En donde sea puede haber gente buscando en la basura para comer
Sergio Mejía Cano
16 de Julio de 2021
Como al gobierno gringo de Donald Trump no les dio el resultado esperado el ataque mediático en contra del presidente venezolano, Nicolás Maduro, tratando de encumbrar a su títere Juan Guaidó, ahora el flamante gobierno de Joe Biden, ha enfocado sus baterías en contra de Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba.
Cuando arreció el embate en contra de Nicolás Maduro, y que se informaba a través de diversos medios de comunicación de que mucha gente en Venezuela andaba hurgando entre la basura en busca de algo que llevarse a la boca, y que este supuesto hecho lo enfatizó el periodista Jorge Ramos anunciándolo a nivel mundial; en esos días estando en la Plaza Principal frente a Catedral, aquí en Tepic, precisamente hablando de este tema con otros camaradas y conocidos, uno de estos últimos estaba despotricando en contra del presidente venezolano tachándolo de dictador y mata de hambre a su pueblo al grado de obligarlo a buscar comida entre la basura y otras lindezas; sin embargo, coincidentemente, en unos contenedores de basura cercanos a los que estábamos tratando de componer al mundo, estaban dos personas con las manos dentro de dichos contenedores, por lo que le llamo la atención a este conocido señalándole la escena y diciéndole a la vez que no teníamos que ir hasta Venezuela para mirar estas cosas, pues aquí, precisamente sucedía prácticamente lo mismo.
Y esto de ver gente buscando algo entre la basura y, que muchas de las veces se observa que encuentran algo que se llevan a la boca, ya sea algún tipo de bebida o restos de una pizza, torta o tacos, fruta, etcétera, no es un hecho aislado, pues basta con estar un rato no nada más en la Plaza Principal, sino en el entorno en donde se encuentran depósitos públicos para la basura, para ver cómo constantemente llega gente a buscar algo en el interior de dichos depósitos; por lo que se deduce que este aspecto no es únicamente privatizo de los venezolanos, sino quizás de muchas partes del mundo, pues hambre, por desgracia, siempre habrá y la sentirán muchas personas por siempre, y obviamente que no por falta de ganas de comer.
Tal vez este conocido que criticaba a Maduro, lo hiciera porque llega el momento en que la mayoría, si no es que todos los seres humanos nos encerramos en cierto radio de acción o en una burbuja de sistema de vida que no nos permite o no queremos ver más allá, y lo peor, es que llega o puede llegar el momento en que muchos creamos que si uno no pasa dificultades, tampoco los demás las sufren. Sin embargo, como a todos nos llega el momento de que nos agobien determinados problemas, sobre todo económicos, porque de los de índole personal y moral, esos nunca faltan; pero los económicos también nos llegan a la mayoría, más temprano que tarde, y más en estos tiempos de crisis económica que crece cada día más y más.
Así que si no ve uno más allá de su entorno, podría llegar el momento en que se nos olvide que es cierta la sentencia de que siempre habrá alguien arriba de uno y otros, infortunadamente, por debajo, esto económicamente hablando, por supuesto. Algo que nos hace pensar en el dicho inglés de que “siempre me quejaba de que no tenía zapatos, hasta que vi a uno que no tenía pies”. Y es tan así la mente de muchos de nosotros, que cuando se informa que en Venezuela hay gente buscando entre la comida qué comer, pensamos que nada más allá está pasando; pero basta con ser un poco más observador, para comprobar que, de todos los males que se anuncian de otra nación, también y por desgracia, también la padecemos muchos mexicanos.
Cada día que le toca pasar al camión recolector de la basura, la gente saca sus bolsas con la misma, y poco antes de que pase el camión, pasan personas ya sea a pie o en triciclos que van abriendo bolsa por bolsa buscando a ver qué encuentran, esto claro, en el entendido de que lo para unos es basura, para otros puede significar algo de utilidad y de cómo sacarle provecho a lo que encuentran. Hay personas en esta situación que procuran cartón, botes de aluminio, envases plásticos y hasta alguna prenda de vestir que algún vecino ya la consideró inservible; pero como dijo alguna vez uno de estos recolectores: con un parche aquí, una costura acá y listo, ya tengo para estrenar el domingo.
Y esto de estar cotidianamente en un solo radio de acción, nos hace olvidar a muchos de nosotros que hay gente que vive en un cuarto de pocos metros cuadrados, con piso de tierra y que tienen que acarrear agua y cocinar con leña o carbón.
Sea pues. Vale.
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