El chayote
José Armando Altamirano Zendejas
15 de mayo de 2020
Antes, los periodistas celebrábamos la Libertad de Prensa el 7 de Junio que fue instituida por el Presidente Miguel Alemán a partir del 7 de Junio de 1951.
Ahora, la Organización de las Naciones Unidas la decretó el 3 de Mayo precisamente como el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
Pero, la Libertad de Prensa, podría decirlo así, es de Derecho y no de hecho.
De Derecho, porque esa Libertad solo existe plasmada en el papel, en las leyes, en la Constitución. Y fieles a "respetar y hacer respetar" las leyes y la Constitución, los gobernantes le rinden "pleitesía" a la Libertad de Prensa, convocando -que no invitando- a los periodistas, a un desayuno, una comida, una cena o un sarao.
Y, con ese desayuno, esa comida, esa cena, o ese sarao -además de los regalos que les otorgan a los periodistas- los gobernantes cumplen así la Libertad de Prensa plasmada en nuestra constitución.
Por eso digo que la Libertad de Prensa es de Derecho, porque la realidad que viven los periodistas con los gobiernos, los gobernantes, es muy distinta.
Los periodistas, principalmente los analistas o los críticos -constructivos y destructivos- viven cotidianamente perseguidos por los gobernantes. Por los presidentes de la república, los gobernadores, y los presidentes municipales.
Verbigracia en la actualidad: Enrique Peña Nieto-Carmen Aristegui Aristegui Noticias; Roberto Sandoval Castañeda - Oscar González Bonilla; Polo Domínguez - Enrique Hernández Quintero. Solo por citar ejemplos.
Desde el poder, los gobernantes persiguen a sus críticos.
Desde el poder los coartan de una y mil maneras. Lo mínimo es lograr el despido de sus empleos; neutralizarlos pidiendo a editorialistas no admitirles las informaciones en su contra, perseguirlos, acosarlos, defenestrarlos, insultarlos o desvirtuarlos y hasta encarcelarlos. Cuando los gobernantes ven que sus intentos por callar a sus críticos no funcionan, optan entonces por la acción más grave: asesinarlos.
Esa es la presión a la que se someten los críticos de los gobernantes déspotas: al escarnio, la persecución y la muerte.
Pero en esta batalla de la vida, hay de represores a represores.
Los del Partido Acción Nacional y los del Partido de la Revolución Democrática van de la mano y le están ganando a los del Partido Revolucionario Institucional.
Son con mucho, más agresivos con sus críticos.
Para burlarse de los periodistas los panistas les acomodaron el nombre de "chayoteros" desde los tiempos de ese prurito que se decía ser Manuel J. (Jesús) Clouthier del Rincón porque los periodistas se negaban a cubrirle gratis las actividades proselitistas que "El Maquío" hacía en su recorrido por la república como candidato a Presidente por el PAN.
Estos, los panistas, son implacables con los periodistas. Creen que por ser del PAN, o, de un partido político, los reporteros que cubren su fuente están obligados a asistir a sus actos de campaña -que tienen el interés de arribar al cargo para recibir un bien económico-, sin recibir el pago de sus gastos mínimamente.
Refieren los panistas que en "aras de la libertad de prensa" los periodistas deben ser comparsas de ellos difundiendo sus eventos sin costo.
Yo creo que están equivocados porque el espíritu -la esencia- que tenían los partidos políticos de arribar al poder para beneficiar a la sociedad, se descalabró profusamente porque ahora quienes buscan el poder es para cubrir su propio beneficio económico y no el de la sociedad. Lo estamos viviendo porque observo que gobiernos priistas, perredistas y panistas son igual de corruptos al ejecutar la obra pública y los impuestos.
Pero, la persecución de estos gobernantes no para ahí. Es implacable, ruin y cruel.
Escribo lo anterior en honor de mis compañeros combativos. La Libertad de Prensa se exige !No se implora de rodillas!
(Fue la manera de pensar de nuestro queridísimo compañero Armando Altamirano Zendejas conocido entre la raza periodística de Nayarit como “El Conchillas”, fallecido hace ya algunos años).
Comentarios