y la consecuente respuesta al peso neto como tal recibido; y es que con todo y lo que pudiera concluirse a partir de su merma en la Ciudad de México, con la pérdida de alcaldías, al igual que de diputados en el Congreso de la Unión, su fuerza es aún considerable, pues tan solo en nuestro Estado, se llevó 17 de las 20 alcaldías que estuvieron en juego, las diputaciones locales todas fueron para Morena, las regidurías también se ganaron por Morena, y por supuesto la Gubernatura: una victoria contundente por parte del entonces candidato doctor Miguel Ángel Navarro Quintero. 

Sin embago, a poco más de ocho meses de ejercicio de gobierno en Nayarit, se ha presentado un peculiar escenario: en la mañanera del 17 de mayo, tanto la alcaldesa de Tepic, Geraldine Ponce, como el Gobernador, dieron a conocer con satisfacción que el Ejecutivo Estatal cuenta con un nivel  de aceptación popular muy por arriba del promedio, y en consecuencia mayor que muchos de sus homólogos  en todo el país; sin embargo, hasta ese momento fue claro que tal medición no correspondió con el comportamiento de ciertos actores y sectores, como los maestros afiliados a la sección 20, y empresas  dedicadas a la extracción de material pétreo, toda vez que el gobierno emprendió acciones directas para ordenar y sentar las nuevas reglas legales para el desempeño respectivo; y más aún, siguió llamando  la atención una cierta discrepancia expuesta por parte de la alcaldesa de Bahía de Banderas Mirtha Villalvazo, principalmente en lo que tiene que ver con la esencia propugnada por la 4T, y en consecuencia por el Ejecutivo: orden, legalidad y coordinación.

Ahora bien, es de resaltar que mes tras mes, la aceptación por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sigue creciendo en nuestra Entidad, pero los gobernantes y representantes populares registran circunstancias distintas, son otra historia pues. Así tenemos a un Alcalde destituído: Gabino “N” de Tecuala, por temas legales, y a otros 3 que están en la mira pública por diversos temas, que son Rito Galván de Rosamorada, Heriberto Castañeda de Xalisco y Mirtha Villalvazo de Bahía de Banderas. Todos ellos, es de reconocer, ganaron con una cómoda ventaja en las pasadas elecciones, pero ahora pareciera que su situación dio un giro de 180 grados: se encuentran en la cuerda floja o simplemente quieren su salida; no solo es la inconformidad de los ciudadanos que votaron por ellos, que no los pueden ni ver, sino propios funcionarios que argumentan no haber condiciones para un adecuado ejercicio con apego a la ley, respeto y coordinación, caso concreto, el de Mirtha Villalvazo, donde siete funcionarios renunciaron e incluso algunos de ellos la denunciaron por acoso laboral.

Es evidente que Nayarit se suma a los estados con mayor aceptación para el Presidente de la República, pero no a favor de su partido Morena. Mucho del triunfo obtenido en el 2021, se debió al todavía efecto del Presidente y del hoy Gobernador del Estado. Así, no es de extrañar el que ciertos funcionarios, o representantes populares, no actúen de la mejor manera: se les ve con frecuencia en fiestas y excesos en otros municipios, y en consecuencia solo suben fotos a las redes sociales  de actividades completamente ajenas a su función o con disfraz de ella, o simplemente acuden a cualquier lugar, menos al de su sección o distrito por el que se votó por él o ella, y además cuando se les exige resultados, se molestan al grado de verter cuestionamientos al pueblo mismo: tachándolo de no querer ver o negar lo que hacen “a favor de su causa y de la justicia social”. 

Es obvio, que en la función gubernamental en todos sus niveles, existen buenos funcionarios, los que están día a día, al pendiente de su gente y no bajan el dedo del renglón realizando gestión en pro de apoyos necesarios. Por hablar de alguien, justo es hacer mención de la Diputada local del Distrito 12, Laura Monts, a lo cual podemos seguir con la lista; sin embargo  es preciso no dejar de exigir a todos por igual, y en aras de la transparencia, el acceso a información clara, contundente y de reproducción de acciones eficaces -que es lo que se espera al final de cuentas de todos los integrantes en el ejercicio del poder- no basta con lo que solo se publica en redes.  

Así, no queda más que esperar una mejora sustancial en la práctica política y de gobierno en la cual sean los hechos y beneficios en favor del pueblo, los que fortalezcan y den razones para que Morena como partido, llegue a estar a la altura del peso del Presidente. ¿Será este el objetivo, o en efecto que el Presidente siga teniendo por encima de todo y del partido, la última palabra?