*Como México no hay dos ¡hay cien!

Hay una canción española antigua que se llama “Cariño verdad” que dice: De quien fue la culpa, no quiero saberlo. Así, no me interesa quien tuvo la culpa en México de que un litro de agua destilada o de ósmosis inversa y alcalina (como nos apantallan para vendérnosla)  valga más que un litro de leche, hasta 20 pesos la primera y 15 pesos la segunda. 

De que un kilo de frijol llegó a valer más que dos kilos de pollo, de que los soldados sean policías; de que los pillos anden sueltos en la calle, más los que van a soltar ahora con la amnistía (4T). Si usted tiene un negocio le tenga que poner rejas para que de todas maneras lo roben o asalten, incluso aunque instale cámaras de vigilancia que al final no sirven de nada porqué a los “angelitos” los dejan libres.

Donde la televisión, radio y  los programas a través de internet tienen todo menos cultura. Donde un ofendido tenga menos garantías que un delincuente aunque haya flagrancia. Dónde casi todos los maestros enseñan mucho, “pero el cobre”. Donde haya mucho machismo y mexicanidad y que ésta, esté representada por dos “puñales” con traje de charro como son la “Chenta Fernández” y su hija “el Putrillo”. 

Donde los locutores son tartamudos,  tapados, nacos y analfabestias, además de ofensivos y majaderos ya que se agarran de todo lo que publican en las redes sociales; donde dos compadres quieren a la misma comadre. Donde el maestro de fútbol imparte clases de natación y no sabe nadar; además donde hubo procuradores que pensaban: mejores delincuentes harán de nuestros cuicos ¡mejores ricos!.

¿Quién tiene la culpa de todo esto? Usted, yo y todos los demás. Lo peor es que nuestros hijos y nietos ya acusan ese deterioro y cáncer social de la corrupción. 

¡Como México no hay dos!. Frase célebre: Si quieres llegar a trabajador viejo, solamente hazle al pendejo. La Jubilación te lo agradecerá.