Nayaritas del centenario

“De chico murió mi papá y mi mamá nos sacó adelante sola a los nueve hermanos. Terminé hasta la secundaria y ya no quise estudiar, empecé a ganar mi dinero y me gustó. Trabajaba en lo que se podía. Desde los dieciséis años empecé a trabajar en la obra de ayudante de albañil, me enseñé más o menos y empecé a trabajar en el Ayuntamiento en tiempo de Rivas. Cuando se estaba pavimentando la ciudad en ese tiempo ahí anduvimos trabajando. Me salí y estuve de mesero y después de un año caí ahí con el señor Tomás Plascencia, ahí aprendí el oficio. Empecé a vender hamburguesas hace aproximadamente veinte años, me enseñé a trabajar y ver cómo se despachaba. Ahí conocí a la que es mamá de mis hijas y estuve casado como por ocho años, nos separamos y yo me hice cargo de mis hijas. Soy padre divorciado, me quedé con las tres niñas y empecé mi propio negocio, con la ayuda de mi mamá y mis hermanos fui saliendo adelante. Por mi cuenta tengo ya once años con mi puesto, mi mamá y mis hijas me ayudan a preparar las cosas en la casa, yo despacho y tengo dos muchachos que me ayudan ahorita. Tengo planeado ponerme más adelante en una sucursal, algo más fijo, un local para darle servicio al cliente.”

Antonio Huerta, 46 años
Expendedor de hamburguesas 
Él es #nayaritadelcentenario