Oscar González Bonilla
16 de Mayo de 2021
“Él sabe que es mi amigo, que yo lo aprecio. Y siento que él también tiene aprecio por mi persona”.
La expresión surge de Rigoberto Ochoa Zaragoza, exgobernador de Nayarit (1993-1999), cuando se le argumentó que al parecer su máximo deseo es que Miguel Ángel Navarro Quintero sea el próximo gobernador de Nayarit.
Así lo supuso el reportero de la gente porque Ochoa Zaragoza, siendo el titular del Poder Ejecutivo, en 1997 impulsó la figura de Navarro Quintero, en ese entonces responsable de la Secretaría de Salud estatal, para ser candidato del PRI a diputado por el tercer distrito electoral federal (en ese tiempo abarcaba once municipios, hoy diez). Para la clase política priista el doctor Miguel Ángel resultó una agradable sorpresa por sus discursos llenos de contenido.
Rigoberto Ochoa Zaragoza guardó prudencia, primero que la expresión antedicha, asentó:
“Bueno, desafortunadamente no tenemos ese derecho (pronunciarse a favor de Miguel Ángel Navarro Quintero, candidato de MORENA a gobernador de Nayarit). Yo pertenezco a un partido, el partido tiene su candidata y a esa candidata me debo. Sin embargo, él es mi amigo”.
-¿Cuál es su opinión del doctor Miguel Ángel Navarro como actual candidato a gobernador?
-Miguel Ángel Navarro es el cuadro político más completo que hay en el Estado. Cuando llegamos nosotros al gobierno, Miguel Ángel era un burócrata. Era director del Hospital General, llegaba y se sentaba ante su escritorio, desde allí firmaba, ordenaba y tomaba decisiones. Allí se la pasaba. Cuando llegamos nosotros nos lo llevamos al campo, allá se fogueó, allá se formó, allá se desarrolló, allá se hizo de un buen discurso y se hizo de muy buena presencia. Porque además fue un funcionario muy capaz y muy cumplido. No era de los que ofrecían y no cumplían. Yo era el más convencido que el Sector Salud para nosotros era el más importante. Nosotros priorizamos cuatro rubros, todos los atendíamos, pero decidimos impactar en cuatro: educación, salud, desarrollo social y seguridad. Porque en salud si la madre está enferma, quién atiende a la familia, la familia está al garete; si el trabajador está enfermo, no puede trabajar y en consecuencia no hay sustento; si el maestro está enfermo, no hay clases; si los estudiantes están enfermos, tampoco van a clases. De allí nuestro convencimiento de que la salud es importantísima. Nos propusimos y construimos más Centros de Salud, más no hospitales, en toda la historia del Estado. Y los dejamos funcionando con médico y enfermera, y medicamentos. Yo estaba muy satisfecho por esos avances en salud, por ello le tengo mucho reconocimiento a Miguel Ángel, y afecto.
-¿Los habitantes de Nayarit ya estamos en capacidad intelectual de aceptar que una mujer nos gobierne?
-Creo que sí, creo que sí en cuanto a capacidad. En cuanto a aceptación por parte del sector masculino, no creo que todavía lleguemos a esa posición, porque aún no podemos dejar el machismo. Además, las mujeres tienen algunos tabúes que nos les permiten moverse con soltura.
-Por las actuales circunstancias que atraviesa nuestra entidad ¿qué tipo de político o de persona necesita Nayarit para gobernador?
-Fácil, sencillo. Se requiere de una persona con sentido común….cuál es el otro elemento, no recuerdo cuál es el otro….yo los acuñé. Sobre todo rodearse de un equipo capaz. Yo busqué que mis secretarios tuvieran más capacidad que yo. El sentido común es para que tengamos los perfiles que cada actividad requiere. No centralizar las decisiones de gobierno.
-¿Qué diferencias encuentra entre las actuales campañas políticas con las del pasado, sobre todo en las que se refiere al candidato a gobernador?
-Hay varias diferencias. La primera es la disciplina. Antes, para ser candidato del partido (PRI), se requería que el sector al que perteneciera el aspirante lo propusiera el partido, era la única vía, nadie iba por su cuenta, todo mundo llegaba por la propuesta de la CNOP, de la CNC, de la CTM, nadie llegaba por motu proprio. De tal suerte que todo se desarrollaba en un ambiente de trabajo, de entendimiento y organización. Ahora no, son pandillitas, los cabecillas, grupos de los ricos que no se quedan en paz desde la nominación de los candidatos, todavía no se curan ni se cicatrizan esas heridas. Esa es la gran diferencia.
-¿Usted cree que propuestas de candidatos a gobernador como, por ejemplo, la construcción de un aeropuerto y puerto de altura, entre otras muchas, puedan aterrizar en la realidad, en la práctica?
-No. No, porque definitivamente, obras aun siendo muy necesarias, están bajo la disposición del presidente de la república. Nayarit no tiene ingresos propios como para decir: tantos millones cuesta el aeropuerto y vamos a empezar a construir en tal fecha. Tenemos que llevar la propuesta al presidente, ver las necesidades, qué ganaríamos con la construcción de ese aeropuerto y en qué se beneficiaría el Estado, etcétera, etcétera, para que el presidente se comprometiera a construir el aeropuerto. Como así pasó cuando Salinas (de Gortari) construyó el Aeropuerto de Tepic. Salinas fue el gran descubridor, fue el Cristóbal Colón, porque con Salinas se vino el aeropuerto, se vino la presa de Aguamilpa y se vino la autopista a Guadalajara. Prácticamente Nayarit empezó su desarrollo a partir del presidente Carlos Salinas.
-Fundamental para la realización de cualquier acción en beneficio de los habitantes de Nayarit es el presupuesto estatal, dinero contante y sonante.
-El 92% del presupuesto del gobierno de Nayarit lo concede el gobierno federal vía impuestos que se adquieren de las diversas actividades económicas que se realizan en territorio nuestro. La administración estatal sobre recursos propios es poco lo que aporta al presupuesto anual, por ello es que el gobierno de Nayarit aplica el mayor porcentaje presupuestal, enviado por el gobierno federal, en la construcción de escuelas, carreteras, plazas públicas, mercados, etcétera. Tenemos enorme dependencia económica del gobierno central.
Terminada la entrevista a Don Rigoberto Ochoa Zaragoza en el motel La Loma de la capital nayarita, Víctor Carlos Montoya Castellón y un servidor acompañamos al ex gobernador que caminaba apoyado en un bastón hasta su coche en el estacionamiento. Se cuida Don Rigo, le dijo Montoya. Contestó con sarcasmo, habitual en él: "sí, me la cuido, y muy bien", al tiempo que dirigía su mano a la altura de la bragueta del pantalón.