Mi niñez, mis juguetes y mis juegos

RECUERDOS Y MÁS RECUERDOS DE HOJAS “REPEGADAS” AL ALMANAQUE PASADO

Hoy recuerdo con cariño

Mis juguetes y mis juegos,

Que disfruté cuándo niño

¡Nada que ver con los nuevos!

Pura Tablet y celular

Que no dejan un minuto,

Pero puedo asegurar

No les quitará lo bruto

Hoy solo ciencia ficción

Con héroes imaginarios,

Y con otra dimensión

Nos bombardean diario, diario

Y pienso… cuán diferente

Lo fuimos en la niñez,

Tan sumisos y obedientes,

Respetuosos a la vez

Los juguetes de mis tiempos

Nunca afectaban la mente,

Jugando al yoyo o al trompo

O al balero simplemente

Hoy no se brinca la cuerda,

El bote o las alcanzadas,

Del “burro” nadie se acuerda

Las “cebollitas” mentadas

El “bebeleche” o las pichas

O la pelota caliente,

Que nos producían gran dicha

Alegres y diligentes

El “Beli” y luego contar

El Beis y patear la bola,

Tanto nos hacían jugar

A veces haciendo cola

Los patines y carreras

carros de baleros al momento,

los rodábamos en tierra,

¡No teníamos pavimento!

Nuestra bola era de trapo

O cosido calcetín,

Como olvidar esos ratos

De todo infante, un festín

Con la bola y un garrote

A festejar el “jonrón”

No había nadie con bigote

Chiquillos con ilusión

La “pupa” o la matatena,

La víbora de la mar,

se olvidaba hasta la cena

Nuestro deseo era jugar

El juguete no importaba

Solamente la alegría,

Ver sonrisas en la cara

Muy llenas de algarabía

Siempre jugar y jugar

Como niños de este mundo,

Ni un momento descansar

Pues la infancia es ¡un segundo¡ 

Y todo eso ya se fue

Pero no olvido el cariño,

Con la “dotrina” y la fé

Éramos inquietos niños

Las lluvias, eran el baño

En las “corrientes”, barquitos

A nadie le hacíamos daño

Y siempre bien “prendiditos”

Estos lindos “escalones”

Nos formaron sanamente,

Parchados los pantalones

No había “fijón” en la gente

Zumbador, tilín con huevo,

“Aguaté ” bola quemada,

Encantar, liga, ligazo

No se me olvidan por nada

Luego don Juan Pirulero

Y también las escondidas,

Doña blanca, y soy sincero

A todos nos daba vida

Periquito “mandurico”

Eran juegos fraternales,

Se acercaban niños ricos

Todos éramos carnales

Los quemados,

“Chinchi legua”, 

Y algunos que ya he olvidado,

Jugabas “fútbol de retas”

O si no a los  encantados

Mis tareas y mis maestros

El ímpetu del recreo,

Los cuales vi siempre prestos

¡por eso no hay profe feo¡

Si yo volviera a vivir

Lo digo con gran cariño,

Que volvería a repetir

Esos lúdicos de niño

Y se los puedo jurar,

Que toda esta formación,

Recordar me hace chillar

Pues ser niño ¡es bendición¡ 

Convivir con ese suelo

Dónde floreció el amor,

Bajo el azul de ese cielo

Qué en sus niños, mora ¡DIOS!

BENDICIONES A TODOS MIS MAESTROS.