Ganó la impunidad y la falta de justicia
Sergio Mejía Cano
10 de Marzo de 2022
En cuanto se dio a conocer la sanción que impuso la Federación Mexicana del Fútbol al equipo de Los Gallos de Querétaro y su directiva, por los acontecimientos que se dieron el pasado sábado 05 de marzo, de inmediato surgieron voces de descontento, tanto de público en generan y de los mismos aficionados a este deporte, sobre todo los del Atlas que, en sí, fueron los más agraviados.
Ahora con la detención de al menos 14 de los supuestos agresores, se trata de paliar un poco este disgusto de la gente que no ha quedado conforme, pues esperaban, tal vez, una sanción más severa y ejemplar para en lo sucesivo, en caso de que se volvieran a dar esta clase de acontecimientos, quienes las iniciaran se la pensaran dos veces; pero no, todo fue, al parecer, nada más una burda burla a los dolientes de las víctimas, a ellas mismas y, a esa parte de la sociedad que, desde siempre, ha reprobado los hechos de violencia al interior de los estadios deportivos, sobre todo los del balompié.
Las imágenes de este triste hecho que circularon a través de las redes sociales, trasmitidas prácticamente en el mismo momento en que estaban sucediendo y, que se dice, dieron la vuelta al mundo, son en verdad más que indignantes, sobre todo al mirar la cobardía en que siguen siendo pateados los cuerpos de los caídos ya inermes, inconscientes y por qué no decirlo: posiblemente ya hasta sin vida algunos de ellos.
Y precisamente de esto se trata el asunto: sobre si hubo muertos o no, porque al decir en su informe el gobernador de Querétaro que solamente habían sido 26 los lesionados y nada más dos de gravedad, de inmediato despertó la sospecha de que, como siempre, se trataba de ocultar la verdad de lo que realmente había ocurrido al interior del estadio “Corregidora”, porque las imágenes hablan por sí mismas, y es prácticamente increíble para la inteligencia humana, no intuir que, los cuerpos golpeados que se ven en las imágenes fotográficas y de video, tuvieran algún signo de vida; aunque obviamente, se da el beneficio de la duda al no estar cerca de esos cuerpos y no palparlos; sin embargo, se podría afirmar que, si no estaban muertos, poco les faltaba, por estar ya agonizando y más, cuando los seguían golpeando hasta en la cabeza y sin que se quejaran ni nada parecido.
Cuando hay sucesos en donde el número de víctimas es indeterminado, por lo regular, tanto las autoridades como en la mayoría de los medios informativos, es común que se informe sobre un mínimo número de víctimas; aunque testigos y familiares digan lo contrario, pues lo que vale casi siempre, es la información oficial, y eso es y fue. Un claro ejemplo está en la masacre del 2 de Octubre (no se olvida), en que se informó que habían sido 27 los muertos entre gente de todas las edades y sexos; igual como cuando hay víctimas en terremotos e inundaciones, algún incendio y hasta en enfrentamientos a balazos, siempre se reduce el número de víctimas, como si eso ayudara en algo; pero lo único que se genera con ocultar la realidad, es que crezca la incredulidad de la población hacia las autoridades y medios informativos. Y este ocultamiento y reducción a modo de víctimas en cualquier suceso, por lo regular la opinión pública se carga a decir que es para proteger intereses de algo o de alguien; pero en ocasiones, este ocultamiento de la verdad de lo sucedido, sale peor, porque como siempre ocurre, el tiempo da la razón a quien la tiene aplicando aquello de que la verdad siempre sale a flote como una gota de aceite en el agua.
En las redes sociales circula un escrito firmado por un tal “Luigi59” que, en caso de que tuviera razón en lo que señala, es para ponerse a pensar y poner en práctica aquello de que “piensa mal y acertarás”.
En este escrito, Luigi59 dice que, desde su muy particular punto de vista, el hombre clave para dar la razón a lo dicho por los gobernadores de Querétaro y Jalisco, Mauricio Kuri y Enrique Alfaro, respectivamente, es Olegario Vázquez Aldir, un empresario mexicano propietario de infinidad de negocios como Grupo Imagen, Hospitales Ángeles C. F., del equipo Gallos Blancos de Querétaro, de VivaAerobus, Excelsior, etcétera. Y que se sabe del peso económico de este hombre para las directivas de los equipos de primera división mexicana, las televisoras y diversos medios impresos, por lo que están en juego grandes negocios, sobre todo las grandes ganancias que les dejan los fanáticos del fútbol en nuestro país. Aquí ganó la impunidad y la falta de justicia.
Sea pues. Vale.
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