En qué quedó la ley contra plásticos de un solo uso y desechables

Se dice que, en un artículo de opinión no es correcto escribir sobre asuntos particulares, y menos hacerlo en primera persona; sin embargo, en ocasiones es necesario para explicar la idea a referir.

Me encuentro con un grupo de amigos tanto jubilados como pensionados del ferrocarril, platicando sobre los aconteceres cotidianos y, sobre todo, de recuerdos de trabajo y de nuestro pesar respecto a las demandas laborales interpuestas en contra de la empresa ferroviaria, las que ya van para más de 23 años sin resolución alguna. En eso, llega otro compañero que viene degustando fruta, la que está en una bolsa de plástico transparente. De inmediato, uno de los presentes preguntó impersonalmente si no estaban ya prohibidas esas bolsas de plástico para un solo uso, lo que de inmediato abrió la polémica al respecto, pues es obvio que tal vez la ley contra el plástico quedó en puro ruido mediático, porque no se ha visto que algo haya cambiado en cuanto al uso de estas bolsas, pues se siguen utilizando en la mayoría de los comercios y negocios y, si bien en algunas tiendas ya no dan bolsas, en otras las siguen dando para embolsar la venta adquirida por los clientes, y en otras tiendas las cobran cuando el comprador lleva cierta cantidad de productos que expenden en esa tienda y necesita algo en qué depositarla, por no traer su propia bolsa o canasta o ya traerla llena.

En la anterior legislatura se anunció con bombo y platillo la aprobación de la ley para restringir el uso de las bolsas de plástico y artículos desechables, principalmente para las de un solo uso; pero por lo que se ve, tal vez no se ha aplicado tal y como se dijo en su momento; aunque sí se anunció que se daría por lo menos un año de gracia para que fabricantes, distribuidores, comerciantes y público en general se fueran adaptando a lo que, en lo sucesivo, se tendría que hacer respecto a esta nueva ley, pero tal como dice la canción: todo sigue igual, en la misma ciudad y con la misma gente y todo mundo utilizando y usando bolsas de plástico de todo tipo y medidas como si dicha ley anti bolsas de plástico no haya sido aprobada jamás.

Respecto a las bolsas de plástico y artículos desechables, algunos de estos productos, no todos, han cambiado de color, y otros tantos portan la leyenda de “reciclado o reciclable”; sin embargo, la consistencia es muy similar a las tradicionales, y si bien algunas de estas bolsas son menos resistentes, aun así, la consistencia sigue muy similar a las que se dijo se iban a prohibir en lo sucesivo una vez que entrara en vigor la ley susodicha. Y en cuanto a los desechables en que por lo regular se despachan alimentos para llevar, si bien cambiaron de color, su textura y resistencia al parecer sigue siendo la misma, pues esto es muy palpable cuando se destruyen para que quepan mejor en las bolsas para la basura que, curiosamente también siguen siendo las mismas de antaño.

Pero queda claro que el problema de la contaminación ambiental no lo son nada más bolsas y desechables, sino los envases plásticos de todo tipo de bebidas como leche, jugos, refrescos, etcétera. Así que, por lo mismo, son impresionantes las imágenes que continuamente aparecen en las redes sociales de ríos, arroyos y mares llenos de plásticos de todo tipo, principalmente de estos envases que, de acuerdo a dichas imágenes, en el Mar forman islas de grandes dimensiones, dañando obviamente, flora y fauna marítima y desde luego, infinidad de especies tanto acuáticas como anfibios y mamíferos, así como aves.

En el portal en internet de La Jornada, en su sección “Mundo”, viene un reportaje de la redacción que informa sobre la “alarmante contaminación por plásticos en ecosistemas acuáticos”, esto de acuerdo a la investigación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y que señala que la contaminación en los ecosistemas acuáticos ha crecido de manera considerable en los últimos años y se prevé que se duplique para el 2030 con “consecuencias nefastas para la salud, la economía, la biodiversidad y el clima”. Y afirma este organismo, que el reciclaje no es suficiente y denuncia las falsas soluciones que se están dando frente a este problema, por lo que califica en su informe, como “crisis mundial” la contaminación del planeta causada por el plástico.

Y la PNUMA afirma en este documento que, el plástico es la fracción más grande, dañina y persistente de los desechos marinos, y representa al menos 85 por ciento del total de esos desperdicios.

Sea pues. Vale.