Nayaritas del centenario

"Somos de aquí del barrio de la H. Casas, en Tepic. Siete hermanas, en casa fuimos puras mujeres, yo soy la más chica.  Mi mamá en la casa vendía tortillas, como que siempre le gustó la comida. Nos dejó mi papá y estábamos chiquitas, yo pienso que por el hambre mi mamá se puso a vender gorditas afuera de la iglesia de San Isidro. Cuando inició le fue muy bien, mi mamá trabajaba con carbón. Era un poco más difícil tener el control; cuando había poca gente el carbón estaba a todo lo que daba y cuando teníamos mucha gente, por mala suerte para ella se apagaba. Nosotras le ayudábamos, crecimos y le entramos. Veníamos con mi mamá a vender, fue agradable, aquí nos conoce mucha gente. Yo estudié hasta la academia, así se usaba: terminabas y te ponías a trabajar. Trabajé un tiempo y después regresé y me dediqué al negocio, la verdad lo que deja es el comercio. Cuando mi mamá falleció, el negocio lo agarraron mis hermanas. Yo me casé, crecieron mis hijos y fue que regresé a trabajar. Mi hermana se fue a La Peñita y dejó el puesto libre. Tres nos dedicamos a esto, a las otras como que no les gustó mucho. Yo le atoré como dicen, le he continuado. Sacando cuentas soy la que más he durado, tengo alrededor de veinte años ya por mi cuenta. La primera vez que vine fue novedad, inicié un Domingo de Ramos como a las cinco y a las siete de la noche ya estábamos recogiendo. Antes de casarme le ayudé a mi madre, ya me sabía yo la movida, agarré la estafeta y le seguí yo. Desde que llegué empecé a echarle ganas, me ha favorecido mucho, parece que ha gustado. Mi plan es seguir echándole ganas aquí al negocio y si es posible poner un segundo puesto. Mis hijos ya tienen veintiséis y veintisiete años, los tuve seguidos. El más grande acaba de salir de leyes y el segundo precisamente hoy se tituló del Tecnológico."


Rosario Bernal, 56 años
Propietaria de negocio de alimentos
Ella es #nayaritadelcentenario