La duda y escepticismo de la llegada del hombre a la Luna
Sergio Mejía Cano
21 de Julio de 2021
Ayer martes 20 de julio se cumplieron 52 años del supuesto alunizaje; y digo supuesto, porque sigo siendo uno de esos escépticos respecto a que el hombre haya llegado a la Luna, y no por creer en tantas “teorías de la conspiración” que se han publicado sobre este asunto, sino porque tal vez me traumó oír a una persona, en aquel año de 1969, decir que era imposible salir más allá de la órbita terrestre, porque la tecnología no lo permitía, ya que las leyes físicas de la tierra no aplicaban en la misma forma en el espacio sideral.
Resulta que a los días de que Neil Armstrong había puesto su pie en la superficie lunar, y que por lo mismo era el tema del momento, estábamos unos amigos y yo en la Plaza Universidad, en la ciudad de Guadalajara, mirando fascinados a la Luna en cuarto creciente. Al parecer en esos días ya habían amarizado los tripulantes del Apolo 11. Así que, estábamos abobados mirando la Luna y diciéndonos y preguntándonos nuestros amigos y un servidor que qué gran hazaña para la humanidad.
En eso, se nos acerca una persona de aspecto indigente, un señor con una enorme y descuidada barba, igual que su larga cabellera, portando un raído abrigo que, para el tiempo imperante, más bien de calor, como que no iba; pero muchas de estas personas se visten con lo que pueden. Así que se nos acercó este señor, y con un palo que traía como bastón, señalando la Luna nos pregunta: ¿así que ustedes también se tragaron el cuento de que el hombre llegó a la Luna? ¡Pamplinas qué! Eso es imposible muchachos, nada que mande el humano al espacio puede salir más allá de la fuerza de gravedad de la tierra, porque precisamente la Luna está ahí por la fuerza de gravedad; así que si la Luna está atrapada por esta fuerza de gravedad, ¿cómo un vehículo podría romper esa fuerza?
Obviamente que al principio miramos con burla a este indigente; sin embargo, uno de nuestros camaradas, le preguntó al hombre por qué decía eso, a lo que el indigente respondió que no siempre había sido indigente, que había sido profesor de geografía en la secundaria y en la preparatoria, nomás que por circunstancias de la vida, su estatus había cambiado radicalmente.
En eso llega otro amigo a decirnos que ya había conseguido mesa en una de las sombrillas que atendía un café bajo el edificio de una tienda departamental de aquel entonces que se denominaba “El Nuevo París”. Tres de mis camaradas se fueron a disfrutar de un café y otros tres nos quedamos con el indigente, pues obviamente su reflexión nos había llamado la atención. Así que, le sugerimos que nos diera sus razones del porqué era imposible que el hombre haya llegado a la Luna, a lo que accedió algo gustoso de que alguien le hiciera caso a su plática.
Miren muchachos, comenzó, un vehículo automotriz se impulsa con sus ruedas en el piso, porque si estuvieran al aire, las ruedas nada más darían vueltas y no avanzaría. Un barco se impulsa en el agua y el timón le da la dirección que el capitán desea. Un avión se impulsa en la atmósfera y alas y alerones le da la dirección que el aviador quiere; entonces, un vehículo ya en el vacío del espacio, ¿en dónde se apoyaría para impulsarse? ¿Cómo determinaría la dirección deseada si no hay en dónde apoyarse para conseguir dar vuelta o cambiar de dirección? Los motores o propulsores de un vehículo espacial, no pueden ser de combustión y si lo fueran no podrían funcionar tal y como funcionan aquí en la tierra, pues en el vacío sideral no hay forma de que haya explosión ni interna ni externa porque la cantidad de oxígeno e hidrógeno no se encuentra en la misma cantidad que aquí abajo.
Así que, en caso de que algún vehículo llegara a romper la fuerza de gravedad algún día, ese vehículo se perdería sin dirección en el espacio; pero además, hay otra barrera, un anillo al parecer magnético o algo así, que está entre la Luna y este planeta que se dice, atrapa todo lo que pasa en su entorno e incluso, ahí se reduce el tamaño de los asteroides o aerolitos y por eso no nos llegan a golpear como se ha dicho que eso fue lo que causó la desaparición de los dinosaurios.
Obviamente que hoy en día con los avances tecnológicos, podría haber ya algo que ayudara a salir de la gravedad terrestre algún vehículo, pues ahora se dice que ya han hecho llegar aparatos a la superficie de Marte; sin embargo, ¿por qué no a la Luna primeramente? ¿Por qué ahora la vista está enfocada en el planeta rojo y no en la Luna? ¿Por qué ya no les interesó Selene con la nueva tecnología?
Sea pues. Vale.
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