Nayaritas del centenario

"Nací en Santiago Ixcuintla, hice todos mis estudios ahí y me vine a los dieciocho años a Tepic. Estudié en un colegio de monjas toda mi primaria y secundaria, y en la preparatoria me vine. Mis papás eran comerciantes, dueños del famoso Restaurante Mérida. Fuimos diez hermanos y de los diez soy el penúltimo. Cuando yo crecí mis hermanos ya estaban casados y tenían hijos. Yo jugué con mis sobrinos más que con mis hermanos. En mi casa había una estética cuando yo estaba pequeño, una hermana tenía esa profesión. Cuando yo estaba chico convivía con los hijos de las clientas y me llamaba la atención todo eso. Crecí y decidí que yo quería hacer eso. Mi papá me dijo que si quería hacerlo tenía que esforzarme al cien por ciento y distinguirme de los demás. Cuando uno es joven siempre aspira a más cosas, algo más allá de su entorno. Yo tenía decidido venir a Tepic, pero tenía un poco de temor por la escuela. Hace treinta años era todavía un poco más rupestre, hemos visto una evolución en herramientas y productos. Éste es un oficio muy noble que te lleva hasta donde tú quieras, sólo hay que ser constantes y tener bien claros los objetivos. Empecé a estudiar en la escuela de belleza y empecé a trabajar en lo que es el estilismo. Fui desarrollando mis habilidades, me di cuenta que tenía la facilidad para hacer muchas cosas y tenía creatividad. Las cosas fueron más fáciles de lo que yo creía, tal vez en algún momento me limité por temor, pero todo se fue acomodando. Iban muchas clientas a buscarme a la escuela, pero no podía atenderlas a todas por el poco espacio y el poco tiempo. Al salir de la escuela me iba a las casas a trabajar a domicilio por las tardes, fue una forma de apoyo también, practiqué y me di a conocer. Con el tiempo me establecí y abrí mi negocio, fue algo rápido. Mis inicios fueron por la calle Lerdo. Nos hicimos famosos maquillando novias. La mayoría de las novias que hemos atendido han venido a arreglar a sus hijas para sus quince años o para sus bodas, son ya dos generaciones de clientas y grandes satisfacciones que deja esto de la belleza. Al año de estar trabajando tuve la oportunidad de colaborar en el concurso de Señorita Nayarit; eso me abrió las puertas para darme a conocer, fue una gran proyección. En un concurso en Puerto Vallarta me invitaron a trabajar como maquillista, mi trabajo gustó y me contactaron. Más adelante fui invitado para trabajar a Señorita Querétaro y a Señorita México, que era uno de los grandes objetivos que tenía, como maquillista son grandes plataformas. Seguimos trabajando, tengo ya como treinta y tres años establecido, ya podría hasta escribir un libro de experiencias y anécdotas. El tiempo me enseñó que había maneras muy fáciles de poder ayudar. Tuve la oportunidad en una ocasión que me invitaron a visitar el Hospital de Oncología de darme cuenta de muchas necesidades, las pacientes después de una quimioterapia están vulnerables. Decidí convocar a los medios para invitar a la sociedad a sumarse a una campaña para reunir fondos para dotar de pelucas oncológicas a las pacientes del hospital. Con el tiempo nos dimos cuenta que las pacientes necesitaban también prótesis de mama, en eso estuvimos trabajando. Actualmente tenemos cerca de nueve años colaborando con ellas, es una manera muy satisfactoria de ayudar a las personas."

Juan Bernal, 56 años

Maquillista y estilista 

Él es #nayaritadelcentenario