El cierre de internados normalistas es una represión política

No es la primera ni creo que será la última, represión que sufran los normalistas rurales. En la década de los 70 del siglo pasado hasta les cerraron varias normales rurales. En Nayarit cerraron la Normal Rural de Xalisco. Y todo por solidarizarse con las comunidades y proponer salidas alternas a las que estaban establecidas en el sistema político mexicano. Hoy resurge la represión a los normalistas con el cierre de los internados y, quizás en el futuro, con el cierre de algunas normales.

Los internados y comedores de las escuelas normales rurales no sólo son espacios físicos, sino de construcción colectiva de actitudes, comportamientos e ideologías. Por una parte, generan un acercamiento a las culturas campesinas e indígenas, y por la otra, concientizan al joven de cuál debe ser su rol en la lucha social.

El cierre de los internados de las normales equivale a dispersar a los estudiantes y privarlos de estos espacios de construcción colectiva, fundamentales para su formación académica, cívica, patriótica y revolucionaria. Además, los internados normalistas se han convertido en un patrimonio de la educación y del normalismo mexicano”.

El internado y el comedor son espacios centrales para las normales rurales, porque permiten consolidar en los normalistas su esencia colectiva. Desde su creación en los años 20 del siglo pasado, nacen con una visión colectiva y las normales rurales se crean con internados, precisamente para agrupar a los estudiantes, darles albergue y comida ya que tienen una estrecha vinculación con las comunidades campesinas e indígenas, donde la participación colectiva es central”.

Por eso, de concretarse la propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador de entregar becas de manutención a cada estudiante para el pago de alimentos y vivienda, sería un grave retroceso y un golpe mortal al normalismo rural.

Juan Manuel Rendón, ex director de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros, destacó en la prensa nacional que desde 1922 las normales rurales surgen como una opción educativa y de vida para los sectores más empobrecidos del país, pero que también nacen estrechamente ligados a una visión de lo colectivo y de la búsqueda de la justicia social.

Y como era de esperarse, los estudiantes normalistas no aceptan la propuesta. Afirman que no solo es el lugar donde viven, que es el lugar donde se encuentran como estudiantes y futuros maestros rurales.

Señalan que, en los internados y comedores, conviven, cocinan, hacen material para los niños y aprenden juntos, porque si hay algo que no sepan los compañeros se lo enseñan. Además, se comparten las ideas y las lenguas indígenas. Desaparecer los internados y comedores, de las normales rurales, es equivalente a aplicar la política neoliberal de acabar con el conector pedagógico fundamental para la formación del maestro rural. En fin