Requerimos una logia plural, que contribuya al desarrollo social de Nayarit
Oscar González Bonilla
05 de Julio de 2021
En fecha reciente, en Tepic, la Gran Logia del Estado de Nayarit como anfitrión participó en una serie de acontecimientos con la asistencia de integrantes de diversas logias masónicas del país, cuyo punto culminante fue la firma de importante documento.
Es el tratado de paz, amistad, reconocimiento mutuo y reciprocidad masónica con la Gran Logia del Estado de Nayarit.
Para desglosar, entre otros, aspectos referentes a tal acontecimiento, el reportero de la gente solicitó entrevista con el Gran Maestro de la Gran Logia del Estado de Nayarit, Efraín Moreno Arciniega, quien solícito, atento, con la cortesía de buen hermano masón aprobó sin mayores requerimientos.
De inicio se le cuestionó sobre si la firma de este tratado lleva implícita la adherencia de la Gran Logia de Nayarit a la Gran Logia del Valle de México, lo cual rechazó con contundencia.
Efraín Moreno Arciniega explicó que “más bien se trata de una relación fraternal, porque conservamos independencia y autonomía. A ambas grandes logias nos conviene esta relación porque estaremos en comunicación sobre asuntos masónicos y de trabajo. Es un tratado de amistad y de paz, virtud a que de existir conflicto o diferencia con otra fracción masónica nos uniremos para de frente buscar solución. No es una adherencia de uno al otro, sino más bien un convenio de apoyo mutuo, de trabajo mutuo”.
En relación a la proximidad entre instituciones, Moreno Arciniega deslizó que la masonería tiene, entre uno de sus propósitos fundamentales, la formación moral y personal de sus miembros. Con esa base, una vez lograda la capacitación, se está en condiciones óptimas del intercambio entre ambas órdenes masónicas, incluso internacionales una vez tengan éstas firmado el tratado de paz. Citó que la Gran Logia de Nayarit es apoyada en este momento por la Gran Logia del Valle de México (con 160 años de existencia) para ingresar a la Confederación Masónica Interamericana, lo que representa contribución a la superación intelectual de sus miembros con base en la generación de ideas con sustento en el análisis de democracias liberales y la problemática del mundo moderno.
Efraín Moreno Arciniega ha hecho público su interés por lograr una masonería plural, cívica y de mayor participación social. En la entrevista desglosa la necesidad de que “no sólo nos encerremos en nuestros templos para el desarrollo de talleres, como hoy lo hacemos, sino que dejemos espacio para reflexionar sobre la situación de la sociedad, es decir, mi convocatoria es de preocuparnos por ser una masonería cívica, que participe asuntos de la sociedad. Una masonería que se aísla de la sociedad desconoce la realidad. Damos tanta importancia a nuestra instancia interior que nos olvidamos que hay un mundo de desigualdades, de pobreza, de injusticias. El masón está obligado a denunciar estos y otro tipo de vicios”.
Cuestionado sobre la manera en que contribuye la Gran Logia al desarrollo social de Nayarit, Moreno Arciniega con sinceridad expresa: “Actualmente contribuye muy poco”.
Atribuye lo anterior, con el afán de ser autocritico en el tema, al interés superior de la formación individual de cada masón. Sin embargo, es enfático al indicar el deseo de que resurja una masonería capaz de reflexionar sobre los asuntos que aquejan a la sociedad y a la vez contribuir en su solución. Se pronuncia por el análisis masónico sobre temas de gobierno, economía, salud, valores y la educación para que la voz del masón se una a las múltiples de la sociedad.
Sobre la logia masónica han surgido diversas versiones, muchas rayan en lo inverosímil, sin embargo, esta institución desarrolla muchas actividades y no todas tienen que ver con reuniones secretas a las que sólo tienen acceso los iniciados. Dentro de la logia es posible hablar de casi cualquier tema, salvo los relacionados con la política y la religión por tratarse de asuntos que pueden herir las susceptibilidades de los miembros. El objetivo de las reuniones es el crecimiento personal y colectivo de sus integrantes.
“Lo nuestro es una alternativa filosófica, de estudios, y es más personal que colectiva. Tenemos el problema del libre pensamiento. El libre pensamiento quiere decir que si yo oigo a un masón y discrepo de él, tengo todo el derecho a rebatir la idea que aquel masón me está diciendo. Por eso somos tan peleoneros entre nosotros mismos. El libre pensamiento necesariamente te lleva a la discrepancia. No puede ser posible que seamos libres pensadores y que todos pensemos igual. Por eso nos preocupa que en lo social demos el debate”.
Moreno Arciniega, cuando se le pregunta sobre requisitos para ingresar a la logia masónica, responde: “El principal requisito es que el interesado por su voluntad quiera ingresar, nosotros no hacemos invitaciones personales, no persuadimos a la gente ni la convencemos. Nosotros respetamos la libertad del individuo. Cuando vemos la decisión de ingreso voluntaria y libre de la persona, a nosotros también nos interesa hablarle de la masonería, es como una selección muy precisa, pero lo importante es que la decisión sea espontánea. Es así como aglutinamos a los masones. Me gustaría que mucha gente lo fuera, porque hemos visto que en la vida ciudadana hay gente que actúa mejor que los masones. Gente muy decente, honrada, que lucha todos los días con base en el trabajo, nosotros somos amantes del trabajo. Incluso la palabra masón en francés quiere decir albañil, el constructor; si te fijas, en nuestros trajes siempre está un mandil que indica trabajo. Los masones han sido siempre de trabajo y aporte”.
“La célula básica de la masonería son las logias. La masonería está compuesta por logias, y varias logias de una entidad forman la gran logia, pero la unidad básica es una logia”, es la aportación final del Gran Maestro de la Gran Logia de Nayarit.
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