La naturaleza humana, muy distinta a la de otras especies
Sergio Mejía Cano
17 de Septiembre de 2021
Lo más probable es que, el tema del aborto estará siempre presente en la mente de todos nosotros; pero posiblemente más entre el de las mujeres que, es a quienes más atañe este asunto, porque infortunadamente, abortos siempre los ha habido, los hay y por desgracia los seguirá habiendo, por lo que es inconcebible que, quienes se oponen a su despenalización y posterior legalización, no quieran entender que precisamente por esto, se debe dar protección a esas mujeres que, por convicción, decisión u obligadas por diversas circunstancias, deciden interrumpir sus embarazos.
Por lo que se ve, la naturaleza humana toma decisiones que otras especies no las hacen, pues se dice que el ser humano es el único que hace cosas fuera de su instinto de la conservación de la vida, que mata por placer, por intereses económicos o simple y sencillamente porque otro ser humano le cayó mal o lo volteó a mirar feo.
Este tema del aborto, como ya se ha dicho en otras ocasiones y lo señalan varios analistas, es un tema del que nada más las mismas mujeres pueden tener sus propias convicciones y decisiones al respecto, y que los varones no tienen por qué intervenir en esta cuestión, debido a que hasta el día de hoy, que se sepa, ningún hombre ha podido sentir lo que siente una mujer con su organismo, porque si bien ambos, mujer y varón pertenecen a la misma especie, la constitución de sus cuerpos es mucho muy diferente, por lo que el hombre no puede obligar a ninguna mujer a hacer o no hacer lo que ella determine por sí misma.
La opinión pública se pronuncia ya sea a favor o en contra de la interrupción de los embarazos, y está en todo su derecho pues se aplica la libre expresión, y cada una de las partes aducen sus propios argumentos al respecto de por qué sí o por qué no se debe de despenalizar y legalizar el aborto ya en pleno siglo XXI, siglo en se suponía que ya la mente de la humanidad estaría más abierta, más cargada a la ciencia que a las creencias que, está comprobado, no han permitido un avance científico tal y como debiera ser ya en estos tiempos modernos en que la tecnología podría ayudar bastante en hacer más por la preservación de la vida en todos sus aspectos.
Y a propósito de creencias, ahora hasta asociaciones religiosas se han inmiscuido en el tema del aborto, condenando su ya despenalización debido a la jurisprudencia que ha obligado en que la mayoría de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) votaron a favor de la despenalización.
Y tan se han inmiscuido algunas asociaciones religiosas y grupos afines, sobre todo a la Iglesia Católica, que ahora, de acuerdo al portal de internet NTV.com.mx, en nota de la redacción, el obispo de la Diócesis de Tepic, Luis Artemio Flores Calzada, en su sermón del pasado domingo 12 de septiembre, criticó la determinación de la SCJN “de declarar que es inconstitucional penalizar a mujeres que ejerzan su derecho a decidir sobre la continuidad de un embarazo en las primeras semanas de este”; y además “el presbítero convocó a una manifestación para defender la vida, este lunes a las 4:30 de la tarde”. Y el encabezado de esta nota es de llamar la atención, desde luego, pues dice que “No hagan caso a la Corte, hagan caso a Jesús que es el dador de vida”. Y en el cuerpo de la nota en comento, señala que Flores Calzada, “hizo un llamado a las mujeres jóvenes, a quienes consideró como interesadas en practicar la suspensión del embarazo, para que desestimen el fallo de la SCJN”.
Y he aquí lo cuestionable, pues el obispo Luis Artemio Flores Calzada, por ningún motivo puede llamar a una especie de “desobediencia civil”, pues la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público se lo tiene prohibido, pues dicha ley en el segundo párrafo del artículo 1° dice que “Las convicciones religiosas no eximen en ningún caso del cumplimiento de las leyes del país. Nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir las responsabilidades y obligaciones prescritas en las leyes.
Y en el título quinto, en el capítulo primero, sobre las infracciones y sanciones, en su artículo 29, en su fracción X, señala fehacientemente que: “oponerse a las leyes del país o a sus instituciones en reuniones públicas”.
Así que, Flores Calzada al incitar a las jóvenes a desestimar el dictamen de la SCJN, se podría considerar como un llamado a la desobediencia civil, pues prácticamente les dice que no hagan caso a una institución emanada del Poder Judicial. Lo que está claramente prohibido por la citada ley.
Sea pues. Vale.
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