Urge que se reanuden las clases presenciales a la voz de ya
Sergio Mejía Cano
21 de Junio de 2021
Pues cuando parecía que ya se veía la luz al final del túnel, en lo que respecta a la enseñanza-educación, va para atrás la medida de que se podrían reanudad las clases en forma presencial, pues por ejemplo en la Ciudad de México, se dio marcha atrás porque el semáforo epidemiológico se puso en color amarillo, pero no nada más en dicha ciudad, sino en otras tantas entidades que ya habían contemplado reanudar clases en forma normal, también se la están pensando.
Sin embargo, algo se tendrá que hacer, debido a que ya son muchos meses sin que los alumnos reciban una enseñanza educativa y de que los de nuevo ingreso se estén quedando con las ganas de saber qué es ir a la escuela.
Esto de por sí ya es más que dramático, pues para los infantes, adolescentes, jóvenes y hasta estudiantes de educación media y media superior, cada día que pasa se pierden un sinfín de oportunidades de aprender; y no nada más para los que estudian, sino prácticamente para todos los seres humanos, pues hasta los adultos de todas las edades jamás dejamos de aprender y entender algo, aunque no vayamos a la escuela ya. Pero lo peor es para las nuevas generaciones cuyo reloj biológico les hace perder más en cuanto a aprendizaje se refiere, porque se podría decir que es hasta patético que chamacos en edad de preparatoria, por no practicar, se les esté olvidando parte de lo ya aprendido, como las tablas de multiplicar por ejemplo, ya no digamos en cuanto a otras materias que por necesidad, se tienen que estar viendo y estudiando constantemente.
Se ha documentado que por lo regular, las clases a distancia no fructificaron tal y como se esperaba, y que no se cumplió con la expectativa esperada, cosa que algunos analistas previeron de antemano debido a que no todos los niños podrían tener acceso, ya no digamos a internet, sino a más de un aparato televisivo o de radio, y además, la falta de capacidad de muchos padres de familia para poder soportar la falta de atención de sus retoños en cuanto no poner atención a lo que se les estaba explicando ya sea a través de algún medio o en forma personal por los mismos padres de familia, aunado esto, a que al restablecerse medianamente el regreso al empleo, los padres de familia se vieron en la necesidad de tener que ir a trabajar y dejar a sus hijos solos o a cargo de algún familiar, pero, si a sus mismos padres, estos hijos no hacían caso, pues menos a esos familiares que se han hecho cargo de esos pequeños mientras sus papás y mamás iban a buscar la papa, el sustento diario.
Y a propósito de padres de familia, como hubo muchos desempleados debido a la pandemia, muchos progenitores se vieron en la necesidad de echar mano de la de sus hijos para ponerlos a trabajar en lo que pudieran, pero con el fin de que aportaran a la economía familiar; y ahora que se había anunciado el regreso a clases presenciales, muchos de estos padres de familia se vieron en la disyuntiva de mandar a sus hijos a seguir ayudando o mandarlos a la escuela, sobre todo los papás y mamás que no han podido acomodarse nuevamente en sus trabajos o en otros.
Pero al parecer hay otro gran problema para el regreso a clases presenciales, y no es nada más debido a la pandemia o por variantes o rebrotes del covid-19, cosa que al parecer alguien está aprovechando para fomentar más la psicosis en las personas más manipulables, pues está comprobado que un pueblo asustado y sumiso es más fácil de manejar, y más cuando se trata de la salud; así que el otro grave problema es la situación física de los planteles escolares, púes se ha informado que muchos de ellos están en pésimas condiciones para que se puedan reanudar las clases, ya que muchas escuelas fueron víctimas del vandalismo prácticamente en casi todo el país, pues al verlas literalmente abandonadas, manos criminales se encargaron de saquearlas no nada más de artículos de oficina y mobiliario, sino que a muchas escuelas las dejaron casi en obra negra, pues los malandrines se llevaron puertas, ventanas, grifos de los lavabos, tazas y mingitorios del baño, tubería y cableado, focos, lámparas, en fin, cargaron con todo lo que fuera posible; así que ahora se tendrá que considerar un gasto enorme para la reparación del daño causado a infinidad de planteles escolares.
Pero lo que sí es un hecho, es que es necesario que algo pronto se haga ya para que se reanuden las clases como sea, con pandemia y todo, pues el deterioro intelectual de las nuevas generaciones ya es muy notorio y evidente.
Sea pues. Vale.
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