Posiblemente la química artificial tenga mucho qué ver con la pandemia
Sergio Mejía Cano
18 de Agosto de 2021
Sigue la polémica, desencuentro y polarización, respecto al inicio de clases presenciales para este próximo 30 de agosto, pues hay muchas reticencias tanto de los mismos padres de familia, como de algunas partes del magisterio, así como de ciertos y cuales sectores de la sociedad y hasta políticos.
Es obvio que se quiera proteger a las nuevas generaciones no permitiendo que acudan a los planteles escolares, por el riesgo latente de un posible contagio; sin embargo, podría ser más un temor generado por la psicosis creada por las mismas autoridades y que se esparció como reguero de pólvora entre gran parte de la población. Y precisamente esta psicosis es la que ahora no se sabe cómo detenerla, pues la impresión que ahora tienen infinidad de personas, será muy difícil erradicarla, aunque se presenten razones de que la pandemia va a la baja y sobre todo de que habría menos riesgos en las escuelas que el que la niñez, adolescentes y jóvenes permanezcan encerrados y sin recibir una enseñanza-educación adecuada; porque por más clases a distancia que haya, estas no llegan a toda la sociedad y, ya ha quedado demostrado, que dichas clases virtuales no cumplieron con las expectativas generadas.
Hoy en día, a más de un año en que empezó todo esto de las restricciones y cuidados como encierro, sana distancia, el uso de aditamentos de protección, etcétera; ahora ha quedado en claro que no han dado los resultados esperados, pues hasta gente que se ha cuidado bastante ha resultada contagiada sin explicación alguna de por qué, pues si se estaban cuidando en extremo y aun así resultaron contagiados, pues ¿por qué?
Un familiar de un conocido que se contagió de covid-19, a pesar de estar cumpliendo con todas las normas de sanidad dictadas por las autoridades, y que no salía para nada de su casa, lavándose las manos frecuentemente, usando gel anti bacterias, afirma que posiblemente su misma familia lo podría haber contagiado al regresar de la calle, por la necesidad de salir a hacer su vida y al llegar, tal vez portaban el coronavirus ya fuera en su cuerpo, ropa o productos para los alimentos que tenían que salir a comprar para el sustento diario. Y por más cuidados que hubo, de todos modos, dio positivo al covid-19 cuando cayó enfermo. Afortunadamente este conocido salió avante de su malestar de salud. Y casos similares se han hecho saber a través de pláticas entre familiares, vecinos y conocidos; unos con fallecimientos y otros que la libraron. Así que ¿qué es lo que está pasando, si a pesar de tantos cuidados aun así en determinado momento nos llega la enfermedad?
Desde luego que podría haber algo más en cuanto a los contagios; y bien podrían no ser por la cercanía de otras personas, sino por los hábitos alimenticios. Pues como se dice y afirma entre personas versadas en cuestiones de salud, de que todos los males del cuerpo humano, por lo regular llegan por el estómago. Pues bien lo dijo el escritos y caricaturista Eduardo del Río “Rius”, de que nada más hay tres tipos de muerte en el ser humano: por vejez, por accidente y por intoxicación; y es precisamente esta última es la que tiene que ver más con las enfermedades, pues ahora con tanta química que estamos consumiendo, es lógico pensar que ahora la Naturaleza nos está cobrando la factura por estar consumiendo toda esa química artificial que, de acuerdo a quienes saben, la química artificial está peleada a muerte con la química orgánica.
He ahí el caso de las semillas transgénicas o modificadas que, hasta han estado matando a las abejas y a otras especies polinizadoras, debido a los agregados químicos que se les añaden a cultivos de este tipo, además de los fertilizantes que ya desde hace tiempo se ha comprobado que son más bien perjudiciales que benéficos para la humanidad y otras especias; claro que benéficos si son para muchos de los agricultores que le tiran más a las ganancias económicas que a la salud de los seres vivientes a quienes están afectando severamente con sus añadidos químicos a sus cultivos transgénicos o modificados.
Probablemente estemos consumiendo ya desde hace tiempo todo este tipo de químicos, y ahora ya estemos sufriendo las consecuencias con el pretexto de que es una pandemia; pero que más bien todas estas enfermedades están apareciendo o vuelto a resurgir, precisamente por los químicos no nada más en los cultivos, sino en la “comida” industrializada. Tal vez no por nada, el doctor Hugo López-Gatell llamó veneno embotellado a los refrescos.
Sea pues. Vale.
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