Por fin se descansará de contaminación ambiental, visual y auditiva

Bueno, pues por fin terminan las campañas de proselitismo político, y con esto, también gran parte de contaminación ambiental, visual y auditiva, pues muchas de las calles de la ciudad han quedado tapizadas de lo que prácticamente se le podría llamar basura, ya que tanto pendones como volantes, trípticos, lonas, etcétera, en eso se convierten literalmente en cuanto se entregan o ponen en fachadas de algunos domicilios, postes, automóviles, y otra vez etcétera.

Y en cuanto a la contaminación auditiva, si bien se seguirán oyendo las propagandas del gas, vendedores de frutas, de pan, de recolectores de fierro viejo, del agua de garrafón y otras, al menos ya no se oirán, por ahora, las bocinas de vehículos que, al paso por las calles, van pregonando a determinado candidato o candidata mediante música estridente a más no poder. E incluso, el toque a la puerta de seguidores de algún partido político o de políticos mismos que, ahora con el pretexto de la pandemia, se dedicaron a ir de casa en casa tocando puertas para tratar de conseguir el voto popular, haciendo a veces que muchas personas dejaran de hacer sus tareas domésticas para salir a ver quién tocaba la puerta.

Igualmente, las llamadas telefónicas con pretendidas encuestas que, al igual de quienes tocaban la puerta, el sonido del teléfono distraía el momento de estar haciendo algo, oyendo y viendo la tele o estar al tanto de la tarea de los pequeños o tratando de que no olvidaran las tablas de multiplicar por estar ya tantos días ausentes de clases, y al menos hacer que tampoco hayan olvidado las letras y números, sobre todos los nenes que apenas tendrían que acudir a los primeros años de escuela básica; y de pronto suena el teléfono y, como por lo regular es con lada local, pues se contesta y resulta que es una encuesta preguntando que si en ese momento fueran las elecciones por quién votaría quien levanta el auricular del teléfono o cuál es su preferencia política, etcétera.

Y en realidad que sí se tira mucho dinero a la basura en estas campañas políticas, porque ahora se ven en cocheras, puertas, banquetas y hasta a media calle, papeles con los logotipos de diversos partidos políticos, así como nombre y fotografía de los mismos, que precisamente tuvo que haber costado buena cantidad de dinero la impresión de esos volantes que son prácticamente basura desde el primer instante en que se dejan en algún domicilio o que se entregan en mano de otras personas y así sucesivamente.

Pareciera poca cosa esto de que se tire a la basura tanto dinero en propaganda política; pero el problema es que no es dinero de los partidos políticos ni de los políticos en sí, pues es dinero del pueblo, de las contribuciones que paga todo mundo y que llega a manos de esos entes políticos para que hagan sus campañas gastando poco o mucho y hasta ofreciendo dádivas con la pretensión de presumir algunos políticos de que son muy buena gente y dadivosos, precisamente; sin embargo, sus promociones son únicamente andar saludando con sombrero ajeno.

Es obvio que gran parte de la ciudadanía esté consciente de que ese dinero que se gastan tanto los partidos políticos, así como los políticos que buscan el voto popular, se podrían aprovechar en otras cosas de más provecho para la ciudadanía, como mejorar escuelas, alumbrado público, arreglar calles; y ya a nivel federal, con el dinero que ahora se les da a los partidos políticos que se ha documentado son miles de millones de pesos, se podrían construir escuelas, hospitales y en sí, mejorar de todo a todo, precisamente los Sectores de Salud y Educación, principalmente; pero no, se les da a los  partidos políticos para promocionarse y que se promocionen sus candidatos aunque ya estén por demás desprestigiados. Pero lo bueno es que llegan a su fin estas campañas políticas, tiempo en que al menos descansaremos los ciudadanos de tanto ruido político.

Lo más triste de estas campañas políticas ha sido que en algunas entidades se mancharon de sangre, debido al asesinato de algunos candidatos de ambos sexos, así como amenazas e intimidaciones a otros tantos de ellos, supuestos levantones o connatos de secuestro, etcétera. Y de acuerdo a algunos analistas, esto ha sido con el fin de desanimar a la población para que acuda a las urnas este domingo 06. Y si bien el abstencionismo ha sido el ganador en varias pasadas elecciones, entonces surge la pregunta: ¿a quién convendría más que la gente no acuda a las casillas a votar? Es una pregunta seria.

Sea pues. Vale.