Papi, papi, yo quiero ser “polecía”
Sergio Ramírez Barba (Pica Lica)
21 de Junio de 2021
Desde la época de las cavernas, el hombre cazador para cuidar su presa ya muerta, necesitó que alguien se la cuidara, él sabía que si se dormía, se apelmazaba, se agaviotaba o se descuidaba ¡se la robaban!, si se iba de cacería y se entretenía, sancho también entretenía a su vieja o viejas si era político en el clan donde vivía.
Expresado de otra forma los cuicos toda la vida han existido, unos malos, unos pésimos, otros nacos, otros najayotes, tapados, rateros y mal vivientes. De aquellas fechas a estas, poco o nada ha cambiado, porque la polecía sigue igual o peor, ¿Usted conoce un policía que sea honrado, honesto, servicial, respetuoso, agradecido, ejemplar, etc., por favor me lo presenta, porque yo no conozco ni uno.
Recuerda usted que no hace mucho tiempo ( meses), la FGR dió de baja cerca de 800 malos agentes, segundos y comandantes, primeros etc; ¿Sabe dónde están trabajando?, pues la población del país sabe que todos ahora prestan sus servicios al narcotráfico, al secuestro, al robo, al trinquete y a todo lo que huela a sucio.
Tengo un hijo de 18 años que el otro día me dijo: papito de mi alma, yo quiero ser policía;- yo le pregunté ¿porqué? Y me dijo.- Ay papi don Mario el señor de la esquina a pesar de ser cuico de la “polecía vial y burricipal”, tiene tres carros, dicen los señores del barrio que vende cartuchos y pistolotas, cada ocho días se pone bien “pedernal” con la banda y lleva trío o conjunto a su casa; en el cuello trae tres o cuatro torzales que parecen cadena de perro, sus hijos andan bien vestidos, están en colegios particulares, su vieja trae carros y celulares buenos (puro robado), pero que importa, él trae esclavas de diferente forma, anillos de piedras, etc. etc.
Así pues papá, yo quiero ser cuico, pa´ que toda la gente me respete y al que no quiera lo meto al botiquín, calabozo o “jail”, me gusta su modo de ser, donde quiera se estaciona, se pasa los semáforos en alto, se mete en las calles en sentido contrario, donde quiera le fían, y además me da cuando se emborracha, un olor a “sombrero quemado”. Hay mañanas en las que amanece con los ojos “voltiados”, me dice que es porque trabaja de noche y parece “tecolote lampareado.
Para persuadir a mi hijo le dije:- Mira tesoro para ser cuico no se necesita mucho, ni estudios, ni leer, ni escribir, sin educación, sin principios, sin moral, etc; pero mi hijo no entiende razones, solo quiere ser “cuico” como don Mario.
Yo le doy consejos pero no me hace caso, le explico que todo es peligrosísimo, que el hampa no duerme, que hay muchos riesgos, pero mi niño dice que ya platicó con don Mario y que él lo va a ser Capitán, que pueda y llegue a General.
Ya cansado de tanto tratar de desilusionarlo y no poder, me le puse al brinco y le dije con voz tronante y picuda; sabes que hijo de la chingada si te vas de cuico ¡te corro de la casa!, ya no tienes papá ni mamá; pero mi méndiga vieja me dijo: mira viejo el que te vas a ir eres tú, pero mi hijo se va de cuico y yo me voy al Cereso de celadora.
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